Por: Redacción Criterio Diario /Foto: https://www.resumenlatinoamericano.org/
En un abrupto cambio de estrategia, los abogados de la red social dijeron que la empresa estaba cumpliendo las órdenes judiciales que antes había desafiado. El Supremo Tribunal de Brasil podría permitir el regreso del sitio la próxima semana.
De pronto, Elon Musk parece estar rindiéndose.
Después de desafiar las órdenes judiciales en Brasil durante tres semanas, la red social de Musk, X, ha capitulado. En una presentación judicial el viernes por la noche, los abogados de la empresa dijeron que X había cumplido las órdenes del Supremo Tribunal Federal de Brasil con la esperanza de que la corte levantara la suspensión de su sitio web.
La decisión fue una acción inesperada de Musk, quien posee y controla X, luego de que dijera haberse negado a obedecer lo que calificó de órdenes ilegales para censurar voces en su red social. Musk había despedido a empleados locales y se había negado a pagar multas. El tribunal respondió bloqueando X en todo Brasil el mes pasado.
Ahora, los abogados de X han dicho que la empresa ha hecho exactamente lo que Musk había prometido no hacer: suspender las cuentas que un juez brasileño ordenó retirar porque dijo que amenazaban la democracia de Brasil. Los abogados dijeron que X también había cumplido las demás exigencias de la justicia, incluido el pago de multas y el nombramiento de un nuevo representante oficial en el país.
El Supremo Tribunal de Brasil confirmó los movimientos de X en un escrito presentado el sábado, pero dijo que la empresa no había presentado la documentación adecuada. Dio a X cinco días para enviar más documentación.
El brusco cambio de postura de Musk en Brasil parece ser una derrota para el empresario y su autodiseñada imagen de guerrero de la libertad de expresión. Musk y su empresa habían criticado enérgicamente y con dureza al Supremo Tribunal durante meses, incluso haciendo públicas algunas de sus órdenes selladas, pero ninguno de los dos había mencionado públicamente su cambio de rumbo para el sábado por la mañana.
El momento mostró cómo, en la lucha de poder que mantienen desde hace años los gigantes tecnológicos y los Estados nación, los gobiernos han sido capaces de mantener la ventaja.
Musk ha tenido que aceptar esa realidad en otros países, como India y Turquía, donde su red social acató las órdenes de censurar determinadas publicaciones. Pero en Brasil y Australia se quejó de las órdenes gubernamentales con las que no estaba de acuerdo y acusó a los funcionarios locales de censura. Las respuestas de su empresa a los gobiernos han estado a menudo en consonancia con su visión política personal.