Detienen al comandante que lideró el “intento de golpe de Estado” en Bolivia

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Por: Redacción Criterio Diario / Foto X: @ElPaisAmericaCo

El destituido comandante militar boliviano Juan José Zuñiga, acusado de un “intento de golpe de Estado” contra el Gobierno de Bolivia, afirmó en el momento en que era capturado que el presidente Luis Arce le ordenó sacar los “blindados” para “levantar” su popularidad.

“Hablaré con detalles el día domingo, en el colegio La Salle me reuní con el presidente (Luis Arce) y el presidente me dijo que la situación está muy jodida, que esta semana sería crítica y es necesario algo para levantar mi popularidad”.

Zuñiga afirmó que el presidente Arce le habría pedido realizar un movimiento militar.

“Yo le pregunté: ¿sacamos los blindados? y él (Arce)” respondió “saca”.

El destituido jefe militar dio una lista de los vehículos que supuestamente Arce le ordenó mover.

“En la noche empiezan a bajar seis cascabeles y 6 urutús, más 14 zetas del regimiento de Achacachi”.

Zuñiga fue detenido y trasladado a una celda en la sede de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen, mientras que la Fiscalía anunció una “investigación penal” en contra suya y los militares que irrumpieron en la Casa Grande del Pueblo, sede del Gobierno.

Antes de relevar a toda la Cúpula de las Fuerzas Armadas, Arce encaró a Zuñiga en la puerta de la Casa Grande del Pueblo, sede del Gobierno, y que fue tumbada por un tanque militar, y le ordenó “replegar” a los militares que lo acompañaban.

“Repliegue todas estas fuerzas, es una orden”, le gritó Luis Arce a Zuñiga.

El ministro boliviano de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo, aseguró que la intención del destituido comandante del Ejército Juan José Zúñiga era “tomar el mando” del país y que el intento de “golpe de Estado” que se produjo “no fue un simulacro”.

Del Castillo, que presentó públicamente a Zúñiga ante los medios después de su arresto, se refirió al jefe militar destituido como un “delincuente” que buscó “derrocar a una autoridad (Luis Arce) democráticamente electa”.

“A lo que apuntaba Zúñiga era tomar el mando de nuestro país, convertirse en capitán general de las Fuerzas Armadas”.

Asimismo, el ministro presentó al destituido comandante de la Armada el vicealmirante Juan Arnez, quien se presume colaboró y participó en la toma militar de esta jornada.

“Estas dos únicas personas no actuaron solas, no fueron dos personas que planificaron y conspiraron para derrocar a un Gobierno democráticamente electo (…) hay otras personas identificadas”.

Señaló que en estos hechos hubo un “manejo político”, ya que para esta semana algunos sectores ya habían anunciado protestas y Zuñiga buscaba “conseguir apoyo popular”.

El ministro sostuvo que el Gobierno hará “todos los esfuerzos” para que Zúñiga y Arnez “sean sentenciados por alzamiento armado, atentado contra el presidente y destrucción de bienes públicos y privados”, aunque también se analizará si corresponde una acusación por otros delitos.

“El golpe de Estado no ha logrado consumarse gracias al compromiso y la memoria fresca que tiene el pueblo boliviano”, remarcó Del Castillo.

El temor se apoderó de la población después de que tanques y militares fuertemente armados irrumpieron en la sede del Gobierno de Bolivia bajo el mando de Zúñiga.

Durante la ocupación militar, Zúñiga dijo que buscaba “reestructurar la democracia” y que la primera medida que tomaría sería la liberación de los que consideró “presos políticos”.

Minutos más tarde, Zúñiga y sus tropas armadas se retiraron de la Plaza Murillo, en el centro de la ciudad, después que el presidente Arce relevara a los comandantes de las Fuerzas Armadas y le ordenara “replegarse”.

Al final del día, Zúñiga fue detenido después de que la Policía ejecutara una orden de aprehensión fiscal en su contra.