¿No les paso al inicio de esta pandemia que los remedios para evitar la enfermedad salían de todos lados? Que si el caldo de guajolote, el escapulario, las gotas de cloro, que el té de mezcla de sabe Dios qué hierbas, las meditaciones guiadas y los cuarzos. Algunos más extraños que otros; algunos ya existían para otras enfermedades o afecciones, pero en el fondo, si uno cree y usa el poder de la mente… no dudo que todos sean efectivos; sino pregunten el poder curativo que el caldo de camarón que hago cuando mi hermana tiene gripa.
No dudo de las medicinas, Dios sabe que creo firmemente en el poder de los fármacos, pero a veces llega el momento en que las medicinas comienzan a no ser suficiente o ya es demasiado, y uno necesita buscar ayuda en otros lados. O como en mi caso de la vida real, para ayudar a mi abuelo, decidimos buscar aun doctor que nos recomendaron y resulta que además de ser un médico titulado, también estudio el arte milenario de la acupuntura y la moxibustión.
Yo jamás he dudado de la acupuntura, sólo que la creo demasiado complicada para que yo pueda entenderlo, sin embargo, estoy completamente segura de que sirve para quienes crean en ella, esta ciencia ha existido durante siglos en todo el mundo. No como las medicinas y algunos médicos que un día hacen un tratamiento para alguna enfermedad y 20 años después resulta que la medicina que has tomado toda tu vida te causa una dolencia peor. Así que ¿Por qué no intentar algo diferente?
El libro “Fundamentos De Acupuntura Y Moxibustión De China” del Instituto De La Medicina Tradicional China De Beijing, es como la biblia para las personas que van a la librería y que quieren aprender más, tristemente recuerdo como varios de mis clientes me explicaban los beneficios de estas prácticas, pero mi cabeza no daba para eso, sonaba demasiado bueno para ser verdad. Ahora, yo no lo he intentado pero mi curiosidad me llevará a querer saber más, a querer intentarlo.
Otra cosa que pasa es que mucha gente prefiere leer e intentar uno mismo, que ir con una persona preparada. A veces a mí me daba cierta incomodidad vender libros como “Localización De Los Puntos Acupunturales” del Instituto Latinoamericano De Medicina Oriental, porque ya me imaginaba a más de una señora convirtiendo a su “paciente” en alfiletero sin ton, ni son y no me quiero imaginar cuantos no quieren siquiera ver una aguja cuando alguien cometió un error con el tratamiento.
Esta semana también aprendí que es la moxibustión, que es la aplicación de calor en los puntos necesarios para activar la energía de algunos órganos, músculos, etc. Del cuerpo. Para esto se necesita un o una “moxa” que es un enrollado de hierbas que muchos se preguntaran si es de lo que ustedes creen que están oliendo y que los llevará a momentos más “relajantes y locos” de su vida, pero no, no es eso (eso me dijo el doctor cuando nos daban la explicación de cómo ocuparlo con el abuelo).
Pero más allá de todos los tratamientos, puedo decir que el doctor, en su mezcla de conocimientos, nos dio confianza. Y la mayoría de las personas que creen en este tipo de tratamientos son chéveres. El abuelo no es un hueso fácil de roer y está siguiendo las indicaciones al pie de la letra. Llevamos menos de una semana siguiendo las recomendaciones el doctor y los cambios han sido significativos, nos hace creer que todo esto funciona y mientras no haga daño, ¿Qué perdemos en intentar?
angelica.lobato@criteriodiario.com
