Enfermarte es mucho más duro si eres pobre

Criterios Martha Vargas Vázquez

Negociantes de la Salud…

En esta ocasión les contaré algo que viví en carne propia el 01 de marzo de 2021 en la Ciudad de México. Eran las 7 p.m. en la Ciudad de Puebla y mi hijo mayor de 30 años inició con vértigo y desorientación, llame inmediatamente a mi médico de cabecera y me recetó un medicamento para el vértigo. Reaccionó al medicamento y nos dispusimos a viajar a la Ciudad de México, ya en  la entrada a la Ciudad inició el vértigo de nuevo y junto con el vomito en mi hijo. Llegamos a su departamento y él seguía enfermo. Procedí a llamar una ambulancia.

Ahí fue donde se inició la pesadilla, marqué el 911, cabe decir que el servicio en México de este número es excelente, me mantuvieron en el teléfono en lo que llegó la ayuda; me mencionaron que el servicio de ambulancia era gratuito como tres veces y que en caso de que me cobraran volviera a llamar. Llegan primero dos patrullas para verificar que la llamada sea verdadera, un minuto después aparece la ambulancia de EDBO número 028 y procede a revisar a mi hijo. Los paramédicos me informan que debe ser trasladado a algún hospital, les informo que quería lo llevaran al Hospital Durango, en ese momento los paramédicos, que eran un hombre y una mujer me comentan que ellos no eran ambulancia del gobierno ya que las del gobierno están saturadas de traslados por coronavirus y que ellos son particular y que la ambulancia tiene un costo de mil ochocientos pesos, a lo cual yo les comento que el 911 me indicó que el servicio era gratuito, a lo que ellos me contestan que se retiraban del lugar y pidiera una del gobierno que, según ellos, viene sin sanitizar y posiblemente contagiada de COVID-19. Ante la emergencia de tener que llevar a mi hijo al médico y tuviera atención además del miedo a una ambulancia contaminada les ofrecí quinientos  pesos que tenía en efectivo en ese momento, según checaron con su central de ambulancias y les dijeron que si me hicieran el servicio por ese precio. Al salir a la calle a subir a mi hijo a la ambulancia me percaté que las patrullas seguían ahí, se acercaron a pedir mis datos y a preguntarme a dónde llevaba a mi hijo, les di la información. Ya dentro de la ambulancia la mujer paramédico me indicó que estaba más cerca un hospital, que también aceptaban el Seguro de Gastos Médicos y que sería atendido ahí más rápido, lo mejor era que no recibían enfermos COVID. También me dijo que si en el Durango me cobrarían veinticinco mil pesos en el Centro Médico Med me saldría en la mitad; realmente la gente puede provocar que uno se deje sugestionar en un momento de tensión, le dije finalmente que estaba bien que me llevará al Centro Medico Med. 

Una vez que llegamos ahí, para ingresar a mi paciente, lo primero es pasar a hacer tu deposito para que lo atiendan y te informan que estudios o honorarios mayores a tres mil pesos deben de pagarse antes de ser realizados y la paramédico de la ambulancia entra a Trabajo Social donde me encuentro yo para que le den dinero por llevar a un paciente a este lugar.  De Ahí era llamar a cada rato para pagar análisis, ultrasonido y lo que creían ellos necesario pero todo con un costo mayor a los tres mil pesos. De hecho querían llamar al cirujano para valorar si mi hijo necesitaba una operación, todo el ultrasonido de abdomen salió normal, por supuesto era un carga extra el que fuera el cirujano, fue cuando dije bueno hay dos médicos de urgencias se supone se titularon como médicos, cirujanos y parteros, pues ellos que hagan la valoración aparte de que un radiólogo debe interpretar el ultrasonido.

Estabilizaron a mi hijo y después de 3 horas debíamos veinticinco mil pesos que tuvimos que pagar con tarjeta para poder regresar a casa. Después de dormir 4 horas y pasar el efecto de los fármacos todo volvió a ser igual el vértigo, el vomito y el malestar volvieron. Para esto ya era la mañana del día 01 de marzo así que llame a mi médico de cabecera y me remitió al Hospital Español de la Ciudad de México, lugar en donde mi hijo fue atendido de primera y sin estar pagando cada estudio, simplemente con un deposito más bajo en cuanto a costo que lo que se pagó en Med Centro Médico. 

Sé hospitalizó mi hijo, en 3 días de estancia, con dos especialistas revisándolo, con todo el medicamento y estudios puestos, la diferencia con la clínica por 3 horas en cuanto a costo era muy poca.

Actualmente estamos en una pandemia y sufriendo por no haber lugares donde sean atendidos nuestros familiares y luego nos topamos con gente ratera como son los paramédicos de la ambulancia EDBO 028, negociantes de la salud que si no les pagas algo simplemente no hacen el servicio y todavía están en complicidad con Sanatorios o Clínicas que sólo te estafan. Qué pasa si no tienes dinero para ingresar a un familiar y este no cuenta con Seguridad Social, simplemente no es atendido y se regresa a casa a que muera.

Debemos tener la atención médica y de ambulancias lista para ser atendidos, vemos gente muriendo en su casa, afuera de los hospitales, es cierto estamos viviendo una pandemia pero lamentablemente nuestro sistema de salud así como algunos mexicanos corruptos, generamos que mucha gente muera sin ser atendida por falta de recursos. Simplemente enfermarte es mucho más duro si eres pobre, debes conformarte con ser atendido por un dispensario médico y si corres con suerte, esperar que sea acertado el médico.

Hemos perdido el lado humano de servicio a nuestros semejantes y hemos perdido el poder tener atención médica básica.

 “No llevar otro propósito que el bien y la salud a los enfermos”

Juramento Hipócrates 

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