Del Proceso Electoral, de sus Candidatas y Candidatos

Criterios María del Carmen Leyva

Se dice que la denominación de ciudadano va mucho más allá del ejercicio de votar, de elegir a sus representantes para los distintos cargos de elección popular, sin embargo, en las circunstancias de maduración que lleva nuestra joven democracia hay que reconocer que las generaciones de mexicanos que tenemos esa oportunidad no fuimos formados para la democracia, para ser demócratas y entender que más que una credencial electoral o de identificación con muchos numeritos, ser Ciudadano –así con mayúscula- ES UN ESTATUS DE EJERCICIO Y DE INVOLUCRAMIENTO EN LO QUE COMO SOCIEDAD NOS IMPORTA, y dentro de esas muchas cosas, EL GOBIERNO QUE NOS QUEREMOS DAR en las personas que se ofrecen a ello.

La historia nos revela que por esa falta de formación cívica y democrática, no sólo adoptamos posiciones contrarias a los valores democráticos como la intolerancia, la indiferencia y el desentendimiento de lo que le afecta a los demás aún cuando sabemos que tarde o temprano nos terminará afectando, sino que además, en la parte meramente mecánica del voto, la evidencia nos alerta que en lugar de evolucionar a una mayor participación y consciencia democrática, retrocedemos en participación y las definiciones que afectan nuestra forma de vida, quedan en minorías movidas por estructuras que perjudicialmente han venido corrompiendo la esencia del sufragio y la participación electoral, reduciéndola a una efímera moneda de cambio.

Así pues, como si dicho escenario no fuese lo suficientemente alarmante para motivarnos a buscar mejores derroteros, en este proceso electoral 2021, a casi un mes de campañas federales e iniciadas las locales, como ciudadanos nos encontramos limitados en saber, sin filtros propagandísticos, quiénes son la oferta político-electoral ofrecida por los distintos partidos y coaliciones, y es que no es ni sencillo de ubicar dicha información, menos entenderla, y aún más lejano, que podamos contar con un canal de contacto con dichos candidatos más allá de sus recursos digitales publicitarios. Veamos de qué les hablo.

Para empezar, los ciudadanos sin involucramiento partidista, debemos de caer en cuenta que existe una división electoral, bueno dos realmente, una federal y una estatal o local, así que se empieza a dificultar la comprensión de nuestra condición de electores: ¿a qué distrito pertenezco? Porque de otra manera no puedo saber quienes son los candidatos que corresponden a dicha demarcación. Después, el INE en su pagina https://candidaturas.ine.mx/  nos ofrece dos opciones de candidaturas así, sin mayor explicación, en el primer apartado para ubicar a los candidatos que los partidos registraron en un Estado: Candidatos de Mayoría Relativa y Candidatos de Representación Proporcional, y ¿eso qué significa? Supongo que la mayoría de ciudadanos registrados en el padrón electoral se preguntaría lo mismo. Luego y por suerte, cuando preguntan la Sección Electoral hay un signo de interrogación que al seleccionarlo nos enseña gráficamente en que parte de la Credencial Para Votar Con Fotografía se encuentran esos cuatro dígitos. 

El hecho es que, al final del formulario y realizar la consulta, el resultado para el Estado de Puebla es cero tanto en pantalla como en la descarga del archivo de Excel. Así que ni datos numéricos, y mucho menos sustantivos, como el nombre y una breve semblanza aparecen, ya no digamos las versiones públicas de las declaraciones patrimoniales, de interés y de cumplimiento fiscal conocidas como 3 de 3 y menos aun sus propuestas concretas de trabajo.  

Si aún nos queda interés por indagar quiénes son nuestros candidatos, supondría que con googlear “Candidatos a diputados federales 2021 por partido en Puebla”, algo habría aunque no sea del todo oficial; pues no,  el resultado es que hay información de diversos medios pero incompleta y hasta contradictoria. De los sitios oficiales de los Partidos en el Estado abunda la publicidad pero no lo que sería sustantivo para ellos y nosotros. Así que corremos el riesgo de quedarnos más frustrados o confundidos que al inicio. 

Como hemos descubierto en el combate a la corrupción, el lenguaje oficialista, especializado y políticamente correcto es el que menos comunica al grueso de la población. Los términos leguleyos y altamente cargados de tecnicismos normalmente han sido usados para desanimar a quien busca indagar; presentarle a la gente cualquier información fuera del lenguaje ciudadano es generar la percepción de que es algo altamente complicado, fragmentado e inentendible, a menos que se pertenezca a ese segmento reducido de ilustrados en la material. Eso no cumple con la integración ni la participación de la sociedad en los temas de interés común. La autoridad electoral, INE o IEE según sea el caso, tiene una gran oportunidad de verdadera Transparencia Proactiva, (informar quiénes son y qué proponen más allá de las descalificaciones o pirotecnia publicitaria) pues en estas circunstancias sería de utilidad pública una relación completa y clara de quienes y por qué partidos aspiran a obtener nuestro voto el próximo 6 de junio. En el caso de los partidos políticos, además debiera ser una motivación extraordinaria la de ofrecer canales oficiales y verdaderos entre sus candidatos y el electorado, pues si realmente aspiran a ser votados por electores consientes, hace falta más información y menos propaganda.

Cierro en esta ocasión dejándoles una propuesta:

“Si un candidato pide tu voto, tu pide que haga pública su información como Curriculum Vitae (hoja donde nos presente su experiencia y formación profesional); versión pública de su declaración patrimonial, de interés y de cumplimiento ante el SAT; su proyecto de trabajo con acciones concretas y realizables. – EJERCE TU DERECHO A SABER ANTES DE VOTAR”

caratransparencia@gmail.com