Las consecuencias del buen fin ¿mayor economía o mayor contagio?

Criterios Paul Bonilla

Si bien es cierto que en algunos Estados de la nación el semáforo epidemiológico del COVID-19 ha cambiado de rojo a amarillo o incluso verde (Campeche y Chiapas) al corte del 26 de noviembre, los datos oficiales reportados por la Secretaría de Salud nos arrojan aproximadamente en el periodo del 09 de noviembre al 20 (Campaña del “BUEN FIN”) 66 mil casos confirmados de personas contagiadas en todo el país y 4,385 lamentables defunciones en el mismo lapso de tiempo, en general nos encontramos en un lapso donde el cuidado y resguardo son fundamentales para todo habitante del país.

La actividad económica y comercial durante el periodo de pandemia ha registrado grandes bajas en el consumo, esto por la pérdida de ingresos derivado del desempleo y recortes salariales, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social informa que se han recuperado 36.4% de empleos formales durante el periodo de agosto al mes de octubre, mientras que datos arrojados por el INEGI informan que el país pasó de 57.2 a 53.8 millones de personas económicamente activas (julio a septiembre) servicios como restaurantes, alojamiento (hoteles) y comercio se contrajo la base laboral en 1.1 millones.

Otro dato que puede corroborar el tema laboral es la encuesta de “Termómetro Laboral” realizada por la OCC Mundial que informa lo correspondiente a la semana del 13 al 19 de noviembre con los siguientes datos: 7 de cada 10 mexicanos buscarán auto-emplearse a falta de oportunidades laborales, 14% de los encuestados manifestaron intentar establecer un propio negocio, 11% informaron que iniciaron un autoempleo y que hoy en día mejoraron su economía, por otro lado la encuesta menciona que al momento 69% de las compañías mantienen sus puestos eventuales y la productividad de las empresas en México se mantiene en 88%, lo que repercute en un crecimiento lento para el último trimestre del año pues la población económicamente activa en puestos de tiempo completo o autoempleo aún no remonta en lo que va del año.

Estas cifras nos ayudan a plantear el escenario donde el gasto realizado por los consumidores, Usted y yo, debimos de realizarlo en temas sumamente prioritarios: salud, educación y alimentación por mencionar algunos, sin embargo las cifras reportadas después del “BUEN FIN” reportan que las categorías “TOP” durante este año fueron: electrónica y tecnología (129%), hogar (129%), moda (63%) y belleza (22%) datos publicados por Tiendeo.mx y que recaban información de la última quincena de octubre y los 12 días que duró la campaña “BUEN FIN”, arrojando que televisores, colchones, lavadoras, comedores, refrigeradores y perfumes fue de los más buscado por los compradores.

Realidad que supera a la propia realidad, como podemos observar el comportamiento del mexicano en un porcentaje fue igual o similar a lo producido en años anteriores, no existió un detonante por gastar en servicios o productos de salud aun cuando existieran promociones o incentivos para su consumo, esto refleja el soporte que dan los ciudadanos a los servicios médicos públicos o a la capacidad económica con la que puedan soportar los gastos generados por la pandemia, desde cubrebocas, gel antibacterial, vitaminas y demás cosas que auxilien al cuidado personal hasta traslados y cuidados en un nosocomio particular donde sabemos que los costos pueden ir desde una simple consulta o prueba de detección (2,200 aprox.) hasta facturas de cientos de miles de pesos.

El panorama no es alentador, y la seguridad en materia laboral así como de la inversión privada para la generación de empleo es complicada, analistas prevén que durante el primer semestre del 2021, la población pueda comenzar una cierta normalidad en sus centros laborales o una recuperación de empleos hacia inicios del 2022. 

Con estos números debemos hacer reflexión como sociedad sobre el impacto que tiene el cuidado de la salud de quienes están al frente de una familia como proveedores de la economía o de quienes generan gasto simplemente, ya que las cifras de infectados así como de muertes pueden elevarse sobre los meses de diciembre, enero y febrero, la vacuna que se pronostica llegue en marzo tendrá una capacidad de atender grupos prioritarios (personal del sector salud y grupos vulnerables) mientras que al sector privado tardará un poco más en llegar; la recomendación es tener sus ahorros y aguinaldos en la mayor cantidad posible, destinar una parte para hacer los pagos necesarios y liquidar cuentas pendientes, no endeudarse con compras que superen su capacidad de gasto y menos hacia finales de año puesto que la cuesta de enero será dos o tres veces mayor que en otras ocasiones. 

¡Hasta la próxima!

paulbonillatransparencia@outlook.com