Los espejos de la 6

Criterios Jaime A. Romano

La 6 Oriente es famosa entre los Poblanos y los visitantes, cariñosamente llamada “La Calle de los Dulces” es el hogar de múltiples establecimientos que se dedican a la venta de dulces típicos de Puebla.

Pero dicha calle no es como otras, para empezar si lo vemos objetivamente, es una calle corta, inicia atrás del teatro principal, si queremos verla románticamente podemos decir que “nace” del Barrio del Artista. De ahì se extiende hasta cerrar con la 5 de Mayo y el Mercado de La Victoria, una calle con mucha vida comercial, de mucha tradición y de mucha historia.

Tiene en la esquina de la 4 norte el templo de San Cristobal, sobre el cual en algún momento elaboré un poco acerca del mismo. Solamente queda decir que esta joya del Barroco Poblano tiene un esperanzador futuro, tras sufrir un ataque en tiempos recientes en los que la puerta lateral (que justamente da a la 6 oriente) fue vandalizada, el templo se encuentra bajo una nueva custodia, misma que promete nuevas eras para este espacio.

Como lo platicaba en otra ocasión, los dulces Poblanos legendariamente son atribuidos a las cocinas de los conventos de la Ciudad, y quizás el más famoso por sus dulces fue el convento de Santa Clara de Asís, ubicado al costado del templo que tiene el mismo nombre. Aunque las hermanas Clarisas ya no se encuentran ocupando ese espacio conventual, la historia de los dulces perdura en la calle y por ende es la más famosa y la más socorrida para encontrarlos.

Y quizás una de las casas más famosas de la 6 no vende dulces, sino es la que se encuentra frente por frente al templo de Santa Clara. El museo Regional de la Revolución Mexicana, Casa de los Hermanos Serdán es un testigo de la historia que día a día invita a todos a conocer de primera mano los hechos que marcaron a la entidad.

Este inmueble del siglo XVII sirvió de hogar a la reconocida familia de Revolucionarios. Y en lo que podemos conocer el día de hoy reconoceremos cómo es que vivían las familias (acomodadas) del siglo XX.
Un espacio que sin duda cuenta con grandes piezas históricas y que a través de las mismas el visitante puede vivir los momentos históricos que han sido relatados en libros y leyendas. La fachada que aún conserva los impactos de balas que fueron lanzados desde el techo del templo de Santa Clara son testigos vivos de los hechos de ese 18 de noviembre de 1910 cuando Aquiles y sus hermanos decidieron iniciar el movimiento revolucionario en Puebla. Podemos ver la famosa trampa en la que el mismo Aquiles se escondió de las tropas hasta ser descubierto por su tos.

Y quizás uno de los elementos históricos del museo que impacta más a los visitantes es el espejo que se encontraba en una estancia de la casa, mismo que muestra los impactos de bala y es una prueba fiel del conflicto armado que comenzó en esa casa de la Puebla de 1910.

Foto: Jaime A. Romano

Un espacio que sin duda vale la pena revisitar, ya que no solo nos ayuda a aprender sobre la historia de ese día que cambió la historia de Puebla, sino que nos ayuda a tener un sentido de pertenencia con la entidad.

Ahora, quizás se preguntarán ¿Por qué los espejos de la 6? Bueno, pues es porqué tal vez haya un espejo de igual fama que el que se encuentra en la casa de los Hermanos Serdán. Y este espejo ya no se encuentra en su ubicación original, la extinta dulcería “El Lirio de Puebla”, y es que esta famosa casa dulcera que abrío sus puertas a finales del siglo XIX contaba con un exquisito espejo oval con gran decorado, mismo que se encontraba detrás del mostrador en la dulcería de dicho nombre. Tras el cierre de la Dulcería en su ubicación original de la 6 oriente casi esquina con la 2 norte, la tradición y su espejo se relocalizaron temporalmente en la 2 oriente, para posteriormente regresar a la 6 años después.

Aunque sin el nombre original de la dulcería, el espejo nuevamente ha regresado a su calle original, a unos pasos de distancia de su hogar pero nuevamente en el mismo vecindario, para quienes recordamos este hermoso objeto decorativo es una agradable búsqueda y reencuentro con un testigo más de la historia de Puebla, y aprovechando la visita los invito a degustar de los dulces que se ofrecen en las diversas casas de esta icónica e histórica calle de Puebla.