En el mundo de los lectores, existe ese grupo en que nos obsesionamos con un libro o algunas veces con las sagas, eso está bien, pero algunas veces es sorprendente los niveles que pueden llegar los coleccionistas por estos libros.
El primer caso, y creo de los más explotados, es el amor por “El principito”, este libro es muy especial para ciertas personas, yo siempre lo recomendaba para niños, pero les sugería que al regalarlo a un niño no esperaran una gran reacción. Pero hay personas de todas las edades, que tienen obsesión con este pequeño libro, para ejemplo Gustavo Cerati en su concierto “11 episodios sinfónicos”.
Cada año aparece una edición nueva y cada año, llegan a las tiendas las agendas del Pequeño príncipe. Buscando en internet puedes encontrar prácticamente cualquier producto con las famosas ilustraciones de Antoine de Saint-Exupery.
Otro conocido caso de obsesión por la saga es Harry Potter de J.K Rowling; Una saga de las cuales existe casi todo. Con cada película, aparecía una edición nueva con una portada diferente. Yo sentía que la editorial explotaba a los fans, ya que no pasaba mucho tiempo sin que desapareciera una presentación de un precio moderado y para que apareciera una mucho más cara que sólo tenía pequeñas diferencias, pero estas diferencias eran suficientes para que los coleccionistas las quisieran. Cada vez que salía una película relacionada a la saga, la gente iba a preguntar por los libros, generalmente llevándose todos los libros e historias anexas.
Una de las sagas más recientes, de las cuales la gente necesita siempre más, es la saga de “Canciones de Hielo y Fuego” de George R. R. Martin, que es el nombre oficial de la saga de “Juego de Tronos”. La mayoría de la gente llega a buscar el libro después de haber visto la serie, para encontrar una historia muy diferente a lo que aparecía en la serie. Algunos prefieren la serie y no vuelven por el resto de los libros. Algunos regresan a comprar la saga completa. Aún recuerdo un día en la librería que iba una señora mayor con su hijo. La señora le pidió al hijo que le comprara el 5to libro de la saga “Danza de dragones” a lo que el hijo le respondió que no lo compraría hasta que el viera la quinta temporada de la serie. Estos libros tienen un truco muy malvado, libros relacionados a la saga, con el mismo diseño de las portadas aparecen constantemente con el nombre el autor; aunque las letras pequeñas aclaran que el libro fue escrito por otras personas y tienen la bendición del autor. Aun así, los fans los compraran.
El último de los casos de los que escribiré es “El Hobbit” y “El señor de los anillos” de J.R.R. Tolkien. Claramente la gran mayoría de la gente que llega buscando estos libros, vieron las películas primero, es un poco complicado explicar por qué de los libros de “El señor de los anillos” si hay un libro por película y de “El hobbit” hay 3 películas de un pequeño libro. Como sea, de esta saga, en cuestión de libros hay cosas muy bonitas y que merecen el precio que cuestan. Ediciones empastadas e ilustradas con mapas, que no todos los fans compran.
Como sea, yo no soy nadie para juzgar sus obsesiones, ni en que gastan su dinero (mi demonio se llama Hello Kitty), pero creo en estas épocas de vacas flacas, hay que coleccionar con calidad, verlo como una inversión y buscar cosas que, podamos mantener por muchos años y que en el futuro la familia se las pelee en la herencia y cuando vayan a venderlas no les digan “No lo sé Rick, parece falso”.
angelica.lobato@criteriodiario.com
