Quienquiera que cultive la fantasía en el arte está un poco loco. Su problema estriba en hacer interesante esa locura.
François Truffaut
Una de las mejores cosas que dejó la pandemia del Covid-19, sin desconocer el alto costo de ello (la muerte de seres queridos, y de aquellos otros en el olvido de la calle o en la soledad de sus hogares), es la diversificación de ideas, de profesiones y de vocaciones, que se iniciaron por impulso de la necesidad o de “la tendencia”, en el casi multiverso de la tecnología.
Un ejemplo, son los podcasts, que se han convertido en un producto de alto consumo, es decir, hay cientos de programas para diferentes gustos: de historia, comedia, estilos de vida, cuidado de mascotas, entrevistas a personalidades, de datos curiosos, de política, económica, de superación personal, de historias paranormales, en fin, la oferta es casi que ilimitada., y con esto, he descubierto el sentido de unas sencillas frases que en un par de ocasiones escuche vagamente, y hacían referencia a que “las personas les tenemos miedo al cambio, y asociamos que lo nuevo es degradación y que el pasado fue esplendoroso e intelectualmente superior”, lo cual, no es del todo cierto.
No todo tiempo pasado fue mejor., claramente comprendo el sentir e inclusive, lo he llegado a compartir, en lo que tiene que ver con el masivo interés actual por el contenido digital banal y en general simplista que es apetecido en masa por miles de personas, y con el franco ánimo de ofender, es consumido tanto por niños, jóvenes y adultos de todas las edades.
Dicho eso, me ha sorprendido gratamente y ha captado mi atención, la calidad superior y cuidadosamente elaborada de diferentes cuentas de contenido de podcasts, entre ellas: Dianauribe.fm, (que cuenta diferentes sucesos históricos del mundo, acompañada de música, de anécdotas y de su voz envolvente y cautivadora, es por mucho, mi favorito), Historia Mexicana X (un grupo de amigos mexicanos, que coloquialmente analizan con alto grado de crítica y humor lo que ya está escrito de la historia), Teorías de conspiraciones (una reciente recomendación de un colega, que me ha sorprendido, más allá de habladurías, esta pareja de locutores, te cuenta la historia y luego te postula las teorías alternas a ella de la forma menos descabellada y lo más fundamentada posible), La Biblioteca de Julio (este es otro gran descubrimiento de este año, es un podcasts cautelosamente elaborado, que aborda algunos de los libros de la biblioteca personal del argentino Julio Cortázar, y particularmente, sus anécdotas con los escritos y/o con los mismos escritores, tales como Julio Verne, Federico García Lorca, poetas como Octavio Paz, o como la brillante Alejandra Pizarnirk).
Por eso hoy, creo que es válido, no solo mencionar la importancia de retomar los hábitos de lectura, que quizás muchos hemos disfrutado pero que hoy en día, atraviesan el denominado bloqueo lector, sino también, adquirir nuevos gustos e intereses que a la par de los actuales cambios, resultan entretenidos, pero también, intelectualmente enriquecedores.
El cine, como los documentales, como los sucesos históricos convertidos en series, y como estos podcasts, son modernas expresiones de arte y creatividad, que se crean en el mundo globalizado, el cual se produce con cámaras, micrófonos y computadores modernos, y que cada vez más, es absolutamente digital y velozmente dinámico y exigente.
La batalla de satanizar la modernidad y las transformaciones sociales que no comprendemos, nos puede estar enviando al bando de los perdedores y hacernos aun más ignorantes.
