Me interesa la realeza inglesa

Angelica Lobato Torres Criterios

¿Les gusta el drama? ¿Y les gusta saber qué, sin importar el país, el dinero, el poder o si todas las familias son iguales?  

La semana pasada hubo diferentes noticias sobre la Familia Real de Reino Unido y creo que a nosotros, simples mortales, nos da un poco de gusto saber que, al parecer, siempre habrá problemas entre hermanos, papás e hijos, y que siempre habrá un familiar que juzgará a la esposa y a los hijos de otro familiar. La única diferencia es que los problemas entre nuestras familias no pasan de grupos de WhatsApp pero en el caso de la familia Real Windsor, todo el mundo se entera. 

Los pleitos familiares en la historia de Inglaterra van mucho más allá de lo que podemos imaginarnos, en la antigüedad el problema era elegir al siguiente heredero a la corona, hijos que mataban al padre, hermanos que mataban a otros hermanos y primos lejanos (lejanos hasta territorialmente hablando) que por alguna razón llegan al poder; han sido temas de miles de libros tanto históricos como de ficción. Como muestra tenemos: “Ricardo III” de Williams Shakespeare, este libro o más bien obra teatral nos cuenta cómo es que el protagonista de la historia llega al trono tras la muerte de su hermano “Eduardo IV”. “Ricardo” era un ser “horrendo” físicamente debido a la escoliosis que le causó una joroba y cojera. Él no debía no llegar al poder y al morir su hermano, lo nombró guardián de sus 2 hijos, que casualmente “Desaparecieron” de la Torre de Londres donde los estaban “cuidando”. El Rey Ricardo fue el último en morir en batalla y logró que, al no tener descendientes, un primo llegara al trono, el cual se casó con la sobrina de Ricardo, para asegurar la sucesión de un heredero real por todas las líneas sanguíneas. 

Otro drama Real real es el de las hermanas Elizabeth y Mary Tudor. El Rey y padre de ambas, Enrique VIII nunca se imaginó que, a pesar de casarse con 6 esposas, para tener un hijo varón que lo sucediera, serían sus hijas mujeres las que llegarían al poder al morir el adolescente, que reinó por muy poco tiempo. Él pidió que su sucesora fuera su prima Jane, que jamás pensó ni por medio segundo tener la posibilidad de ser Reina tomando en cuenta que era como la octava en la línea de sucesión. María, con más “derecho al trono” no iba a permitir que eso sucediera y después de una revuelta y de matar a la Reina Jane, tomó el poder y quiso cambiar todo lo que su hereje padre había cambiado en el país. El cáncer acabó con ella y al trono llegó su hermana Elizabeth, la Reina más prolífica y testaruda de la historia británica, de ella podría contar muchísimas cosas… pero me limitaré a decir que ella en su rebeldía de no permitir que un hombre tratará de quitarle su poder, nunca se casó ni tuvo hijos, dejando el trono a su sobrino lejano James I, que tenia odio por Elizabeth ya que ella mandó a matar a su madre María Estuardo. ¡Qué bonita familia! Mucho más de esta hermosa historia la pueden conocer en las novelas históricas “A la sombra de la corona” sobre María Tudor y “Soberana de este reino” sobre Elizabeth, ambas de la autora Jean Plaidy. 

Mucho más adelante en la historia podemos encontrarnos con varias historias de problemas en la familia Real como la Reina Victoria, buscando que su familia dominara el mundo y casando a sus hijos con primos en primer o segundo grado, causando hemofilia, entre otras enfermedades que son genéticas, fuera recurrente entre los herederos de casi todas las familias Reales de Europa. 

La historia del Rey Eduardo VIII y cómo abandonó la corona por el amor a su mujer Wallis Simpson, divorciada dos veces, americana y con conexiones nazis, haciendo que su hermano Alberto tartamudo y poco preparado, llegara al trono y las peleas que el programa “The Crown” nos ha dejado conocer, la historia de la reinante actual, la Reina Elizabeth II, que ha tenido a través de su largo reinado desde las opiniones obsoletas de la Reina Madre, el tratar de ayudar a que su hermana Margaret sea feliz pero sin lograrlo, al tener que seguir los protocolos reales y el casar a su hijo Carlos con Diana cuando, ahora sabemos, el quería una vida completamente diferente. 

Amo la historia inglesa, omitiré mi opinión sobre el escándalo actual del Harry y Meghan, que no se como apellidarlos en este momento, ya que me parece muy poco interesante sin que la Torre de Londres esté involucrada. Si creo que las monarquías en este momento ya son anticuadas, en todos los sentidos, muchas de sus reglas datan de siglos atrás y me parece sería imposible que alguien logre cambiarlas. Sé que el Príncipe Charles y el Príncipe William son la esperanza de muchos británicos de que cambien o acaben con la monarquía, espero que no lo hagan; con todo y los problemas que los hacen como todas las familias, la monarquía es una hermosa fantasía que espero nunca acabe. 

angelica.lobato@criteriodiario.com