Se ve tan pequeño, tan frágil y tan solo… …
Hemos escuchado mucho sobre el niño interior, pero cuanto sabemos al respecto. Como aprende a cuidar a tu niño interior. ¿Qué es el niño interior? ¿Cómo conocerle? ¿Qué hacer para sanarlo y atenderlo? Muchos adultos guardamos en nuestro interior a ese niño que fuimos. Y, en ocasiones, aparece en nuestra vida adulta ante diferentes circunstancias y diferentes motivos.
Con esto queremos a enseñarte a que puedas empezar a hacerte cargo de él. Ya que ocuparnos de nuestro Niño interior nos ayudará a vivir una vida adulta más plena y auténtica y a desarrollar una buena autoestima.
¿Qué es el Niño interior? Nuestro Niño interior es una parte antigua de nosotros mismos que aparece en forma de emociones, pensamientos y sentimientos ante determinadas circunstancias que lo activan. Todos hemos tenido heridas emocionales en la infancia que no pudimos resolver. Si estas vivencias no fueron reparadas, nuestro niño se quedó dañado. Y aun de adultos lo podemos sentir dentro de nosotros. No siempre que crecemos por fuera crecemos por dentro.
El niño interior aparece, según nos explica Camín cuando experimentamos situaciones dolorosas previas no resueltas, como una tarea difícil, opiniones o juicios de terceros, la soledad, entre otros. Cuando fuimos pequeños o adolescentes se pueden tener experiencias vitales que les hacen sentirse tristes, solos, incomprendidos, juzgados, avergonzados, enfadados, desamparados o asustados. Esto sucede generalmente ante las críticas de los demás, ante la invasión, la exigencia o la exclusión. Y, en los casos más graves, ante los abusos, el abandono y la violencia. Cuando estas experiencias fueron muy intensas, muy repetidas y/o no fueron atendidas adecuadamente, dejan una huella en nosotros.
Para enfrentarse a estas situaciones de alta carga emocional, los niños necesitan experimentar relaciones de confianza sólida, comprensiva, estable, amorosa, respetuosa y cariñosa. Unos vínculos que les protejan y acompañen emocionalmente a enfrentarse a las dificultades naturales de la vida. Como responsabilidades, situaciones sociales adversas, nuevos escenarios, cambios, etc.
No todos tenemos el acceso a esas relaciones todo el rato o en el nivel que necesitaríamos. Por ejemplo, puede que los responsables de cuidarnos (padres, maestros, educadores, etc.), estuviesen ocupados, o preocupados y no quisiéramos molestarlos con nuestras historias. O puede que, ellos mismos, no tuvieran las habilidades emocionales para acompañarnos a resolverlas. Porque en su propia historia de aprendizaje tampoco las tuvieron. Y en otros casos, puede que fueran ellos mismos los que nos criticaban, o exigían.
Debemos darnos la oportunidad de dejar salir al ni9ño interior que todos tenemos y poder disfrutar y sanar de él Te recomiendo diez pasos para hacer salir a tu niño interior y poder disfrutar de su compañía ya que siempre ha estado a tu lado.
1. Recuerda cómo eras de niño y lo que querías
Esto es parte inicial de un proceso de recordad como eras y que querías. Recuerda cómo eras de niño, los programas que te gustaban, a qué te gustaba jugar, qué es lo que más extrañas de esa etapa de vida. Con esto, traerás a tu mente aquellas memorias que tenías guardadas en un cajón de recuerdos.
2. Deja ir el pasado
Debes sanar heridas para dejar salir a tu niño interior, dejar atrás viejos resentimientos y enojos. Es difícil, pero es indispensable aprender a perdonar para que esa mirada al pasado no tenga que ser necesariamente dolorosa.
3. Cumple ese sueño que no cumpliste o abandonaste
¿Qué es aquello que siempre quisiste hacer pero no pudiste? Si dentro de tus deseos estaba ser el mejor repostero del mundo o rescatar a todos los perritos de la calle, anímate a ir por ello. Pregúntate por qué lo dejaste y por qué no lo has hecho. Nunca es tarde para iniciar tu sueño. Inscríbete a un taller de reposteria o colabora con una asociación de cuidado animal.
4. Juega
El juego es algo que como seres humanos tenemos dentro. Nuestras habilidades lúdicas pueden estar muy despiertas cuando somos niños y a medida que crecemos van cambiando o dejando de ser prioridad. Jugar con otros niños, nos ayudan a reforzarlas y a dejar salir ese niño que tenemos dentro. Anímate a jugar con tus hijos, sobrinos o primos.
5. Asómbrate con lo mas sencillo
Todos tenemos una capacidad de asombro con aquello que vemos pero los niños la tienen mas desarrollada, desde disfrutar una simple gota de lluvia hasta las olas del mar. Date permiso de maravillarte con algo, un árbol enorme, una pila de hojas o una banqueta cubierta de jacarandas. Puedes realizar el ejercicio de ver verde que ya hemos comentado en otros artículos
6. Deja que te consientan tus papás
El lazo padre-hijo tiene un lugar muy importante para el ser humano, sobre todo en la infancia. Si tienes el privilegio de tener a tus padres, disfrútalos, déjate consentir y volver a sentir esa protección de ellos. Ser un adulto no significa que no puedas seguir siendo el bebé de mamá por un día.
7. Haz algo espontáneo y creativo
Si debes hacer labores en casa, pon música y baila mientras las haces, cambia el color de las paredes de una habitación y pinta algo diferente, prepara un platillo nuevo, organiza una guerra de almohadas. Al menos por un día, no temas ensuciarte, comer más calorías de lo normal o hacer de la casa un desastre.
8. Cómprate un juguete
Cómprate un juguete, te lo mereces. ¿Hace cuánto que no entras a una juguetería? ¿Qué juguete siempre ansiaste tener pero nunca tuviste? Anímate a comprarlo y recuerda qué era lo que tenía de especial. Cúmplete un gusto. Hazlo por ese niño que fuiste.
9. Diviértete como un niño
Por un día, desconéctate del trabajo, olvídate del jefe o de las presiones cotidianas y diviértete. Ve a un parque de diversiones, juega en los columpios, anímate a jugar con tus hijos o sobrinos, haz lo que desees pero revive esa satisfacción única de sentirte niño otra vez.
10. Ámate incondicionalmente
Algo que es seguro y que todos los niños necesitan es amor. Aprende a abrazar a tu niño interior, así de simple imagínate de niño frente a ti y abre tus brazos y permite que venga a ti esa imagen y abrázala con ambos brazos para que siente el gran amor que le tienes, déjalo expresarse libremente, cuídalo, protégelo y mímalo, pues es quizá el mejor vehículo para sentirte pleno, seguro y feliz.
Piensa como adulto
Vive como joven
Aconseja como anciano
Y sueña como niño…
Página en FB www.facebook.com/tanatologiaadiosalduelo
Instagram @marthatanatologa