La tercera ola, una batalla en contra de la ignorancia

Criterios Paul Bonilla

El gobierno federal mediante las palabras del Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, en recientes días, informó que tras un crecimiento sustantivo de los números de casos de contagios del COVID-19, aceptó que se vive un tercer repunte con un incremento del 22 por ciento en el país; esto se venía contemplando desde el mes de junio y analizado por las autoridades de salud pues en sus escenarios se contemplaba que las campañas electorales incrementarían el número de contagios, debido a los mítines, reuniones y recorridos de los miles de candidatos que se dieron en todo el país. Puebla no fue excepción, la secretaría de salud estatal, preveía un aumento en el número de contagios en la zona metropolitana de la ciudad hacia la primera semana de junio, sin embargo, esta situación no se dio.

Por otro lado, el comportamiento social fue distinto, ante la reactivación económica y apertura parcial de lugares públicos, plazas comerciales, centros sociales, parques y lugares recreativos, la afluencia superó por mucho la actividad permitida en la zona metropolitana por parte de las autoridades de protección civil, tanto estatal como municipal, a su vez, la aplicación de la vacuna en la población económicamente activa (50-60, 40-50 años) incrementó una “confianza” para salir a las calles. 

Durante el mes de junio y principios de julio se aplicarían miles de primeras dosis, las cuáles terminaron siendo menores a las esperadas, tanto que las autoridades estatales en conferencia de prensa mencionaron y lamentaron que no se llegara a la meta puesto que se habían aplicado 160 mil vacunas de una meta de 195 mil, lo cual fue a causa de dos factores, la desinformación sobre la marca comercial de la vacuna (efectividad) y la apertura de los centros de trabajo al traslado de su personal a los centros médicos para ser vacunados; resultando que centros de vacunación como lo fue la 25 zona militar convocaran a personas de menor edad a acudir para ser inyectados puesto que de no hacerlo, el material médico se perdería. 

Para el 09 de julio, el gobierno federal reportó un aumento del 40 por ciento de los casos en el estado de Puebla, pasando, a corte del 2 de julio, de 300 a 422 personas, según las cifras de la Secretaría de Salud federal y si a eso sumamos los pequeños casos de fiestas sociales sin protocolos de seguridad y la reciente actividad de fin de cursos escolares, se teme que la zona metropolitana de Puebla deba aplicar antiguas medidas de distanciamiento social, ya que el relajamiento e imprudencia de ciertos sectores de la sociedad han provocado una alarma dentro de los entes de gobierno.

La responsabilidad es mutua, entre gobernantes y ciudadanía, sin embargo, por parte de las instituciones públicas se debe hacer un redoblamiento en los esfuerzos por informar a sus habitantes que aún no se ha terminado la pandemia y que los grupos poblacionales vacunados son menores de los que no, y para que se reactiven las actividades al 100 por ciento deberán pasar más meses, esto para que sean vacunados los habitantes restantes; Por lo cual se debe optar por campañas de comunicación en medios masivos, como radio, tv, periódico, redes sociales con el fin de informar que no podemos actuar de manera irresponsable ante la situación sanitaria en el estado y que brotes de nuevas cepas como la Delta ocasionarían una alerta máxima para los hospitales, es entendible que llevemos más de un año sin salir a otras partes del país o del mundo, sin embargo, la responsabilidad y empatía por los círculos sociales es mayor, en diciembre del año pasado se tenía una preocupación notable por la cantidad de familiares y conocidos que fallecieron a causa de la pandemia.

La comunicación e información debe ser un trabajo de todos los sectores, públicos, sociales, comerciales, económicos, ya que ante una cercana tercera ola en la zona metropolitana de Puebla, podríamos reaccionar tarde; el generar espacios de comunicación multimedia masivos son urgentes, la atención de la pandemia aún debe ser tema prioritario para los encargados de la difusión y comunicación social de los gobiernos así como de la industria, informar sobre la efectividad de las vacunas es totalmente importante, incentivar a los ciudadanos en su aplicación es fundamental para la seguridad de todos los habitantes. Un claro ejemplo, de la ignorancia ante estos hechos, son los incrementos desastrosos en Europa y Estados Unidos de contagios de la nueva cepa Delta, son miles de vacunas que no son ocupadas y desechadas a la basura puesto que no confían en la “efectividad”, solo por mencionar un ejemplo, de 9 mil casos registrados el 18 de junio en Europa, se han pasado a 20 mil casos en los últimos días, en países como Rusia, España y Reino Unido informa la Organización Mundial de la Salud, por lo que mantener informada a la ciudadanía constantemente es menos costoso en vidas humanas ante una batalla contra la ignorancia. 

¡Hasta pronto!

paulbonillatransparencia@outlook.com