Si el amor te destruye, no es amor

Criterios Martha Vargas Vázquez

Hay que cortar por lo sano…

La monogamia, la moral, el deseo, son las constantes entre las que lucha el ser humano consigo mismo, al entrar en una relación amorosa, tener el compromiso del amor, en una relación sentimental entre dos personas.

Cuando en el amor entra en juego la pasión todo puede cambiar. Esa posibilidad del amor idealizado, el amor romántico el usar la frase romántica de un “para siempre” frente a las relatividades del tiempo, de la vida, de la vida en pareja.

Al inicio de cualquier relación todo es amor y felicidad, durante el noviazgo nos conocemos con la pareja para saber si es con quien queremos compartir la vida. Si todo resulta a gusto de ambos se comparte la vida, llegamos a tener hijos y formar una familia. Pero con el paso del tiempo se empieza a desgastar la relación y se puede entrar en conflicto. Se puede decir que el amor se acaba o simplemente el amor ha terminado. En ese torbellino de emociones al que te lleva el amor cuando se va de tu relación, te lleva a buscar terapia de pareja o alguna actividad que hagan los dos que les permita poder convivir nuevamente y revivir la llama del amor.

Pero también en una crisis se puede llegar a la separación y hasta un divorcio. Muchas veces cuando vemos que la relación está totalmente terminada que ya no hay nada que hacer para salvarla, hemos sacado la peor versión nuestra y de la pareja y se piensa que por los hijos, la familia, la pareja y demás, por mil pretextos no debemos dejar a la persona y seguir en algo que ya no existe. Esto es lo peor que se puede hacer. Tampoco podemos decir que nuestra pareja no nos deja ir o que estamos en manos del otro, por tener miedo a la soledad o a lo que la gente diga. En este punto debemos ser valientes y enfrentar la realidad que el amor se terminó y esa relación llegó a su fin.

No debemos quedarnos callados cuando nos damos cuenta que la relación ya no es adecuada, cuando ambas partes ya dieron lo que tenían y esto no funciona. Es mentira que en una pareja se debe dar 50 y 50, cada uno debe dar el 100 para lograr vivir lo mejor posible en pareja. Se debe de hablar con tu pareja sin miedos ni consideraciones, se habla sinceramente y con el corazón en la mano, son tres los puntos a tratar:

-No estoy feliz. Es reconocer y decir que ya no se está feliz en la relación y en la vida juntos, más vale decirlo ahora que cuando sacamos la peor versión de cada uno y terminamos lastimándonos. Y lo peor no sólo lastimamos a la pareja y a nosotros, si existen hijos ellos también salen heridos y toda la familia de cada uno de nosotros.

-Intentar algo. Se puede hablar y llegar a tomar los dos la determinación de ir a una terapia de parejas, alguna clase de baile o cocina en pareja. Este punto debe de ser de mutuo acuerdo y con la seguridad que los dos quieren salvar la relación y van a poner lo mejor de cada uno.

-Sigo sin estar bien. En este punto ya se intentaron los dos anteriores, se hablo se intentó y no mejoró; es momento de tomar la decisión de separarse. Esta separación debe de hacerse de la mejor manera sin insultos, enojos y sobre todo sin lastimarnos. Debes de tener siempre presente de lo importante y de cuánto amaste a tu pareja en algún momento.

Se dice que después de romper una relación o separarse de la pareja es muy difícil poder ser amigos, pero si se toma en cuenta lo mucho que se conocen no le vean como algo descabellado o difícil de hacer. Y si tu relación la estas terminando en los mejores términos hablando  y diciendo lo que se quiere y que ya no se es feliz, se puede llegar a tener un amigo en ese amor que ya terminó. Muchas veces es el miedo cuando ya se tiene hijos es de no querer lastimarles, pero muchas veces los hijos prefieren ver a unos papás separados que se respetan y llevan una buena relación que tener padres que se lastiman, hieren y ofenden. Muchos hijos refieren prefieren ver a sus papas separados y que cuando se vean se lleven bien y estén en armonía que vivir en un campo de batalla.

Quedarse por consideración, por no lastimar al otro es nocivo para ambos, no lo hagas saldrás demasiado lastimada. Si se ha tomado una determinación se debe hacer, no se debe estar titubeando se debe estar consciente que es mejor separados que juntos en un infierno diario. Se debe vivir el duelo de la pérdida del amor pero es menos doloroso cuando es de mutuo acuerdo. 

Es mejor irse a tiempo y con la frente en alto sin lastimar ni lastimarse. Irse a tiempo equivale a no humillarte, no faltarte al respeto, no rogar a la otra parte y cortar por lo sano. Ahora toca armar nuestra nueva vida, vivir el duelo de la pérdida y reconstruir un futuro sin este amor. Retomar la vida de nuevo cuesta trabajo pero se aprende a estar sola y a disfrutar la vida misma. Se pueden hacer muchas actividades que antes no podías o que simplemente no te permitían hacer. Disfruta que dejaste una relación que te lastimaba y causaba daño, que simplemente ya no te hace feliz.

Te quiero pero no lo suficiente para continuar esta relación. 

Ya acabaste de estar.

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