La muerte del amor

Criterios Martha Vargas Vázquez

Duelo en el divorcio o la separación

La Tanatología no sólo aplica cuando alguien muere, también aplica en las pérdidas significativas como un rompimiento, una separación o un divorcio. 

Vamos a analizar la muerte del amor, siempre nos dicen que el amor triunfa y nunca muere. Pero todo lo vivo muere, el amor muere por diferentes causas: por un engaño, una traición, por no hacerlo sentir importante, por olvido, lo matas poco a poco sin darle tiempo y atención. Existen amores que mueren pronto, otros lentamente y también amores que nunca mueren. Al amor  lo matas o  lo asesinas.

¿Qué hacemos con el duelo cuando tenemos el corazón roto por la muerte del amor? La decisión es tuya: primero debes querer sanar tú, todos pueden ayudarte pero si tú no quieres estar bien nadie te va a salvar de ese dolor. El amor no resiste todo, el amor a una persona cae en desencanto, hastío y esto duele mucho. En segundo lugar debes ver que en el rompimiento hay muchos seres involucrados, cuando existen hijos, la familia y los amigos. En los hijos pones en riesgo su estructura emocional, cambia su rutina y su estructura familiar, no lleves a tus hijos a ser moneda de cambio, toma en cuenta sus sentimientos, ellos también están en duelo, sienten la pérdida de papá, de mamá y de su familia.

Cada situación es única ya que debes de saber en qué momento se termina el amor, quiénes son los actores principales: tú y tu pareja, los hijos y la familia política que tuvo que aceptarlo primero y de repente se termina y ya no están dentro de la familia. Debes tenerlos en cuenta pero la decisión es de ustedes dos, de la pareja.

El divorcio es como el teatro, primera llamada cuando te das cuenta que la relación está mal que algo ya no funciona ahí debes de hablarlo con la pareja y decir lo que sientes o de lo que te das cuenta. Si existe un engaño de por medio, habla con tu pareja y dile “no estoy feliz”, “necesitamos hablar”. El silencio es el peor enemigo en una relación. Necesitamos hacer cambios, si no lo hablas matas el amor. 

La segunda llamada es: que a pesar de los cambios esto sigue sin funcionar, ahí debemos buscar ayuda profesional, un consejero matrimonial, un retiro espiritual, un psicólogo, un sacerdote o algún pastor dependiendo la religión. Debemos luchar para salir adelante con ayuda de un profesional.

La tercera llamada es: lo hemos intentado y esto no funciona, vamos a planear maduramente y consiente la separación sin dañar a terceras personas, menos a los hijos y debemos honrar la memoria de esta historia de amor. Si una de las partes comete un error esto no lo vuelve un error, es simplemente alguien que se equivocó.

En estos tres puntos es válido reconsiderar la idea y seguir juntos. Podemos reconocer que sí lo quiero y deseo seguir con él. No se queden por miedo a la soledad, ni por la economía o por los hijos. Si se quedan juntos es por amor, porque están dispuestos a volver a amar y llevar una vida llena de amor y alegría para ambos.

Los hijos no pueden ser un pretexto ya que muchas veces ellos son más felices viendo unos papás separados que pelándose. No usarlos de moneda de cambio para que te den tal o cual cosa. Tenemos la obligación de criar hijos felices, ese es el principal compromiso.

El divorcio o separación no es un fracaso es una experiencia, fracasar es vivir una vida infeliz. En la separación la pareja se quiere ir, eso le pega al ego y terminas echándote la culpa, si falto algo o no di tal cosa. Pero cada una de las partes es responsable de lo que sucede, es decir, cada quien tiene su parte de culpa.

Se necesita reconstruir nuestra nueva realidad, necesitamos herramientas para esto. Debes buscar nuevos recursos para retomar la vida nuevamente. El viaje por la vida sigue, no para por una separación o un divorcio. 

Qué es más difícil ser, el que se va o el que se queda. El que se queda en la casa está lleno de recuerdos y nostalgia. El que se va extraña todo lo que tenía. Para saber cuánto duele una separación, tienes que vivir tu pérdida para saber que tan doloroso es un choque de emociones. Debemos hacer una revisión de qué pasó, cómo contribuí para que pasara y qué voy hacer para sanar y salir de este duelo. Debo trabajar la herida y no estar  pensando en lo que pudo ser y no fue. Debes de entender que se terminó y ya no buscarlo, hablar de él o de ella, frena a la gente que viene a contarte cosas, mantente alejado de las redes sociales de la otra parte o buscar coincidir con la persona. Suelta esa parte de tu vida que ya no lo es. Recuerda que en Tanatología soltar no duele, duele el estar aferrado a algo que ya no está.

El duelo por divorcio es todo un torbellino de emociones, debemos dejar el hubiera o pudo ser. Se pide perdón a la relación pero no se vuelve a dar oportunidad de nuevo, debemos salir con dignidad. Sal de un divorcio por la puerta grande, no por  la  puerta de servicio.

Nadie es el motivo de vivir de nadie, cada quien es responsable de su vida, no te vuelvas codependiente de nadie. Esta experiencia te va a enseñar a ser más fuerte y salir adelante a retomar tu vida, no permitas que el enojo te lleve a lo que no eres, no tomes decisiones apresuradas como vender tu casa, cambiarte de ciudad o de trabajo. Recuerda a la persona que ya no está físicamente como realmente fue, no lo idealices ya que terminarás sintiendo nostalgia por no tenerlo. No busques amores del pasado, el recuento no siempre funciona, eso terminó por algo y en medio del dolor no lo recuerdas. Ve para adelante, tienes toda una vida por delante y el amor llegará a tu vida.

El duelo por separación activa duelos pasados, debes hablar, llorar y reír. Crece y aprende de todas estas emociones. Cultívate y retoma tu vida de la mejor manera. No dejes que se muera el amor y tú con el. 

Sabes con quien te casas, pero no de quien te divorcias                                    

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