La literatura erótica

Angelica Lobato Torres Criterios

Me esforcé mucho por no escribir de este tema, pero como la semana pasada les escribí de como “Cincuenta sombras de Grey” de E.J. James, es el invento de una fan que necesitaba un poco más de la historia entre “Edward” y “Bella” en “Crepúsculo” de Stephanie Mayer, que en mi opinión tiene cosas que son no aptas para su categoría de libro juvenil y me convencí de que es momento.

Aún recuerdo, como se fuera ayer, el día que una clienta me gritó a todo volumen: “Eres una puerca como yo” y soltó una tremenda carcajada. Primero tuve que ir por las sales para recuperarme del susto, pero después entendí que era porque me vio con la primera parte de la saga de las “Sombras de Grey”, me dio mucha risa después y nos pusimos a platicar al respecto. Ella me comentaba que ella se compró el libro porque la amiga de una prima se lo había recomendado y que cuando lo compró fue casi disfrazada, no la fuera a ver alguien…

Y si, al principio a la gente le daba pena si quiera preguntar el área donde se encontraba de literatura erótica, Dios sabe lo que la sociedad poblana pudiera decir de una señora que comprara esas cosas. Los hombres compran sin tapujos los libros de El Marqués de Sade, que en mi opinión son algo mucho más fuerte que algo erótico. Pero que una mujer fuera por un libro, que tenía una historia “romántica” y escenas de sexo completamente explicitas, era algo que les daba mucha pena. Sin embargo, el que muchas de estas historias estén escritas por mujeres, que estén siendo adaptadas al cine hacen que sean un “pecado” menor.

La literatura erótica no es algo nuevo, simplemente no se le llamaba así, al ser escrita por autores serios como Vladimir Nabokov, autor de “Lolita”, Anne Rice, autora de “Entrevista con el Vampiro” o Margarite Duras, autora de “El Amante”. También están esos pequeños libros que estaban en los puestos de revistas o en los anaqueles de revistas del supermercado, que son publicados por la editorial “Arlequín Ibérica” y cuentan con millones de historias bastante explicitas, bueno hasta el infame “Libro Vaquero” puede ser considerado en esta categoría.

Tristemente, cuando algo se vuelve un éxito, se explota hasta que se desgasta la formula. Con las “sombras de Grey” y con una de las sagas más populares en estos bajos barrios de las novelas “Pídeme lo que quieras” de Megan Maxwell, la historia de un libro se convierte en 3 libros y luego en más libros de la misma historia pero de diferente punto de vista, luego varios libros de la hermana de algún personaje y la guía de practica de todo lo que hacen los protagonistas de la historia. “Pídeme lo que quieras” y sus historias alternas son sobre Judith, una española loca (así se define la protagonista) que todo lo relaciona con diferentes canciones y el alemán (casi glacial) Eric Zimmerman y no lo voy a negar, cuando lo leí lo ame y lo recomendé a todas las personas que querían leer algo así, pero con el paso de los libros, la magia se diluyó y llegue al punto de decir, bueno ¿Qué más pueden hacer estos dos?

Y no se hagan, todos tenemos nuestra letra escarlata, todos tenemos algo que nos gusta que puede no ser bien visto, mientras este dentro de la ley, disfruten lo que les guste, al fin cada quien paga sus cosas jejeje.

angelica.lobato@criteriodiario.com