Oaxaca

Angelica Lobato Torres Articulos Criterios

La semana pasada, la ciudad de Puebla fue visitada por una feriecilla feliz de productos Oaxaqueños y se tuvo que visitar, degustar y consumir. En la familia Torres Oaxaca siempre ha estado presente de alguna forma, en especial en la cuestión culinaria; para la matriarca todo lo de Oaxaca es mejor y si hay forma de conseguir algo de Oaxaca hay que conseguirlo, eso complica la compra del chorizo, la cecina y no les cuento de los chipotles para la época navideña.

Guadalupe Loaeza lo explica bien en su libro “Oaxaca De Mis Amores”; Oaxaca es un lugar de colores, sabores, en especial sabores, porque mexicano que no ha comido mole oaxaqueño no es mexicano completo. Además de que es cuna en nuestra historia, desde los Olmecas hasta Porfirio Díaz y Benito Juárez. Habla de cómo, ante la modernidad que ha invadido el estado más pobre de nuestro país, las tradiciones siguen y son parte del porque mucha gente viaja para conocerlo y tomarse unos mezcales y unos chapulines.

“Imágenes En Oaxaca. Arte, Política Y Memoria” de Abraham Nahon, nos cuenta de cómo la mezcla entre la sociedad moderna y los pueblos de origen prehispánico ayuda a que sea una tierra llena de mitos y fantasías. Oaxaca, con todo y sus problemas no es un espectáculo para ir a ayudar a los pobres y aprovecharse de la “oaxaqueñidad” como si el tiempo no hubiera pasado; estos estereotipos hacen que muchas cosas más que han pasado ahí no resalten. Si, para mi Oaxaca se basa en su gastronomía, pero sé que es mucho más que eso, incluyendo el lugar donde vive una de mis mejores amigas.

Oaxaca incluso fue inspiración de grandes pensadores (cuando escucho la palabra pensadores me imagino a alguien con una cabezota) como Oliver Sacks. “Diario De Oaxaca” es un ensayo sobre la visita del famoso neurólogo a Oaxaca, porque además de estudiar la mente humana el hombre era fan de los helechos, tanto que pertenecía a la Sociedad Americana de los Helechos, ya que son plantas que pueden adaptarse a diferentes climas para sobrevivir; en su viaje con sus camaradas aficionados a esas plantas encuentran más de 700 variedades en el estado y ante la diversidad pasan más tiempo en este lugar y descubren la inmensa variedad que hay en toda clase de cosas, desde chiles hasta aves. ¿Se imaginan como investigador de las capacidades del cerebro encontrar un lugar con inmensa variedad de cosas que nunca hubiera podido imaginarse?

Y como en el caso de Sacks, a veces los extranjeros aprecian más que nos nacionales. “Más Oaxaca En El Mundo” de Alejandro Murat Hinojosa es un libro de publicidad para el autor que era el gobernador en ese entonces. Explica cómo el estado de Oaxaca, dentro de la crisis económica mundial, consiguió en los últimos años, éxito económico. También nos habla de la importancia histórica: los días en que Hernán Cortés recorrió la zona ý reconocía el potencial geográfico y humano de la zona, pasa por la Colonia, llega al Porfiriato y hasta el siglo XXI.

Pero como ya lo he dicho, la historia y modernidad de todo, en especial de Oaxaca está en los sabores y los olores, desde un mezcalito con sal de gusano hasta los moles, a los cuales no se les puede dar una cantidad porque, creo, que hay un mole por cada cocina; coloradito, amarillo, negro, manchamanteles… cada uno con su historia que puede llegar hasta siglos atrás. “Cocina de Oaxaca” el Chef Alejandro Ruiz nos comparte recetas tradicionales, con parte de su historia, y las recetas que él ha creado con las raíces de la gastronomía Oaxaqueña, además de un pequeño resumen de los utensilios y los ingredientes que se han usado por siglos.

Oaxaca es como un hogar, sólo lo he visitado una vez pero sé que los antepasados me harán sentir en casa y si es con un taquito de quesillo con guacamole y unas chapulines y un téjate bien frio… pues aún mejor.