Autoconstrucción, ¿autodestrucción?

Criterios Enrique Acuña González

Desde el 2018 el actual Gobierno nos ha bombardeado con declaraciones que alebrestan las aguas y las opiniones a diario. Podríamos dedicarle varias columnas a la cantidad de dichos que el líder del ejecutivo ha tenido y el impacto que ha ocasionado en muchos sectores del país y eso sin mencionar todos los que no se quedaron en declaraciones y pasaron a las acciones. Pero todos esos temas tienen mucha tela de donde cortar que mis colegas columnistas de Criterio Diario han estado hablando, así que “zapatero a tus zapatos”. 

En particular, fue una declaración que escandalizó a la comunidad profesional de la construcción. Todo empezó un 23 de abril del 2020. En una de sus conferencias mañaneras, el Presidente Andrés Manuel López Obrador declaraba que los créditos para la vivienda serían entregados directamente a los beneficiarios, sugiriendo que se salten a los profesionistas pertinentes porque “el pueblo sabe construir, no es necesario un arquitecto” tachando a este último como parte de la complicadísima maraña de corrupción que existe en el país. Obviamente, como era de esperarse todos los profesionistas, constructoras y colegios de arquitectos e ingenieros civiles brincaron a la defensa de su labor profesional y uno pensaría que esto se quedó como uno de esos dichos que se le ocurren a nuestro presidente para desviar la atención a ciertos temas y ya no tocarlos después. Pero no fue así. 

El pasado 23 de septiembre una vez más lanza la sugerencia, que más bien se está transformando en requisito, de que la gente ejerza su crédito y construya su propia vivienda. La intención es eliminar a los intermediarios para los créditos de vivienda tanto en INFONAVIT como con FOVISSSTE, pero el detalle lamentable es que una vez más esta incitando a que se normalice la autoconstrucción en México.  Sus argumentos, como todos los que tiene: repletos de buena fe y enfocados al beneficio de la gente más necesitada del país. Asegura que construir una casa no tiene gran ciencia, la misma población es la que de por si construye casas.  

En México estamos plagados de arquitectura vernácula, que es la que se origina a partir de la autoconstrucción. La gente sin medios económicos opta por esta opción, generando que entre el 65% y 70% de las viviendas en México sean de esta categoría, lo cual trae complicaciones en todos los niveles: falta de seguridad estructural, alto riesgo natural por zonas irregulares, asentamientos no contemplados por la carta urbana que encarecen el suministro de servicios, ineficiencia en materiales y espacios que conllevan a un sobrecosto en la construcción. Lo que el mexicano cree que se está ahorrando al hacer su propia casa es al arquitecto o ingeniero civil que seguramente le va a cobrar carísimo. Lo que no saben es que, al no considerar la consultoría de un profesional, su casa puede costarle entre un 20% y 30% más cara. 

Estoy de acuerdo en que en todas las colonias periféricas de las grandes metrópolis está toda la mano de obra que nos ayuda a los constructores a desarrollar el sueño de nuestros clientes. Y es en estas colonias en donde los lazos de amistad o familiares intervienen para hacer sus propias viviendas, muchas veces debido a la experiencia que el maestro albañil ha adquirido por trabajar de la mano con un arquitecto. Prácticamente replican lo que ven en su día a día al ir levantando muros, castillos o losas. Bajo esta premisa, podríamos estar de acuerdo con el Presidente y notar que efectivamente cualquier persona puede levantar muros y colar un techo para poder vivir. 

Cualquiera puede construir una casa, dice AMLO. Pues también tiene razón, básicamente es el equivalente a armar un castillito con tus fichas de Lego. Pero siguiendo esa lógica cualquiera puede escribir, pero ¿cuántos pueden crear una novela? La labor de un arquitecto no se centra únicamente en revisar que levanten muros, o invitar los refrescos después de los colados. El gran valor que aporta un arquitecto en cada proyecto es la visión completa del mismo. Desde la planificación que normalmente se tarda un par de meses, el conocimiento de los reglamentos municipales para que la gestión de los permisos sea conforme a lo que requieren las autoridades, la supervisión de la ejecución de la obra y finalmente la administración de todo el recurso económico y equipos de trabajo para completar el proyecto en tiempo y forma.  

A raíz de las polémicas declaraciones del Presidente, se lanzó un manual de autoconstrucción, la SEDATU en colaboración conjunta con Cemex y el Tecnológico de Monterrey hicieron una recopilación de todos los aspectos a considerar para poder construir tu propia casa. Un instructivo ilustrado de 135 páginas para que todos los mexicanos puedan construirse su propia casita. Si gustan consultarlo les dejo la liga al final de la columna. Afortunadamente en este manual se menciona al principio la importancia de asesorarse con un perito, ingeniero civil o arquitecto para revisar temas estructurales; desafortunadamente lo mencionan con letras muy pequeñas al principio del manual antes del índice. Hay que ser realistas: el manual esta hecho con las mejores intenciones del mundo, suponiendo que un mexicano pobre va a considerar por su propia cuenta leer todo el documento; así es, el mismo mexicano que no es capaz de leer el instructivo para armar el nuevo juguete de navidad para sus hijos. 

Si lo que quieres es optimizar los recursos de tu crédito, ya habíamos mencionado en otra columna que la mejor opción es construir tu casa. Pero eso no significa que tú mismo agarres cuchara y artesa y te pongas a pegar tabique. Lo que necesitas para hacerlo es primero planificar todos los espacios que necesitas en un plano que representa lo que se puede construir en tu terreno, de ahí hacer toda la gestión para los permisos y licencias en el ayuntamiento; luego buscar a cada trabajador involucrado para que haga tu casa empezando por el albañil, eléctrico, plomero, carpintero, herrero, yesero, colocador de pisos, pintor y aluminiero, además de ir a buscar todos los materiales que necesitas para la construcción: cemento, arena, grava, cal, yeso, pisos cerámicos, lámparas, muebles de baño, accesorios, equipos hidrosanitarios. 

O te paso un tip que te será mucho más eficiente, que podrá devolverte todas esas vueltas que al final te van a hacer gastar más dinero y sobre todo tiempo: contrata a un arquitecto

https://www.gob.mx/sedatu/documentos/manual-de-autoconstruccion

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