Los cuentos de vida de Alice Munro.

Angelica Lobato Torres Articulos Criterios

Alice Munro, la escritora canadiense y ganadora del Premio Nobel de Literatura conocida por sus cuentos, murió en Ontario, Canadá, a la edad de 92 años. La noticia fue confirmada “con gran tristeza” por un portavoz de su editorial, Penguin Random House.

Munro pensaba en cuentos, describió su lugar de nacimiento, Wingham, Ontario, como “una empresa de zorros y visones al borde del colapso, más allá de la parte más desacreditada de la ciudad”. vivió infancia su infancia en los mundos creados por escritores como Emily Bront y Charles Dickens, lo que aumentó su capacidad para escribir historias en su adolescencia mientras imitaba los estilos de sus héroes literarios.

Se graduó como la mejor estudiante de su escuela secundaria, Munro recibió una beca de dos años para asistir a la Universidad de Western Ontario, donde se especializó en periodismo antes de cambiarse a inglés. A pesar de la beca, las dificultades financieras la obligaron a trabajar como recolectora de tabaco, empleada de una biblioteca e incluso a vender su propia sangre mientras estudiaba. Antes de graduarse, se casó con su compañero de estudios James Munro y se mudó con él a Vancouver, donde la pareja tuvo tres hijos y luego abrieron una librería, lo que yo creo sería el sueño de cualquier lector… bueno tal vez no los hijos.

Teniendo acceso a todos esos libros, Munro se sumergió por completo en la literatura, concretamente en escritores como Eudora Welty, Flannery O’Connor y Carson McCullers, cuyo trabajo la impulso a escribir sobre la población rural de los pueblos pequeños, como ya lo había intentado cuando tenía veinte años, pero el bloqueo del escritor ocasionó más trabajos abandonados que escritos terminados.

Para ella, eso de tener hijos fue lo que la llevo a dedicarse a escribir cuentos, para bien o para mal, el tener que encargarse de las bendiciones no le permitía tener tiempo suficiente para textos más largos.

En 1968 publicó su primera colección de cuentos, “Danza de las sombras”. El libro, una colección de 15 de sus primeras historias, recibió elogios de la crítica y ganó el prestigioso Premio de Ficción del Gobernador General de Canadá ese mismo año.

De naturaleza semiautobiográfica, explora la universalidad del impulso humano por el autodescubrimiento, el amor y la independencia, a través de la mundanidad de la vida cotidiana en pequeñas comunidades rurales.

“Lo que se obtiene en un pueblo pequeño es una especie de actitud social destilada para que uno pueda mirarlos… el pueblo pequeño es como un escenario para las vidas humanas”.

En otras publicaciones como “Las lunas de Júpiter” y “El progreso del amor”, Munro experimentó con la arquitectura tradicional de los cuentos e incorporó estructuras narrativas no lineales. También fue conocida por editar y revisar constantemente sus historias, incluso después de su publicación.

Varios de los cuentos de Munro fueron adaptados al cine, incluido el cortometraje ganador del Oscar de 1983 “Boys and Girls” y la película nominada al Oscar de 2006 “Away from Her”.

En 2009, Munro reveló que había recibido tratamiento por cáncer y se había sometido a una cirugía de bypass coronario. Tres años más tarde, publicó su última colección de cuentos, “Mi vida querida”, un retrato más sombrío de la vida en los pueblos pequeños.

En 2013, Munro fue seleccionada como Premio Nobel de Literatura por su trabajo que abarca siete décadas. El Comité Nobel describió a Munro como una “maestra del cuento contemporáneo”, cuyos escritos capturaron “la sensación de ser simplemente un ser humano”.

“Quiero que mis historias conmuevan a la gente… todo lo que cuenta una historia conmueve al (lector) de tal manera que uno se siente una persona diferente cuando termina”.

No solo escritores, aunque Margaret Atwood, Julian Barnes o Joyce Carol Oates han confesado a menudo su admiración por ella, también todo tipo de artistas, como Pedro Almodóvar, que en una escena de “La piel que habito”, Elena Anaya sostenía en sus manos “Escapada”, un volumen de relatos de la autora canadiense, de los cuales unió 3 de los cuentos para su película “Julieta”.