Acabo de ver a mi tía y me contó cómo va su recuperación de un brazo roto y ambas llegamos a la conclusión, ya pega el frío. Si alguien ha sufrido de alguna fractura, entienden de lo que hablo. Y otro dolor que no tiene nada que ver con el frío pero anda con todo, al menos para mí, es el de las migrañas, que si ustedes también las sufren, saben que son la muerte, al igual que los cólicos menstruales y que decir del dolor por piedra en el riñón.
El dolor es parte de nuestras vidas, es la primera señal de que algo no está bien en nuestro cuerpo, la mayoría lo hacemos menos y nos gusta echarnos la pastilla varia para controlar, pero a veces no es funcional. Yo tengo dolor nervioso, como dirían los comerciales de analgésico y es causado por uno de esos males modernos, el celular y la computadora, mis manos ahora están limitadas a que haya días buenos y días malos y el dolor no se soluciona con medicina, ni pomada, ni terapias, sino con descanso y ejercicios.
Obviamente el dolor debe ser tratado por médicos y para poder tener un buen diagnóstico lo primero que hay que hacer es no tomar nada para aliviarlo y que los doctores tengan una mejor guía del problema. “Dolor. Cuidados Paliativos, Diagnóstico y Tratamiento” de Sara Bistre Cohen tiene 50 capítulos sobre el dolor: sus orígenes, su fisiopatología y los cuidados paliativos. Médicos de distintas especialidades, psicólogos, enfermeras y fisioterapeutas son los que se dedican a tratar el dolor en múltiples circunstancias: dolor en el paciente con SIDA, dolor por cáncer, Dolor en niños, dolor de dientes, dolor en el paciente con depresión, Dolor neuropático… y sus muchos tratamientos: Acupuntura en el dolor, Tratamiento psicológico del dolor, medicación… el dolor es un universo.
Otro dolor que existe y que nos pega a todos, tarde o temprano, es el dolor de espalda; años y años de no estar bien sentado te pasan la factura a eso de los 30, malditos 30s. “Manual De La Postura. 40 Ejercicios Fáciles Para Una Vida Plena Y Sin Dolor” de Lora Pavilack y Nikki Alstedter, nos da esperanza, y da ejercicios para mejorar la forma en que nos sentamos, nos levantamos, nos acostamos y hasta caminamos. Tener una buena postura activa la circulación, alivia la presión de los órganos internos y deja a los pulmones expandirse con libertad, porqué si, la mayoría de nosotros respiramos mal. Nos ofrece docenas de ejercicios para hacer en casa, en el trabajo o mientras caminamos. Solo es cuestión de poner un poco de nuestra parte.
Y si alguien no quiere recurrir a las benditas drogas legales, siempre existe el camino psicológico; “Controle El Dolor Antes De Que El Dolor Le Controle A Usted” de Margaret Caudill, ofrece un programa para reducir el dolor y aprender las habilidades para “recuperar su vida” con información detallada, técnicas paso a paso y actividades que le ayudarán a entender y afrontar el dolor para resolver definitivamente los problemas que nuestro cerebro convierten en dolor crónico.
“Aliviar El Dolor Con El Yoga” de Antje Schulze, es otra opción. El yoga no solo sirve para relajarse y centrarse, sino que también pueden proporcionar otros beneficios. Este libro muestra cómo hacer frente a los dolores y malestares más frecuentes con más de 100 ejercicios que se pueden seguir con facilidad. Debemos entender que la yoga al principio creara otros dolores en nuestros cansados cuerpos, pero con el tiempo traerá los beneficios.
Yo no estoy cerrada a nada, que creo firmemente en que las drogas legales se hicieron para algo y ese algo me gusta, pues para que negarlo. Entendamos nuestro dolor y recuerden: “mejor el dolor de una nariz rota al dolor de un corazón roto”,