Si algo hemos aprendido durante este año de confinamiento por la pandemia, es que es muy factible hacer ajustes a nuestros presupuestos personales cuando nos enfocamos en lo que es esencial en nuestras vidas. A mucha gente le pasó que el gasto que tenían acostumbrado hacer en plazas comerciales, restaurantes, bares o algún centro nocturno ahora lo tenían disponible. ¿Eso provocó un ahorro que impulsaría a una mejoría en las finanzas familiares? Por supuesto que no. El sector que mayor crecimiento tuvo fue el de ventas en línea, y las empresas de logística y paquetería como DHL, FedEx, Estafeta y demás fueron unos de los grandes ganadores. Es muy probable que en este 2020 hayas adquirido una cuenta de Amazon por más que te resistieras a tenerla, y ahora eres víctima de la maravilla y practicidad de este servicio, y junto con eso tus ahorros serían parte del fuego cruzado.
Por otro lado, el “home office” ha provocado que ahora las cuentas que pagamos de luz, agua y gas se hayan incrementado. Los porcentajes son muy variables y dependen mucho de nuestros hábitos, pero es casi seguro que, en cuestión de luz muchos pagan $100 pesitos más al bimestre. Justamente por eso entró en vigor en enero la reforma a la Ley Federal del Trabajo, en materia de Teletrabajo que obliga a las empresas a aportar el pago proporcional de lo que uno use para realizar el trabajo en modalidad de “home office”. Y uno pensaría que esto es una simple sustitución: lo que ahorra de luz la empresa ahora lo gasta cada casa, de cada uno de sus trabajadores. No los voy a meter en complicaciones de ingeniería eléctrica, pero les puedo decir que lo que gasta una empresa de luz es menor que la suma de cada casa de cada uno de sus trabajadores, por el simple hecho de que la tarifa de cada uno es diferente.
¿Les tocó vivir alguno de los apagones nacionales de los últimos 3 meses? Las razones por las que este fenómeno pasó tienen muchas coyunturas, es un problema complejo de sistemas que coincidieron desafortunadamente al mismo tiempo. La forma en la que se están culpando otros actores es pura politiquería, y la realidad es que en vez de estar señalando responsables es un fenómeno que debería hacernos más consientes hacia nuestros hábitos de consumo energético.
Esta semana, por cierto, ya se autorizó la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica. Sin meternos en tecnicismos, sólo les puedo aconsejar que hagan un guardadito porque los productos industriales van a subir de precio. La idea no es que suba el precio de la luz en las casas, pero ya sabemos que esta administración nos tiene acostumbrados a comprar gato por liebre, así que más vale estar prevenidos. Y para eso les traigo estos consejos que les van a ayudar mucho a que el gasto en tu recibo de luz se vea reducido y le ayude a tu cartera a blindarse contra las consecuencias de las decisiones de nuestro Presidente.
–Revisa tus lámparas: Este consejo espero que esté de más para muchas familias, pero en caso de que no lo hayas considerado, es MUY importante que de entrada las lámparas de tu casa sean ahorradoras. Las lámparas fluorescentes que son las que comúnmente se conocen como “ahorradoras” ya no lo son tanto (son lámparas que normalmente vienen como tubos en espiral), llegó la nueva tecnología LED y si está en tus posibilidades cambiar todos los focos de tu casa por estos otros, es el primer paso básico. Aquí más detalles: http://blog.ods.com.mx/2017/04/focos-ahorradores-leds/
–Revisa tus equipos electrodomésticos: El mayor consumo que se genera en las casas viene de parte de los aparatos como el horno de microondas, el refrigerador y las bombas de agua. Para los 2 primeros, trata de adquirir equipos que sean lo más actuales posibles ya que éstos garantizan un ahorro en el consumo energético. En el caso de las bombas, lo que más gasta electricidad es el arranque de la bomba. Revisa que no haya fugas de agua en tus muebles de baño que generen un gasto en agua y así no se esté prendiendo mucho la bomba de tu casa. Si tienes hidroneumático con mucha más razón hay que revisar posibles fugas para que la pérdida de presión no esté arrancando tu equipo y gaste mucha luz.
–Iluminación eficiente: Actualmente hay formas de automatizar la iluminación de tu casa, al grado de que todo se pueda controlar desde una aplicación en tu teléfono y puedas programar los horarios en los que se puede prender y apagar la luz en tu hogar. Esta tecnología, aunque ya es mucho más accesible que hace 10 años, sí representa una inversión importante ya que cada apagador estaría costando entre $250 y $400. Aun así, hay formas más tradicionales de lograr eso, sobre todo en tu iluminación exterior. Si se hace una combinación de fotoceldas y sensores de movimiento, es muy fácil evitar que alguien por descuido deje las luces prendidas por un largo tiempo en habitaciones que normalmente no usas en periodos prolongados.
–Luz natural: la mejor forma de ahorrar luz es desde el diseño de tu casa. Trata de aprovechar al máximo la luz del día en todos tus espacios, sobre todo con los que más convives. Si durante el día te vez en la necesidad de prender un foco, la iluminación de tus ventanas y vanos está muy mal aprovechada. Muchas veces es posible hacer ampliaciones en estos elementos que logren adaptar luz. Si está en tus planes hacerle una remodelación a tu casa, no pases por alto la captación de luz solar en tus espacios comunes con ventanales o tragaluces.
–Revisa tu recibo de luz: el Gobierno tiene contemplado un subsidio al consumo de luz habitacional, con el compromiso de parte del usuario de mantenerse en un rango decente. Esto lo puedes ver en tu recibo de luz, en donde se encuentra una barra que se degrada desde el color verde hasta el rojo. Si estás en el verde, no hay nada de qué preocuparse. El Gobierno subsidia a un precio razonable hasta 280 kWh (kilo watts hora) por bimestre. Si te pasas de ese consumo, el precio se dispara hasta 3 veces más. Controla cada periodo estos consumos y registra los cambios que estás haciendo para medir el efecto que pueda estar generando.
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