Si no duele, no hay duelo
Hablar de Tanatología es transitar por el camino del dolor. Y debemos hablar un poco sobre la muerte, ya que aquí en México nos paralizamos cuando alguien parte al otro mundo, trasciende como a mí me gusta llamarlo. Ya que nadie muere, mueren solo a quienes olvidamos. El proceso de muerte se entiende como un tránsito al más allá; y aunque la vida comienza desde el momento en que somos concebidos, esta no termina cuando morimos, sino más bien este mundo nos sirve para madurar y crecer. Venimos a aprender. Para algunos la muerte es un hecho totalmente inevitable donde se experimenta un dolor que debe tener una atención para poder llevar el duelo lo menos doloroso posible, el dolor no permite pensar, respirar o simplemente vivir; existes porque tienes que hacerlo, pero eres un muerto en vida y tienes que aprender a seguir tu rutina sin la persona que trascendió, a este proceso se le conoce como duelo. De acuerdo con Bourgeois (1996), el duelo es “la pérdida de un familiar o un ser querido con sus consecuencias psicoafectivas, sus manifestaciones exteriores y rituales y el proceso psicológico evolutivo consecutivo a la pérdida, que denomina trabajo o elaboración del duelo
Sabemos que este duelo, tiene sus fases y de acuerdo con Kubler (1994) existen cinco, que son:
• Negación
• Ira
•Negociación
• Depresión
• Aceptación
Es difícil aprender a vivir con un duelo, es asumir una responsabilidad y buscar ayuda profesional. Es entonces cuando entra en acción la tanatología, cuya función es precisamente aliviar el dolor de la muerte. Esta rama de la psicología no da consejos, como se cree, sino que ayuda a bien morir.
La Tanatología estudia varios aspectos que van desde la aceptación de una enfermedad mortal, pérdida de algún miembro u órgano de nuestro cuerpo, un divorcio, perdida de un trabajo, cuando perdemos cosas materiales, la pérdida de tu mascota y la parte más difícil cuando perdemos un ser querido o algún miembro de la familia; sin embargo, desde la prehistoria honraban a la muerte. Algunos autores argumentan que: Desde que el hombre toma conciencia de la finitud de su existencia, el cadáver recibe una atención y tratamiento especial, valiéndose para ello de diferentes técnicas que tienen el objetivo de contrarrestar los efectos de la tanatomorfosis: embellecimiento, confección de mortajas, embalsamiento, cremación, necrofagia, momificación. En 1901 el médico ruso Elías Metchinkoff, llamó a la Tanatología “la ciencia de la muerte”, por lo que esta fue considerada como una rama de la ciencia forense, ya que se encargaba de lo relativo a los cadáveres desde un punto de vista médico y legal.
En muchas culturas se ha venerado de alguna manera a la muerte. Por ejemplo, para los antiguos griegos la personificación de la muerte sin violencia era Thanatos (nombre del que precisamente deriva la palabra Tanatología. mientras que, en el México prehispánico, existía Mictecacíhuatl, la reina del Mictlán. Finalmente, de acuerdo con el INEGI, para el 2050 habrá 42 millones de personas adultas, por lo que se recomienda prepararse para no caer en ninguna de estas fases del Duelo y esperar la vejez y la muerte con dignidad, buscar orientación y analizar cada uno de los problemas que tengamos presentes.
Muchos tenemos un chequeo anual o semestral de la salud en general, pero no hacemos un chequeo a la salud mental, es importante valorar y cuidarla. Debemos checar como nos encontramos anímica y emocionalmente. Si pasamos por alguna pérdida debemos tomar terapia para poder transitar nuestro Duelo de la manera que sea lo menos doloroso posible y no quedarnos mucho tiempo atrapados en alguna de las etapas del Duelo. Mucha gente cree que el hecho de haber pasado tal o cual etapa es que va saliendo y debemos comentar que las etapas del Duelo no se viven de manera lineal. Cuando alguien está en duelo debe de pasar todas las etapas, vivir el duelo lo comparamos los tanatólogos como un electro cardiograma, días arriba, días abajo y días planos.. Pero no por haber pasado una etapa no puedes regresar nuevamente a ella.
Si te encuentras en Duelo busca la ayuda de un profesional que te acompañe en tu dolor y te lleve a buen puerto. Pero debes saber que un Tanatólogo no te va a decir no llores, tampoco te va a juzgar, no te va a prescribir medicamentos y mucho menos habla con los muertos y te contacta con el más allá. Es un compañero de camino su objetivo es proporcionar ayuda profesional tanto a un paciente en etapa terminal y a su familia. Así como acompañarte durante tú pérdida y pasar a tu lado todas las etapas del Duelo juntos. No tenemos una goma para borrar el dolor y el sufrimiento, pero si somos los mejores compañeros durante este camino doloroso y difícil.
No existe una única palabra, ni tan siquiera un conjunto de ellas, que puedan ofrecer la reducción del dolor.
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