Turning Red es la nueva producción de Disney y, así como ocurrió a finales de 2020 con Soul y junio de 2021 con Luca, también se tomó la decisión de lanzar esta nueva producción directamente en la plataforma Disney+. Esta nueva apuesta es dirigida por Doome Shi, quien durante 2018 estrenó Bao, un corto de 7 minutos también disponible en Disney+. Turning Red cuenta con el guion de Julia Cho y Domee Shi, fotografía de Mahyar Abousaeedi y Jonathan Pytko, en tanto que la edición es de Nicholas C. Smith y la música de Ludwig Göransson.
Turning Red nos cuenta la historia de Meilin “Mei” Lee de 13 años, quien vive en un barrio chino en Toronto y, aunque es un poco rara, es muy segura de sí misma, solo que tiene un conflicto entre ser la hija obediente que su madre quiere que sea y el caos propio de la adolescencia, cerca de Mei están sus amigas Priya, Abby y Miriam, un inseparable cuarteto que comparte códigos y gustos en común; sin embargo, Mei tiene a Ming, una madre sobreprotectora y exigente que nunca puede separarse de ella, y por si todo eso no fuera suficiente, cada vez que Mei se emociona se convierte en un panda rojo gigante.
En cuanto al diseño de personajes, la versión de Mei en el panda Rojo, obviamente cuenta con una gama cromática que va de los rojos a los naranjas, destaca el anaranjado en la cabeza que a su vez contrasta con los blancos en las cejas, mejillas, orejas y nariz, mientras que el cuerpo está en tono más rojizo, y aunque su silueta no es muy definida, por lo menos en la forma del personaje, esto se compensa con la suma de otros aspectos bien definidos, tales como la textura del pelaje, los ojos muy expresivos y, los contraste de color; es decir, se concentraron más en los detalles que en la forma, debido a que es una animación en CGI, y a pesar de ser una imagen creada por computadora, el personaje inspira para abrazarle.
Ahora bien, para la versión humana de Mei, la silueta sí es muy clara y está apoyada por colores rojos, rosas, morados y algunos azules. Su estructura está con formas circulares, una constante en todos los personajes de esta animación. Otro punto a destacar es que no se cuenta con muchos detalles en rostros y manos, pero sí los hay en las texturas de la ropa, lo cual suma a los ojos, narices y bocas que también son bastante expresivos.
Respecto al personaje de Priya, la silueta es bien definida y en tonos amarillos y ocres, para el de Abby predominan los tonos rosas y morados con leves contrastes amarillos, mientras que para Miriam emplean tonos verdes. Si bien el uso de color para definir personalidades es de las características más usuales en la animación para diferenciar a los personajes, en este caso, creo que la silueta es algo que, además del color, hace que cada uno de ellos destaque.
En los escenarios sí nos dan la sensación de estar en Toronto, lo cual se debe a la gama cromática que emplean, pues en su mayoría son tonos pasteles que van de rosas, azules, morados y amarillos, además que, nuevamente las texturas resaltan para dar volumen, a partir de lo anterior, se hace evidente que los pequeños detalles en las casas son las que complementan todo el entorno, en conclusión, tenemos un surtido de personajes encantadores, y con los estándares de calidad a los que nos tiene acostumbrados Pixar.