Diciembre pintaba para ser el mejor mes de los empresarios después de los duros meses de confinamiento, pues tan solo en los primeros 10 días la industria restaurantera que se ubica en el Estado de Tlaxcala y Puebla ya había experimentado un crecimiento en ventas de 40% respecto a todo el mes anterior. Pero la idea de cerrar el año con un poco de optimismo, tras los duros meses vividos a raíz de la pandemia, se esfumó tras el anuncio del gobierno del Estado de Tlaxcala de regresar a semáforo naranja y qué decir de CDMX tras el anuncio del cierre obligatorio del sector restaurantero, después de que las autoridades informaron el regreso a semáforo rojo.
“Nos estaba yendo bastante bien, todavía el martes pasado estuvo muy movido. Nosotros esperábamos que diciembre fuera bastante bueno, incluso llegar a los niveles de agosto, que fue el mes de la reapertura y que hasta ahora no hemos podido igualar en ventas. Pero esto es un golpe muy duro, regresamos a la misma situación que vivimos al inicio de la pandemia”, explica Octavio Castellanos gerente de restaurante.
“Creo que estamos a un paso de nuevamente regresar a la medida, que impide vender alimentos en los establecimientos aunque sí para llevar, condena a miles de trabajadores al desempleo y a los restaurantes a la quiebra”, aseguró la Cámara nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en un comunicado en CDMX.
De acuerdo con el organismo empresarial, si en el Estado de Tlaxcala y Puebla se da el semáforo rojo como en CDMX, el cierre obligatorio podría provocar que 80% de los restaurantes de la ciudad bajen la cortina permanentemente. Tan solo al final del año, calculan que en todo el país 122,000 negocios dejarán de operar y 450,000 personas se quedarán sin trabajo datos de la Canirac. Esto provocaría una crisis irreversible. El organismo argumenta que la noticia se dio sin previo aviso, lo que impidió a los restaurantes mover o terminar su inventario, lo que provocará pérdidas debido a que si llegamos a un semáforo rojo el sistema de envío a domicilio no es suficiente para canalizar sus productos.
A varios negocios la noticia los agarró por sorpresa y les truncará los planes comerciales que ya tenía para empujar el negocio de forma presencial. Además, hoy no cuentan con la capacidad financiera para subsistir, tal y como hicieron varias empresas al inicio de la pandemia.
En este sentido, en CDMX la Canirac hizo un llamado a las autoridades para garantizar el cumplimiento del semáforo rojo para que las actividades productivas puedan reactivarse el 11 de enero. Además, piden dar apoyos fiscales como prórroga de impuestos, servicios, derechos, licencias de funcionamiento y subsidios al empleo.
Creo que es momento de reflexionar, ante esta pandemia que enfrenta el mundo muchas cosas se han tenido que revalorizar y en este sentido ojalá que la Canirac en los estados de Puebla, Tlaxcala y todo el país , prevenga, apoye y respalde a las empresas de alimentos, pero sobretodo, que la población entienda que al no cuidarnos, llevamos al límite de soporte a varios sectores entres ellos también el de salud.
La Canirac puede empezar a moverse para generar alianzas o lograr algunos acuerdos que les permitan seguir vigentes en el mercado y en la preferencia de los consumidores. Por lo pronto, el primer paso podría ser negociar con los arrendadores y pedirles que comprendan que estos comercios no se encuentran en la misma situación que al principio de la pandemia.
Es momento de unir esfuerzos y generar conciencia.
vianey.denicia@criteriodiario.com
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