“Lenguas y Campanas, tan sólo las poblanas.
Para Chismes y Campanas, Zacatlán de las Manzanas.”
Dicho Popular.
Estimado lector, quisiera hacerle una pregunta: ¿Es Usted de Puebla?, si la respuesta es afirmativa, me atreveré a preguntar ahora: ¿Se ha dado cuenta que afortunado es?, y no es egocentrismo de la Poblaneidad si no por la riqueza de esta tierra.
Hace poco hablaba de los ingredientes de los Chiles en Nogada y describía los lugares en los que cosechaban los ingredientes requeridos para los mismos, aquí viene una pequeña confesión, aunque la receta tradicional pide “manzana panochera” en esta casa Poblana, usamos una manzana que igualmente alcanza su época de maduración aproximadamente en la misma temporada, la manzana rayada de Zacatlán. Quizás por los orígenes Serranos de mi abuela materna, quien era la que alimentó a esta casa durante muchos años esa es la fruta que elegimos para la preparación del picadillo, pero también es el símbolo de la riqueza del campo del bello Zacatlán, la culminación de esa labor del campesino de la región que durante un año ha vigilado y abonado los árboles para llegando Agosto cosechar el fruto y celebrar con toda la comunidad la fiesta de la región.
Famoso por sus manzanas e igual de famoso por sus vinos, esta región ofrece lo mejor de si para agasajar al visitante con sus productos.
Si ustedes no han tenido la oportunidad de ir a este bello rincón del Estado de Puebla los invito a que viajen al mismo, y admiren la belleza que presenta, con sus casas blancas y techos de teja, la niebla que la cubre en las tardes de frío misma invita a tomar café de la región y comer el delicioso pan relleno de queso, mismo que se puede comprar en una de las múltiples panaderías del centro (Pimentel quizás es la más famosa). En el Centro de Zacatlán podemos encontrar el icónico reloj floral, obra de la fábrica de relojes Centenario (también oriunda del municipio) y que tiene una caja de música que degustará al visitante con melodías como “Cielito Lindo”, “Mexico Lindo y Querido” o “Ave María” entre otras.
A un costado de esta maravilla floral, se tiene una estructura de imponente construcción, el convento Franciscano del Siglo XVI, donde se puede admirar la pintura mural del mismo, así como la bellísima imagen Mariana en su advocación de la Asunción.
Para hospedarse cuentan con cabañas en donde la estructura de ladrillo y los techos de teja son el escenario perfecto para cuando baja la temperatura en la tarde y lo único que se antoja es encender la chimenea y disfrutar del clima, quizás cenar unos deliciosos tlacoyos en salsa verde, o un rico chicharrón prensado o los tamales que venden las mujeres cerca del templo.
Así que escapen un día a Zacatlán, claro cuando las circusnstancias lo permitan y sea seguro tanto para ustedes como para no perjudicar a los ciuadanos de tan bello lugar, y disfruten de las riquezas de Puebla, de las riquezas Serranas.