La fabricación de nuestros recuerdos

Actualidad Angelica Lobato Torres Articulos Criterios

Creo fue en mi última colaboración en que le platicada que Juan Miguel Zunzunegui nos habla en su libro como los altos mandos son los que deciden que es lo que creemos que es nuestra libertad y pensándolo bien, muchos, pero muuuuchos de nuestras creencias y recuerdos han sido creados por decisión expresa de algunos.

Uno de los recuerdos que muchos mexicanos de mi generación es el caso Wallace, el cual, aunque no tan traumático como el asesinato de Colosio o de Paco Stanley, tengo en mis recuerdos, que Dios sabe no son muchos, la imagen de la señora Isabel Miranda de Wallace en la tele, generalmente llorando y reclamando justicia por la muerte de su hijo, el cual había sido secuestrado y asesinado por un grupo de amigos.

Hace unas semanas dicha señora, la cual se parece en una manera realmente perturbarte a mi tía abuela Yoyis, murió y el caso volvió a ser mencionado, sin embargo, esa no fue la noticia, ya que la señora ya estaba mayor, lo que más me sorprendió fue cuando el escritor Ricardo Raphael decía que no había prueba alguna de que la señora hubiera muerto durante una cirugía, como lo habían dicho los medios y nos recordó que él cree y tiene pruebas que el hijo de la mamá nunca había sido secuestrado y que seguramente está vivo en algún lugar.

Y ahora, hace unos días le dieron un amparo a una de las señadas como responsables de la desaparición de Hugo y lo mas importante, se declaró que la declaración de esta mujer, Juana Hilda González Lomelí, fue obtenida a base de tortura, lo cual lo invalida y se desestima su caso y el de varias personas que fueron condenados pasar el resto de su vida en la cárcel. Tras casi dos décadas de encierro injustificado, Juana Hilda González Lomelí fue liberada. Acusada en 2006 de secuestro, delincuencia organizada y portación de armas de uso exclusivo del Ejército.

Ricardo Raphael acaba de publicar su libro “Fabricación” sobre el caso Wallace, el secuestro del joven Hugo, y la labor desarrollada por su madre, Isabel Miranda; Ricardo Raphael considera que todo fue un invento concebido por Isabel, que con la ayuda de muchos personajes en el periodismo y en los mandos gubernamentales, pudo crear el caso con una gota de sangre, con la que de alguna manera pudo comprobar que el cuerpo de hijo había sido desmembrado por sus secuestradores.

María Isabel Miranda de Wallace se convirtió en la líder social más importante en México entre las víctimas de secuestro. En 2010, ella había obtenido el Premio Nacional de Derechos Humanos y, en 2012, compitió como candidata a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México.

​Otra periodista Guadalupe Lizárraga, fue una de las primeras reporteras en denunciar las inconsistencias de este caso, pero su relato era el más amplio que se había escrito para cuestionarlo, Raphael cuando publicó en la revista Proceso una columna resumiendo los principales argumentos de su libro, y la señora Wallace replicó de inmediato con una carta donde advertía que la autora citada en mi texto era una mentirosa. 

Cuando Raphael pudo entrevistar a Isabel Wallace, la mayor parte de la entrevista se trató del progenitor de Hugo Alberto. Se enojó cuando me atreví a poner en duda la paternidad de José Enrique Wallace. Tuve que explicar al aire la importancia de ese dato, recordándole que la gota de sangre encontrada en el lugar del crimen, al ser analizada por los peritos genetistas, demostró una coincidencia del 99 por ciento con el ADN de su esposo.

En julio de 2005, cuando la señora Wallace denunció el secuestro de su hijo, dijo al ministerio público que se había casado con José Enrique Wallace en 1968, un año antes de que naciera Hugo Alberto; también existía un certificado religioso del matrimonio entre José Enrique Wallace y María Teresa Magallanes, fechado el viernes 26 de abril de 1963. Venía acompañado de un acta de divorcio con sus respectivos nombres, la cual habría sido expedida en 1974, por lo que su esposo, según los papeles que ella presento, dejaban ver que ella se había casado con su esposo, cuando él aún estaba casado con su primera esposa… sospechoso

Mas tarde, una mujer que se identificó como la pareja del doctor Carlos León Miranda, que había visto las declaraciones de la señora y el medico decía que estaba furioso por haber sido borrado del mapa. Dicha mujer contó que Isabel se casó con su primo hermano antes de que naciera Hugo Alberto y que, cuando el niño cumplió un año, acudieron juntos a registrarlo. Además, me proporcionó la fecha del divorcio de esa pareja y dejaba claro que su ahora esposo era el padre del supuesto desaparecido… ¿y esto que tiene que ver? Que, si la gota de sangre coincidía con la sangre del esposo de la señora Wallace, no podía ser del desaparecido, ellos no compartían ADN.

Si la señora Wallace era capaz de mentir impunemente sobre la paternidad de su hijo, ¿qué más no sería capaz de hacer?

Y esto es solo inicio de “Fabricación”, aquí se exhibe la injusticia y la crueldad sufrida por sus víctimas y también el abuso de poder ejercido desde las más altas esferas de la política, ese momento en las figuras de Felipe Calderón y de Genaro García Luna; habla de corrupción, del poder económico y de los medios; de derechos humanos y las maneras mas horribles en que estos derechos pueden corromperse y al final de lo que es capaz de hacer una madre para tratar de proteger a su hijo, el cual estaba siendo amenazado por uno de los mas violentos narcotraficantes que existían en México.