No todas las madres celebran su día en compañía de sus hijos, con pasteles y canciones cursis. Los dictadores, especialmente los latinoamericanos, han generado que muchas veces ser madre sea sinónimo de búsqueda, de lucha y de perseverancia, más que de la imagen que tenemos de proteccionismo o abnegación, este es el caso, por ejemplo, de Rosario Ibarra, madre de Jesús Piedra quien desapareció durante la guerra sucia de Luis Echeverría y cuya búsqueda se convirtió en un símbolo de resistencia en contra de los abusos del poder.
Del mismo modo, durante los 70’s y los 80’s el régimen de la Junta Militar comandada por Videla en Argentina, desapareció a un número que sigue sin estar claro de personas y generó que se creara el movimiento de las Madres y las Abuelas de Mayo, un grupo de mujeres que se unieron para pelear por encontrar a hijas e hijos que nunca aparecieron, pero formaron un movimiento que influyó enormemente y logró tambalear a la poderosa dictadura militar que tenía el apoyo de la CIA de Estados Unidos, el poder económico, el ejército, la policía, los medios de comunicación, pero no el de la gente.
Durante la dictadura militar, la Época de los Milicos, Víctor Heredia escribió Todavía cantamos a raíz del dolor que le provocó la desaparición de su hermana Cristina que tenía 5 meses de embarazo y de su marido; de acuerdo con las palabras del propio cantautor escribió esta canción después de que le expresó a su madre que todo estaba perdido, a lo que su madre respondió: todavía esperamos.
La dictadura militar fue una época en la que la gente escondía los libros, asistía a conciertos gratuitos, leía documentos clandestinos y se expresaba en voz baja, porque las ideas estaban prohibidas y se castigaban; la Junta Militar respondía a todo intento de oposición o desacuerdo con censura, cárcel, torturas, desapariciones y violaciones; la Junta Militar ordenó la desaparición de al menos 30 mil personas.
Todavía cantamos se hizo un himno de resistencia que recuerda cómo, sin importar el miedo o la censura, lo que nos hayan hecho o las amenazas que tengamos, podemos esperar siempre que las cosas van a mejorar y que habrá un futuro mejor, siempre que estemos con el puño en alto y en pie de lucha.
Todavía cantamos
Todavía cantamos, todavía pedimos
Todavía soñamos, todavía esperamos
A pesar de los golpes
Que asestó en nuestras vidas
El ingenio del odio
Desterrando al olvido
A nuestros seres queridos
Todavía cantamos, todavía pedimos
Todavía soñamos, todavía esperamos
Que nos digan adónde
Han escondido las flores
Que aromaron las calles
Persiguiendo un destino
¿Dónde, dónde se han ido?
Todavía cantamos, todavía pedimos
Todavía soñamos, todavía esperamos
Que nos den la esperanza
De saber que es posible
Que el jardín se ilumine
Con las risas y el canto
De los que amamos tanto
Todavía cantamos, todavía pedimos
Todavía soñamos, todavía esperamos
Por un día distinto
Sin apremios ni ayuno
Sin temor y sin llanto
Porque vuelvan al nido
Nuestros seres queridos
Todavía cantamos, todavía pedimos
Todavía soñamos, todavía esperamos.