Por: Redacción Criterio Diario/ Foto: Getty Images
El Vaticano ha protestado ante Italia por un proyecto de ley sobre homofobia que actualmente está siendo aprobado por el parlamento.
El proyecto de ley Zan castigaría la discriminación y la incitación a la violencia contra la comunidad LGBT, así como contra las mujeres y las personas con discapacidad.
El Vaticano argumenta que el proyecto de ley frenaría las libertades religiosas, aseguradas en un tratado.
Según la doctrina católica romana actual, las relaciones homosexuales se denominan “comportamiento desviado”.
Los defensores del proyecto de ley dicen que tiene salvaguardias para garantizar las libertades religiosas.
El proyecto de ley Zan, que lleva el nombre del activista y político LGBT Alessandro Zan, fue aprobado por la cámara baja del parlamento en noviembre y ahora debe ser aprobado por el Senado.
Agregaría protecciones legales para mujeres y personas LGBT o discapacitadas. Los culpables de delitos de odio o discriminación contra estos grupos podrían enfrentar hasta cuatro años de prisión.
¿Cuáles son las objeciones del Vaticano?
El Vaticano entregó informalmente una carta al embajador de Italia el 17 de junio, protestando contra la ley propuesta.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, dijo a la agencia de noticias AFP que el proyecto de ley era “un acto sin precedentes en la historia de las relaciones” entre Italia y el Vaticano.
El Vaticano cree que violaría el Tratado de Letrán, firmado por los dos en 1929, que reconoció a la Ciudad del Vaticano como un estado independiente.
Según el periódico “Il Corriere”, la Iglesia se ha opuesto a que las escuelas católicas no estén exentas de un día nacional propuesto contra la homofobia y la transfobia, que se celebrará el 17 de mayo.
También ha expresado su preocupación de que los católicos puedan enfrentar acciones legales por expresar sus opiniones sobre temas LGBT.
Matteo Salvini, el líder de la Liga del Norte de extrema derecha, dijo que su partido estaba alineado con la postura de la Iglesia.
Alessandro Zan, quien patrocina el proyecto de ley, ha rechazado las acusaciones de que traería censura.
“El texto [de la ley] no restringe de ninguna manera la libertad de expresión o la libertad religiosa. Y respeta la autonomía de todas las escuelas”, tuiteó.
Desde su elección en 2013, el Papa Francisco ha adoptado una postura más liberal hacia la homosexualidad.
En un documental el año pasado, dijo que a las parejas del mismo sexo se les debería permitir tener “uniones civiles”.
Pero el Papa Francisco ha reiterado previamente la posición de la Iglesia de que la homosexualidad es un pecado. En 2018, también dijo que estaba “preocupado” por la homosexualidad en el clero y lo calificó de “un asunto serio”.
