La Oportunidad de Dirigir

Criterios María del Carmen Leyva

Después de las pasadas elecciones de junio se abre frente a todos nosotros la oportunidad de dirigirnos hacia mejores condiciones como sociedad mexicana.

El pasado quedó atrás, la contienda electoral quedó atrás; la polarización, el contraste y la disyuntiva entre opciones debe quedar superada. Ya elegimos, ya tenemos autoridades electas que van desde miles de regidores y alcaldes hasta los centenares de legisladores estatales y federales, y todos, electores y elegidos tenemos la responsabilidad de construir para mover a la nación hacia mejores derroteros.

Males que parecieran endémicos, culturales, milenarios, maldiciones y demás como la corrupción entre muchas, serán superables si mandantes y mandatarios seguimos dando pasos que rompan nuestro conformismo, individualismo, egoísmo, indolencia y revanchismo. Por eso es que la confrontación debe quedar atrás y los esfuerzos concretos por realizar acciones específicas de Inclusión de la sociedad y de respeto a todas las personas para en verdad abatir los rezagos y vicios, gubernamentales y sociales que todos prometieron en campaña. Sí eso les movió hace unas semanas, no veo porqué haya de cambiar dicha convicción y voluntad.

La civilización es más ello cuando se dan los equilibrios, cuando se abren con ingenio más espacios para más expresiones, cuando la convivencia asume un principio de reciprocidad entre pares. En el México y la Puebla del Siglo XXI, no debe haber cabida a los modelos que etiqueten y dividan, que nos confronten y acrecienten sentimiento de indiferencia o rencor. Aunque esto puede parecer una macro tarea, y lo es, la respuesta la tenemos en el gran número de personas que han sido electas, y aquellas que serán invitadas a corresponsabilizarse en el gobierno.

Cada Regidor, cada Legislador y cada Alcalde es una posibilidad de transformación en un ámbito y un territorio de nuestro Estado. Si cada uno de ellos, durante estas semanas que tiene para afinar el compromiso público que asumirá y opta por una nueva forma de hacer algo de lo que de por sí deberá realizar, tendremos un enorme movimiento de transformación en la cosa pública. Sin duda alguna de esas experiencias, gracias a la comunicación digital que es inmediata hoy en día, potenciará la replicación de mejores prácticas en la acción gubernativa.

Acemoglú y Robinson vienen invitando a sociedad y gobernantes a trabajar en dupla, en generar instituciones inclusivas donde la cocreación, colaboración y corresponsabilidad sean el elemento que le devuelva dignidad a la ciudadanía y legitimidad a las autoridades.  Las autoridades que nos hemos dado en las pasadas elecciones deben responder a ello, no porque crean que por méritos propios les dio y sobró para obtener un triunfo electoral, definitivamente no. La sociedad votó de modos y maneras que distan mucho de bloques ideológicos o fans de un partido. El mensaje a las vigentes y entrantes autoridades es muy claro: dominio del gobierno, resultados, colaboración plena con sus mandantes y respeto a las libertades ganadas a través de décadas por decir lo menos.

Así como modelos de gobierno van y vienen con las épocas, nuestra época exige definiciones en ámbitos y sentidos que aún no vemos, así que sociedad y futuros gobernantes tenemos la obligación y responsabilidad histórica de poner nuestro granito de arena para un verdadero cambio, pues ya vimos que ni los cambios de partido o de ideología son el camino, propongamos nuevos caminos a explorar en reciprocidad mandantes y mandatarios. Démonos el respeto y la legitimidad que tanto nos urgen en nuestra joven democracia.  Démonos la oportunidad de dirigirnos a un mejor destino.

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