“La unión debe salvarnos, como nos destruirá la división si llega a introducirse entre nosotros”
Simón Bolívar
“Las armas os han dado la independencia, pero sólo las leyes os darán la libertad”
Francisco Santander
Hay quien afirma que las independencias de toda América Latina estuvieron conectadas debido a las enormes similitudes que tuvieron sus procesos y desde luego en el caso de La Nueva España (México), La Nueva Granada (Colombia, Venezuela y Ecuador) y el Río de la Plata (Argentina) las causas de la Independencia fueron similares, pero también el modelo de país y de instituciones que se crearon una vez que se firmaron las actas de independencia, lo que dio pie a conflictos ideológicos y guerras civiles entre los grupos que resultaron victoriosos de la separación con España.
Uno de los casos más emblemáticos es el de Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, ambos libertadores de la Gran Colombia, quienes ocuparon cargos políticos relevantes y eran cabezas de grupos militares, económicos e ideológicos en la recién creada nación, pero que no coincidían en el modelo de país que se debía crear. Ambos pertenecían a logias masónicas, participaron en la independencia desde la conspiración y libraron la guerra que dio a la Gran Colombia la independencia de España, además de que eran amigos.
Eran contrarios por razones sencillas de entender y abismalmente confrontadas, Bolívar direccionaba todos sus esfuerzos en lograr un Estado fuerte, centralista y presidencialista con corte militar, mientras Santander creía en un Estado federalista, más democrático y garantista. Las diferencias generaron la división entre ambos caudillos, Santander es exiliado y Bolívar pretendiendo abandonar el país y tomar caminos hacia Europa, muere en Santa Marta Colombia sin ver concretado su sueño de una América Unida.
Estas diferencias ideológicas y confrontaciones no murieron con sus lideres, de hecho, se convirtieron en fuertes e históricos partidos políticos, por los menos así en Colombia, donde por un lado estaban los liberales, de ideas progresistas y se identificaban muy visiblemente con prendas de color rojo, y por otro, los que fueron durante los primeros años los más consolidados en el poder estatal, los conservadores, dando lugar todo esto, a conflictos políticos y guerras civiles durante todo el Siglo XIX y parte del 20 y que, durante mucho tiempo, representaron enfrentamientos a muerte, inclusive entre la población popular militante, y que solo las unió por instantes de conveniencia, el miedo a la violencia generada por el narcotráfico y las guerrillas en la etapa de la violencia de los años 60.
Esta historia no sólo es del sur de América, en México esto sucedió después de la independencia en 1821 y del fallido Primer Imperio Mexicano, pues los centralistas y federalistas, herederos de las logias masónicas escocesa y Yorkina respectivamente, generaron conflictos políticos y guerras civiles para determinar y lograr diseñar el tipo de país que querían unos y otros.