En días recientes el tema de la reforma energética ha sido un tema de debate por parte de analistas, consultores, expertos en las nuevas tecnologías energéticas, procesos, y un sinfín de políticos multidisciplinarios que han querido opinar sobre el tema, esto llevó a un servidor a estudiar y analizar varios temas relacionados con las diversas oportunidades de inversión del extranjero y nacionales en materia de la industria energética, del cual, un tema saltó por demás cercano, pero que no se visualiza dentro de este conflicto entre el ejecutivo de la nación y el poder judicial, la industria de la movilidad, llámese automotriz, naval y aérea.
Esta relación surgió de varias notas que durante la semana pasada daban a conocer que empresas automotrices de gran fama han decidido comenzar la transformación y modelo de negocio en materia, para el año 2030 marcas como volvo pronostican que será el año en que todo su portafolio se traslade al sector eléctrico, en palabras para Reuters, el presidente ejecutivo de la marca sueca, Håkan Samuelsson señaló “que para el año 2025 sus ventas globales deberían ser autos eléctricos y la otra mitad en modelos híbridos”, por otro lado la empresa americana de automotores Ford Motor Co, informó en recientes días que para el año 2030, el portafolio de vehículos en Europa será completamente eléctrico, de lo cual se tiene contemplado la inversión de 1,000 millones de dólares en modificaciones a sus plantas de ensamblaje en Colonia, Alemania, al igual la empresa americana señaló que será en 2023 que su primer vehículo totalmente eléctrico esté disponible en el viejo continente.
Otra de las marcas en mencionar su incursión para la movilización en materia eléctrica fue Jaguar Land Rover, quien apuntó a que el año 2025 sea lanzado su auto insignia Jaguar completamente eléctrico, al igual otro de los consorcios globales, Volkswagen AG atraerá inversión de capital tanto privado como público para la investigación y el desarrollo de motores eléctricos, para ello planea invertir 19,000 millones de dólares bajo el futuro de la movilidad eléctrica, hacia el año 2025 y de un 2030 con más del 70% de ventas de automóviles eléctricos en todo el continente europeo, en palabras de Ralf Brandstätter, CEO de Volkswagen “…estamos acelerando el ritmo. En los próximos años, cambiaremos a Volkswagen como nunca antes. Ahora, con Accelerate daremos un nuevo impulso a la digitalización de la marca”.
Esta postura del sector automotriz tiene en sí un papel determinante en el cambio de juego del consumo de la energía que se consume en nuestro país, si bien las empresas automotrices hablan sobre el desarrollo de una nueva industria de la movilidad por el otro, son los gobiernos quienes deben estar preparados institucionalmente y bajo mecanismos de control (constituciones y leyes secundarias) que permitan un avance significativo en los próximos años, ya que partimos del supuesto al igual que toda Europa, deberá modificar sus acuerdos y tratados en materia de emisión de contaminantes así como las futuras regulaciones en materia de competencia energética.
Esta competencia no puede ser otra, que la del sector automotriz contra el sector energético, si bien ya se tienen algunos antecedentes de marcas y las estaciones de recarga, no son más que puentes de conexión con la Comisión Federal de Electricidad, ya que como es bien conocido, son el monopolio en materia de energía eléctrica y esto no permitirá en las décadas siguientes el libre mercado en lo que bien podríamos llamar “estaciones de rápida recarga” o “electro estaciones”, las cuales podrán ser suministradas por las propias empresas automotrices, dueñas de todo el conocimiento sobre sus unidades y las necesidades que requieren.
Esta “competencia” que les planteo no será visible a corto plazo, ya que como se dará cuenta estimada o estimado lector, nuestro país primero debe reconsiderar hacia dónde irá el negocio de la energía, solar, eólica, eléctrica y de combustibles, porque de no ser así este panorama del 2030 será solo parte de una bella historia, donde el saqueo de litio en nuestro país será de unos pocos, ya que de acuerdo a datos reportados por el Servicio Geológico Mexicano, informó que existen estados de la república como Baja California, Jalisco, Sonora y Coahuila que concentran minas de este material y que con declaraciones del Presidente de la República en febrero señaló “…Quien entrega los recursos naturales del país a extranjeros es un traidor a la patria…”luego de ser cuestionado por las inversiones de empresas chinas y canadienses por el denominado “oro blanco” se pretendiera establecer un mecanismo de control sobre este recurso automotriz y sobre el papel en materia de competencia con las industrias para-estatales.
¡Hasta pronto!
paulbonillatransparencia@outlook.com