El Gobierno Rápido (F.A.S.T.) una propuesta para los Ayuntamientos

Criterios Paul Bonilla

(Segunda Parte)

Como se había señalado en la columna anterior seguiremos diseccionando esta propuesta de modelo FAST o gobierno rápido para los municipios del país; recordemos que una de las principales ventanillas a las que recurre el ciudadano es a la ventanilla del gobierno municipal, para que sea atendido en todos los servicios y trámites que estén disponibles, desde la autorización de construcción, la limpia de un parque, el bacheo de una calle, la vigilancia por parte de la seguridad pública, hasta trámites de índole estatal o federal, podrá parecer extraño lo que comento, pero es el gobierno municipal, a quién acude en primera instancia ante un trámite o servicio que no pertenecen, acuden a la presidencia municipal, la tesorería, acuden a la secretaría del ayuntamiento o con los regidores, con la finalidad de ser la guía para realizar una gestión.

La propuesta de un gobierno rápido es factible en cualquier administración pública municipal, siempre y cuando atienda los mínimos que se requieren, esto también cabe señalar debe ser con miras a realizar cambios en materia de control (contraloría), normativa (cabildo) y presupuesto (tesorería) ya que serán los cimientos de este modelo; sin más que decir comencemos a describir este modelo

El Estado debe ser “más plano” (FLAT en inglés) , un gobierno cercano a la comunicación e integración de la participación ciudadana, reduciendo la distancia en la toma de decisiones, mediante el uso de redes sociales, aplicaciones y la participación en consultas, encuestas y foros que brinden mayor retroalimentación en el ejercicio de los recursos públicos, debe ser también un gobierno eficiente y sin tantas “capas” o jerarquías en las dependencias puesto que las decisiones serían de manera rápida y con un rediseño en sus procesos de atención de manera más rápida, las cuales pueden ser de manera vertical (proveer información) y/o horizontales (entornos de colaboración entre oficinas municipales), debe ser colaborativo y bajo redes de trabajo con el sector privado, organizaciones sin fines de lucro, con la finalidad de resolver problemas complejos (pobreza y marginación) estableciendo protocolos de trabajo e intercambio de información que permita conectar a la sociedad activa con el quehacer público; este paso debe ser aplicado para todos aquellos servicios o programas con los que cuenta el Ayuntamiento pues significa menos tiempo y mayor logro en las metas a conseguir.

Segundo, el Estado debe ser ágil (Agile en inglés), los gobiernos deben de contar con la capacidad de organizarse para conseguir la mayor cantidad de recursos públicos disponibles (gestiones) así como privados (alianzas) con rapidez para atender asuntos o desafíos urgentes (como actualmente se vive la pandemia COVID-19), la agilidad gubernamental requiere cambios en los modelos de atención de los servidores públicos a la ciudadanía, contando con marcos regulatorios menos rígidos (trámites, permisos, licencias) obligando a que las posibilidades de corrupción sean menores, pues al existir menos funcionarios involucrados la atención sería en consecuencia más fluida; se necesita contar con una fuerza laboral ágil, siendo personal altamente especializado y con amplia capacidad de resolución de problemas la que permita atender las demandas que se necesitan, siempre y cuando se tenga una relación a menudo con sectores privados o sociales; este paso debe ser aplicado a las unidades administrativas responsables de la planeación, control y obra (calles, escuelas, parques, panteones, limpia) pues es donde se necesita ser capaz de atender con especialidad temas que impactan la economía del municipio, como siempre, de la mano con la sociedad civil participativa. 

Tercero, el Ayuntamiento debe “racionalizar” (Streamlined en inglés), esto significa que deberá reducir su tamaño y al mismo tiempo mejorar sus niveles de servicio, esto debido a que en el siglo XXI varias interacciones sociales entre el gobierno y el ciudadano pasan mediante dispositivos electrónicos (teléfonos, correos, chat, aplicaciones y portales web), las denuncias, las quejas, las solicitudes, los trámites, etc., reorientar los recursos humanos hacia las áreas predominantes de atención a la ciudadanía, debe ser planificado y entendido como un movimiento natural hacia la atención de problemas graves, una misma área puede ser capaz por su grado de especialidad en atender temas tanto de obra pública como de desarrollo urbano, atender temas de desarrollo económico como de desarrollo social o rural, atender tanto temas de suelo como de agua, en fin varios ejemplos podemos aplicar, para ello la retroalimentación de la ciudadanía debe ser el punto de partida para la atención y prevención de problemas que existan en el municipio.

Cuarto, el gobierno municipal debe estar habilitado y ser conocedor de la tecnología (Tech-enabled & Tech-savvy en inglés) si bien es cierto que en todo el país la tecnología es uno de los problemas más comunes para el desarrollo social de una comunidad, esta no debe estar limitada a que no pueda mejorar, la capacidad de los integrantes de los ayuntamientos deben tener los conocimientos básicos y técnicos para trabajar mediante la tecnología, ya que a partir de la inversión en equipos de cómputo e internet así como de tecnología empleada en servicios, se debe tener personal adiestrado para garantizar que su uso y aprovechamiento impacte directamente en la ciudad, así como a la aplicación de modelos de difusión de los servicios, como lo es la instalación de bahías de internet o puntos de conexión comunitaria, salones digitales y servicios de impresión, facilitando que entre más gente se aproxime a la comunicación digital, más y mejores acciones se podrán brindar, las áreas de oportunidad serán atendidas en menor tiempo y la regularidad en el pago de servicios será cada vez mayor; la prestación de servicios tecnológicos no debe ser alejada de los municipios más rezagados, más bien deben ser los responsables del uso de los recursos públicos quienes sean eficaces y eficientes en su uso e implementación.

Estas “metas” pueden ser aplicables en todos los municipios, la creatividad es la primera piedra para formar este modelo e ir abonando en el acercamiento del Gobierno Abierto, un plan municipal puede lograr avances significativos en la medida que sus gobernantes acierten en cada una de las partes que conforman el modelo F.A.S.T.

¡Hasta pronto!

paulbonillatransparencia@outlook.com