Museos en Países Bajos se convierten en estéticas

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Por: Reacción Criterio Diario / Foto: Twitter: @ cscolari

Museos de Países Bajos se convierten en estéticas en protesta por no dejarlos abrir, ya que a las peluquerías y gimnasios sí les dieron permiso por la pandemia de COVID-19, pero a los centros culturales no.

Los directores de los centros culturales de Países Bajos se pusieron de acuerdo y se convirtieron en estéticas para poder recibir a la gente por lo que se hacían cortes de cabello y arreglarse las uñas a un lado de pinturas de Van Gogh.

La directora del Museo Van Gogh, Emilie Gordenker, comentó a BBC que esperaban que con esta protesta, junto a otras, se resaltara la inconsistencia de la política del gobierno de Países Bajos.

De acuerdo con las reglas locales, los museos, teatros, bares y cafés no pueden abrir; pero sí las peluquerías, estéticas y gimnasios. Por lo que el Museo Van Gogh decidió convertirse en estética y ofrecer a los visitantes uñas pintadas con “La noche estrellada”.

“Una visita a un museo es una visita segura, e igual de importante que ir a un salón de belleza, quizás más. Solo les pedimos que sean consistentes… establezcan las reglas de manera que todos las entiendan. En este punto, eso parece ser falta”.

Otros museos participaron, como el centro de debate De Balie de Ámsterdam, el cual no hizo caso a las reglas y abrió como una institución religiosa llamada Sociedad Filosófica, la Comunidad de la Razón. Mientras que el Mauritshuis, lugar que resguarda la pintura “La joven de la perla” de Vermeer, organizó un campo de entrenamiento a las puertas del parlamento en La Haya.

El Museo Panorama Mesdag ofreció una tarde de “boost your mind” y el Museo Limburgs se convirtió en un gimnasio.

Pero no están en contra de las medidas para prevenir más contagios de COVID-19 o de la vacunación contra esta enfermedad, ya que, a pesar de haberse convertido en una estética, el Museo Van Gogh pidió a los visitantes mostrar un código QR, mantener una sana distancia y utilizar cubrebocas.

De hecho, sabían que las autoridades de Países Bajos podían caer en cualquier momento para interrumpir sus protestas. Por ejemplo, miembros del consejo local amenazaron con presentarse sin una cita y la alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, advirtió que estas protestas culturales no se tolerarían.