Atlético echó al Real Madrir de la Copa del Rey

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Por: Redacción Criterio Diario / Foto X: @royal_madrid

El primer gran revés del Real Madrid en la temporada ha llegado este jueves con la eliminación en la Copa del Rey, torneo del que eran los campeones vigentes, luego de caer 4-2 ante el Atlético de Madrid, en un Derbi que tuvo intensidad digna de ronda de eliminación directa de Champions, marcado por golazos y errores de los porteros.

El Atlético lo celebró como si hubiesen ganado un título, sacándose la espina de la reciente derrota en la Supercopa Española. Tal y como entonces, el juego estuvo lleno de goles. Fueron ocho hace una semana (5-3 para el Madrid) y esta vez seis en favor de los Colchoneros.

Con más de 100 días sin derrota, se presentó el Real Madrid en cancha del Atleti, en el segundo de tres Derbis que habrán de jugar menos de un mes, quedando por delante el de LaLiga del domingo 4 de febrero. Pero el Civitas Metropolitano fue un hervidero, el odio deportivo es absoluto del lado rojiblanco.

Un enfrentamiento memorable, marcado por errores de Oblak y Lunin bajo postes, por dos travesaños del Madrid que pudieron cambiar la historia y un golazo de Antoine Griezmann en el inicio de la prórroga que lo confirma como la leyenda viva del Atlético de Madrid, del que es ya su máximo anotador.

La pizarra se abrió al 39′ por medio de Samu Lino, quien a segundo poste le ganó a Carvajal para dejar parado a Andryi Lunin en el 1-0 de los locales, aunque la respuesta de los Merengues no tardó mucho gracias a un escandaloso error de Jan Oblak, quien mandó el balón a su portería por no darle el puñetazo correctamente; el 1-1 al descanso.

El que parece disfrutar más que nadie anotarles a los blancos es Álvaro Morata, canterano madridista que se ha convertido en un verdugo frecuente. Una salida dubitativa de Lunin, manotazo débil al balón y rebote en la pierna de Antonio Rüdiger dejaron al español solito ante la cabaña para el 2-1 de los Colchoneros en el 57′.

Desde el banco movió las piezas Carlo Ancelotti y con solamente dos minutos en el campo, Joselu puso el 2-2 con un cabezazo sin marca tras un pase de Jude Bellingham. Jugada milimétrica validada por el VAR pese a los reclamos de todo el graderío.

En el tiempo extra, Griezmann firmó una obra de arte. A todo galope por derecha, dejando atrás a Vinicius -que demostró no saber nada de defender-, el francés se plantó en las narices de Lunin y, aunque no parecía tener mucho ángulo de tiro, colgó la pelota del ángulo para provocar una explosión de júbilo en el Metropolitano con el 3-2.

Ya con el Real Madrid totalmente volcado, con Rüdiger de centro delantero y Tchouameni como único en el fondo, llegó el cuarto de la noche por medio de Rodrigo Riquelme, coronando una noche de fiesta del Atlético de Madrid. Eufóricos Diego Simeone, sus jugadores y los miles de asistentes, celebrando como si hubiesen levantado la Orejona, pero delante estaba el acérrimo rival y eso siempre será para celebrar.