Reflexiones sobre el 2020

Criterios Paul Bonilla

Antes que nada, agradecer a las y los lectores que durante este año nos han dado la oportunidad de leernos, de reflexionar sobre temas de gobierno y recibir retroalimentación, segundo, al equipo de Criterio Diario por sus atenciones y apoyo en la publicación de los comentarios de un servidor, al equipo editorial y su directiva, mis gratitudes para todos; Sin más que agradecer, comencemos.

Este año fue y será considerado como un antes y un después para los gobiernos nacionales, para las potencias regionales y los agentes internacionales, la economía sufrió la pérdida de manera estrepitosa de su constante crecimiento, hasta donde sabemos la pandemia fue provocada en China derivado de investigaciones científicas (Agente económico emergente y potencia en crecimiento) y que afectó en una primera instancia a la región asiática, demostrando las debilidades de los gobiernos locales por atender un fenómeno biológico.

Enseguida los protocolos de seguridad comenzaron a prevenir sobre las posibles consecuencias que se desatarían, la Organización Mundial de la Salud, salió a informar sobre las investigaciones, las recomendaciones fueron evidentes y los gobiernos nacionales de occidente comenzarían a trabajar en materia de transporte internacional y medidas de seguridad así como protocolos de salud en los aeropuertos; como sabemos, las grandes naciones intervinieron bajo criterios muy distantes, unas de otras, algunas partiendo del principio de responsabilidad social y resiliencia, por el otro, los modelos populistas (tanto de derecha como de izquierda) optaron por minimizar tal situación, lo que en el continente americano repercutió en uno de los más grandes problemas de salud en los últimos 100 años. Estas medidas propiciaron un desequilibrio en la economía, generando desempleo, pobreza e inflación, resultados que tardarán hasta dos años en restablecer los equilibrios y el mercado a nivel mundial.

De esta situación, México se confrontó así mismo y se agravó el resentimiento entre quienes están a favor del Presidente y quienes no concuerdan con sus ideas, lo cual desde 2019 iba incrementando el conflicto, esta situación provocó que durante los dos primeros trimestres del año, la desconfianza social se hiciera evidente, el descontrol y poco cuidado, provocaron una saturación de hospitales y la muerte de muchas personas; llevando a la sociedad a reflexionar sobre el interés que debía prevalecer por encima de hostilidades y conflictos ideológicos, dando origen a que el mexicano implementará medidas de control y cuidado, sin una actividad concreta y vinculante por parte de cualquier orden de gobierno, se establecieron ciertas acciones básicas de convivencia y de regreso a una “nueva normalidad” la cual, a lo largo de los meses se fue desenvolviendo de manera tropezada.

Durante el tercer trimestre del año, la actividad económica reinició y con ello mesas de trabajo entre los sectores industriales y los gobiernos estatales, buscando acuerdos en materia fiscal y de crédito para poder sobrepasar el semestre inmediato anterior, lo cual no sucedía desde la época de Salinas de Gortari (1988-1994) después de una devaluación del peso mexicano. La incertidumbre fue incrementando y la decepción sobre las autoridades aumentaría, la IP (industria privada) optó por actuar de manera solitaria y bajo sus propias reglas, lo cual trajo otro problema para el gobierno federal, el rompimiento con el sector productor privado, iniciando en contra una serie de iniciativas y baches para su reactivación.

Para el cuarto trimestre, la promesa de una vacuna comenzó a generar acciones de irresponsabilidad, el debilitamiento de todos los actores sociales, políticos y económicos en el cuidado personal fue aumentando, y ocasionando un incremento en la serie casos positivos y personas hospitalizadas, pronosticando que a principios de enero se descontrole la pandemia en el territorio nacional, el rezago hospitalario y los recortes presupuestarios de la federación llevarán a un nuevo decrecimiento económico y con perspectivas iguales o peores que el 9% negativo que se llegó a obtener durante el año en curso, por lo que debemos ser conscientes, la recuperación de los nuestros así como de la economía y de la “normalidad” depende en gran medida de lo que podamos hacer de manera individual, para 2021, aún tendremos cientos de casos positivos y personas fallecidas, no hay que dejar de cuidarse y más aún cuando el proceso para vacunar a toda la población tardará aproximadamente un año en realizarse. 

Les deseo felices fiestas y un 2021 de cuidado y resiliencia, salud y bienestar para los suyos. 

¡Hasta la próxima!

paulbonillatransparencia@outlook.com