Arqui: ¿En cuánto me sale una casa?

Criterios Enrique Acuña González

Hay un momento del día, un lapso, un instante en nuestras vidas en donde el destino parece invadirnos de señales para empezar a pensar en un patrimonio. Un hogar en donde puedas llegar todos los días, sin preocuparte del pago de una renta, donde disfrutes la satisfacción de tener una propiedad legítimamente tuya que se va llenando de recuerdos buenos y malos, que se mancha de anécdotas e historias que cada vez la hacen más y más tuya. Imagina una cena de navidad con tus seres más queridos, todos repartidos en tus áreas comunes festejando y riendo; esta imagen no es igual en la casa rentada en donde más o menos pudiste acomodar tus muebles, que, en tu hogar, tu propia casa, el espacio hecho a la medida para que cada historia tenga ese toque personal de tu vivienda, tuya y a tu gusto.

Es muy natural que tengas ese sueño de construir tu propia casa, así como también es inevitable pensar en las implicaciones económicas que pueden llevarte a sufrirla en vez de disfrutarla. Es muy común ver publicidad en nuestras redes sociales para comprar una modesta casita que te va a costar 20 años de crédito en promedio o un espectacular que te seduce para adquirir la mejor casa en la zona más exclusiva, con mensualidades que recortarían el gasto de tus pequeños lujos personales a mucho más de la mitad. El pánico y ansiedad de la incertidumbre económica, aunque sea por un segundo, es inevitable.

Y es ahí donde la gente que puede librar sana y salva esta barrera mental da el siguiente paso, la que regularmente encontramos los arquitectos en charlas casuales, nos abordan con la pregunta más importante que definirá el rumbo de su destino: ¿En cuánto me sale una casa?

Como profesionales de la construcción sabemos que es una pregunta seria que requiere una respuesta delicada, pero directa. Debemos darle al interesado una idea de la inversión que necesitaría para poder construir su sueño, con el riesgo de que tal vez el número lanzado lo desanime, o nos haga parecer mezquinos y aprovechados de la ilusión de la gente. Es por eso que normalmente no respondemos de lleno de primera instancia, mejor preguntamos: ¿Qué tipo de casa quieren?, ¿Cuánta gente ves viviendo ahí?, ¿Cuántos coches tienes? , ¿Te gusta cocinar? ¿Haces reuniones?, ¿Quieres jardín? Y un sinfín de preguntas que tienen el propósito de calcular el espacio indispensable necesario. 

Entonces se hace magia con los números. Un constructor experimentado es capaz de dar un parámetro aproximado del costo de la casa de tus sueños, con una descripción de lo que podrías estarle incluyendo para que sus necesidades básicas y recreaciones favoritas puedan estar todas contenidas bajo el techo de su morada. 

Desde la perspectiva del dueño de la casa debemos entender que el costo de la casa siempre va a estar en función a nuestras necesidades y la importancia que les damos. Es muy normal que ya tengamos la idea de cómo queremos que se vea nuestra casa, en algún momento seguro buscaste proyectos, ejemplos, hasta tomaste fotos de casas que te gustan en tu colonia. Toda esa información es un indicador y con eso los arquitectos podemos estimar el número mágico que se maneja regularmente en el medio: el costo por metro cuadrado.

Este númerito mágico es un cociente del costo total de una casa similar y los metros cuadrados construidos que ésta tiene, y sirve como parámetro para poder hacer cotizaciones exprés para darle una idea al cliente del capital que necesita para hacer su sueño realidad. El rango de precio de este número es muy amplio, tan amplio como la brecha salarial de nuestro amado país y depende de factores varios, de los cuales los más importantes son:

El número de espacios habitables y las dimensiones de los mismos

Entre más metros cuadrados se necesiten, es directamente proporcional la inversión que se tiene que hacer. Más cuartos es más dinero, sobre todo si esos cuartos son baños.

La complejidad en la volumetría y diseño de espacios

Todos hemos visto las llamadas “cajas de zapatos” que se hacen en serie en las periferias de la ciudad, en donde la economía está en la eficiencia del diseño estructural y por lo tanto constructivo. La arquitectura de volúmenes faraónicos, formas caprichosas y geometría irregular necesitará estructuras más robustas y por lo tanto costosas.

Los acabados

El rango de precios y calidades en un acabado es muy amplio. Todos los pisos, muebles de baño, accesorios, carpinterías, pinturas, recubrimientos y demás elementos que visten nuestros hogares y reflejan nuestra personalidad en cada espacio puede tener diferencias de hasta veinte veces entre el más barato y el más caro. Justo este punto es el que puede disparar el costo por metro cuadrado a precios descomunales o mantenerlo en rangos muy convenientes.

Pero Arqui: todavía no me dices ¿en cuánto me sale mi casa? Así es mi estimado amigo, la idea es que yo no te diga lo que tienes que pagar para tener tu casa, si no que tú me digas lo que quieres y puedes invertir para hacerte tu casa. Dar un precio final no es la respuesta correcta, porque el rango de opciones es tan grande como el deseo que tienes para hacerlo. La magia de la arquitectura no está solo en la casa bonita, la más apantallante, la que gana el concurso. Está en la sinergia que se crea entre el arquitecto y el cliente, para poder adaptar un plan personalizado que pueda responder a todas las necesidades posibles de espacio, presupuesto y tiempo. 

Entonces tu dime, ¿En cuánto te hago una casa?

De estos temas y más hablo en mi curso “Obra a prueba de crisis”.

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