Concurso ‘México Canta’; se busca promover la música mexicana sin apología de la violencia o las drogas

Actualidad Nacional

Por: Redacción Criterio Diario / Foto X: @infoturquesa

El Gobierno de México, por instrucción de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, ha lanzado una iniciativa sin precedentes: el concurso “México canta por la Paz y Contra las Adicciones”, una plataforma diseñada para promover una nueva narrativa musical.

La meta es clara: impulsar canciones que hablen de México desde otros ángulos, sin glorificar la violencia, las armas o el narcotráfico.

Esta propuesta busca fortalecer los géneros musicales tradicionales del país y brindar nuevas oportunidades a jóvenes artistas. La encargada de anunciar esta iniciativa fue Claudia Curiel de Icaza, secretaria de Cultura, quien detalló que la gran final se llevará a cabo el próximo 5 de octubre en Durango.

El certamen está enfocado en jóvenes de entre 18 y 34 años, tanto residentes en México como mexicoamericanos. La convocatoria promueve la participación de nuevas voces que, a través de la música, celebren la identidad nacional y ofrezcan un mensaje de paz.

Las inscripciones estarán abiertas del 28 de abril al 30 de mayo en el sitio oficial www.mexicocanta.gob.mx. Previamente, del 7 al 27 de abril, se ofrecerá un periodo de preparación para que los interesados se capaciten y alisten sus propuestas.

Una de las características más destacadas del concurso es su enfoque inclusivo y diverso. Se aceptarán canciones en español, lenguas originarias y espanglish, reflejando la multiculturalidad del país y de las comunidades migrantes.

Los géneros musicales que se busca fortalecer incluyen: Mariachi, Norteño, Banda, Corrido tradicional, Tropical, Duranguense y Bolero.

Con esta gama, “México canta por la Paz” busca abrir un espacio para que las nuevas generaciones revaloren las raíces musicales y construyan un nuevo imaginario cultural.

Actualmente, México ocupa el décimo lugar en el mercado global de la música y el octavo en consumo digital. Sin embargo, el 70% de la música latina más escuchada está conformada por corridos, muchos de ellos con líricas que hacen apología a la violencia, al crimen organizado y al consumo de drogas.

Frente a este panorama, el concurso busca ofrecer una alternativa atractiva para los jóvenes creadores y audiencias, sin recurrir a la censura, pero sí promoviendo temáticas más constructivas y positivas.

El concurso contará con el respaldo de editoras y disqueras nacionales e internacionales, agrupadas en el Consejo de la Música Nacional (CMN). Los premios están diseñados para que los ganadores puedan desarrollar su carrera profesional con el apoyo de la industria:

• Mejor Canción: contrato con una editora nacional, transnacional o independiente.

• Mejor Intérprete: contrato discográfico, grabación de un LP con 12 canciones y producción audiovisual.

• Premio del Jurado: contrato discográfico, grabación de un EP con 6 canciones y contenidos visuales.

Además, la mejor canción será elegida por votación del público, fomentando así la participación ciudadana y el vínculo directo entre artistas y audiencias.

El concurso será transmitido por televisión pública, y contará con la colaboración de productores, expertos y representantes del ámbito musical nacional e internacional. Esto no solo garantizará la difusión del talento emergente, sino que también ofrecerá visibilidad mediática a las nuevas voces de la música mexicana.

La música mexicana es la segunda más consumida en plataformas digitales dentro de América Latina.

Será el primer concurso musical con enfoque social transmitido por TV pública en México, los mexicoamericanos podrán participar desde Estados Unidos, fortaleciendo los lazos culturales entre comunidades.

Se permitirá el uso de espanglish, como forma de reconocer la identidad bicultural de muchos jóvenes.

“México canta por la Paz” no es solo un concurso, es un llamado a crear desde el arte una narrativa diferente, una que celebre la vida, la paz y la riqueza cultural del país. En un contexto donde la música ha sido muchas veces capturada por discursos violentos, esta iniciativa representa una bocanada de aire fresco y una oportunidad real para transformar la industria desde sus cimientos.