Cuatro imprescindibles. Series 2020.

Criterios Ingo E. Kobe

Si bien este año ha tenido altas y bajas en definitiva, también nos ha brindado la oportunidad de disfrutar, descubrir y sobre todo, contar con el tiempo para recuperar pasatiempos que por falta de ganas o humor, muchas veces dejamos de lado. Logramos reencontrarnos con cosas simples y cotidianas. Nos dimos cuenta de lo mucho que echamos de menos la capacidad de sorprendernos y ser felices viendo una serie o una película, leyendo aquel libro que nunca pudimos terminar (o qué ni siquiera llegamos a comenzar) o escuchando con atención el último material del artista que tanto nos gusta. 

De esta idea nace: “El jolgorio del ocio”, la columna en Criterio Diario en la que encontraremos recomendaciones sin importar formatos, gustos ni géneros. En esta primera entrega he decidido compartir con nuestros lectores el viaje que realizamos durante este año a través de diferentes series que hicieron más llevadero el tiempo en casa. 

No sé si sólo me pasa a mí, pero muchas veces me pregunto cómo habría vivido ciertas etapas de mi vida si estuvieran ocurriendo ahora mismo. La adolescencia que yo tuve, poco se equipara con la de un adolescente perteneciente a la denominada “Generación Z”. Esta pregunta fue parcialmente contestada (al menos en mi imaginación) en la grandiosa serie “We are who we are” que se puede encontrar en HBO. Con una narrativa que sorprende episodio a episodio y con unas escenas grabadas a detalle, nos encontramos con Fraser y Caitlin, dos adolescentes viviendo dentro de una unidad militar americana ubicada en un pueblo italiano. Poco a poco vamos conociendo a los personajes y llegamos a identificarnos con ellos, en algún punto de sus historias. La música es sin duda alguna, un personaje más dentro de esta historia que habla de identidad y reconocimiento. De ese caótico encuentro de uno mismo, al estar completamente perdido y sin entender muy bien quién eres ni adónde vas. Destaca el gran homenaje a una de mis canciones favoritas “Time will tell” de Blood orange, en una escena en la que recrean cuadro a cuadro, el video de esta canción. 

Dejando la adolescencia atrás, llega “Michaela Coel” con la que probablemente para muchos, sea la mejor serie que nos deja el 2020. “I may destroy you” que igual se encuentra en la plataforma de HBO, cuenta la historia de Arabella, una muy carismática y ocurrente autora millenial de un bestseller y nueva celebridad en las redes sociales. La acompañan sus mejores amigos Terry y Kwame, personajes que nos hacen sentir parte del grupo, incluso como espectadores. Con un título que en primera instancia suena muy fuerte, somos testigos de una historia que te lleva de risas extremas a la frustración total, pasando por enojo, alegría y finalmente empatía y reflexión. Una serie que tendría que ser vista por todos, en la que una víctima narra en primera persona, su experiencia de vida después de un acto violento e inesperado. Sin miedo a equivocarme, esta serie puede llegar a cambiar nuestra percepción, a veces mal concebida, de ciertas situaciones, personas y circunstancias. 

Muchos hemos tenido la intención o el sueño frustrado de aprender a jugar ajedrez para poder sentirnos intelectuales o incluso un poco “sabelotodos”. Conozcas o no las reglas del juego, aprendemos e imaginamos un sinnúmero de posibilidades, estrategias y jugadas al lado de Beth Harmon en “The Queen ‘s Gambit” (Gambito de Dama en Netflix). Conocemos a la protagonista desde que es una niña sufriendo sus desgracias durante su adolescencia y celebrando sus victorias cuando se vuelve más adulta. Creo que varios compartirán conmigo el sentimiento de creernos unos expertos en ajedrez al concluir esta serie. Una grata sorpresa aprender más allá de lo básico y conocer más de cerca la historia detrás de este gran juego. 

Dentro de una perspectiva tal vez más adulta, tuve la oportunidad de ver “Patria” (una vez más en HBO), basada en la novela homónima del autor Fernando Aramburu. A todos los que nos gusta leer, nos preocupa cuando se anuncia que ese libro que tanto te gusta, será transformado a una serie o película. Son muy contadas las veces en las que tu amor por la obra escrita trasciende a la versión en pantalla. Puedo decir que, en este caso se puede llegar a disfrutar la serie tal vez incluso más que el libro. Mi interés por conocer esta historia, parte de lo que creía saber acerca del grupo terrorista ETA, que tan famoso fuera en los años 90. Si bien había leído crónicas y testimonios, no contaba con este punto de vista que sin saber necesitaba, para poder comprender del todo el contexto y la situación histórica de dicho movimiento.  “Patria” narra la historia de dos familias comunes y corrientes viviendo en un pueblo del País Vasco. Con perspectivas que conforme avanza el tiempo, se van tornando completamente opuestas. Conocemos así, la historia del terrorista y de la víctima del terrorista al mismo tiempo. Plasmada con un realismo excepcional y con unas actuaciones magistrales, vivimos la historia tal como si nos estuviera pasando a nosotros.   

Grandes series y grandes momentos en el año en el que el mundo se paró pero que, a su vez, nos brindó el tiempo necesario para poder disfrutar de estas y muchas otras historias. 

Además de ver series, leer y escuchar toda la música que puedo, estoy en un gran podcast que se llama Popcastpop que puedes escuchar todos los martes en Spotify y plataformas digitales. 

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