Pocas son las veces en las que vemos o leemos algo que sentimos completamente real. Si bien nos llegamos a identificar con personajes y situaciones, siempre sabemos que al final todo es parte de una ficción. Vienen a mi mente una saga libro que leí hace unos años y una miniserie que para mi gusto es de lo mejor que se ha hecho en los últimos años.
Recuerdo muy bien el sentimiento que provocaron en mí todas las entregas de “Mi Lucha”, saga de seis libros en las que el autor Karl Ove Knausgård relata con total claridad las experiencias de su vida en diferentes etapas y desde diferentes perspectivas de acuerdo con lo que en esos momentos estaba viviendo. Algo que me atrapó de este autor es la capacidad de contar todas aquellas cosas que normalmente decidimos guardarnos y no compartimos con los demás. Una honestidad en ocasiones un tanto extrema que te atrapa y te hace partícipe de múltiples anécdotas.
Decido iniciar esta entrega de el Jolgorio del Ocio mencionando esta saga, porque no recuerdo otra vez en la que una obra me pareciera tan real y transparente hasta ahora que tengo una sensación muy similar cada que veo un episodio de Escenas de un Matrimonio (HBO / HBOmax). Toda la historia se desarrolla con el mínimo de actores y prácticamente en una sola locación, la casa de Jonathan y Mira (interpretados magistralmente por Jessica Chastain y Oscar Isaac).
No logro identificar el momento o la razón en particular en la que esta historia me atrapó y me atrevo a pensar que es parte de la idea de los creadores. Aparentemente lleva una narrativa lenta y monótona en la que no sabemos muy bien lo que estamos viendo o hacia dónde nos conducirán estos dos personajes. Sin darnos cuenta estamos ante un testimonio que sentimos por demás real en el que compartimos sentimientos, culpas e incluso maneras de pensar con alguno de los dos protagonistas.
El título de esta miniserie no puede ser más atinado. Literalmente vemos a lo largo de 5 episodios, escenas de una pareja en momentos decisivos y significativos que marcan la pauta de su historia juntos. Basada en la miniserie sueca que el controversial director Ingrid Bergman llevó a la pantalla chica en los 70 ‘s, podemos ver esta reinterpretación en la que los papeles se invierten un poco y los diálogos se tornan aún más intensos que en la versión original. Mucho se especuló en que tal vez el director intentaría copiar el estilo de Bergman y la realidad es que, si bien logra mantener ese sentimiento a veces incómodo, transmite un estilo bastante particular.
Sin duda lo que más destaca es la dirección hacia los actores. Nos venden la idea de estar casados con una vida de pareja rutinaria y se la compramos de inmediato. Jessica Chastain no ha dejado de sorprenderme, tiene una capacidad de ir de una emoción a otra que es impresionante. Si bien la actuación de Oscar Isaac es también fenomenal, creo que Mira le permite a Jessica tener muchos más matices.
Recomiendo que vean esta serie con una mente abierta y poniendo especial atención a los diálogos, los elementos en las locaciones (por más simples que parezcan) y sobre todo a la honestidad que se percibe en la interacción de estos dos personajes que para mí se han vuelto icónicos desde ya. En mi caso, no ví más de un episodio al día porque es una historia con una carga emocional muy fuerte que te afecta y se necesita digerir.
“Si no me voy en este momento, sé que probablemente nunca lo haré…”
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