Estando activos mientras estamos en casa

Criterios María Del Rocío Lozano Solana

El encierro tiene que dejar de ser excusa para la mediocridad y la flojera. Aunque la crisis del COVID-19 sigue creciendo y en muchos países aún no alcanza su cumbre, el activismo por los derechos humanos nunca había sido más importante. En todo el mundo se está viviendo una crisis que es entre humillante y desastrosa, vivimos con preocupaciones por los derechos humanos y como muchos, se han quedado vulnerables alrededor del mundo. En países como Estados Unidos, la respuesta a este virus que, antes desconocido y ahora bien odiado, ha incluido prisioneros del confinamiento solitario, una propuesta extrema para la prohibición de asilo a extranjeros, distanciamiento social para evitar poner en riesgo la vida de miles de personas que no han encontrado sus hogares lo suficientemente habitables y tiendas de armas que reportan sus mayores ventas desde el inicio de la pandemia.

Pero los Estados Unidos no son el único país que se ha visto preocupado por su pueblo. Del otro lado del charco, Angela Merkel, la canciller federal, advierte que, si el proceso de vacunación contra el coronavirus no consigue lo que llaman “inmunidad de rebaño” o “inmunidad de grupo”, en Alemania se tendrían que seguir tomando las medidas y restricciones contra la pandemia. Y así, muchos líderes alrededor del mundo han luchado y lucharán por conseguir el bienestar de su gente. Actuar ahora mismo puede tener un impacto grande y positivo en la lucha por los derechos humanos y en conseguir ese bienestar. 

Los efectos de nuestra salud mental han tomado un papel protagónico en las listas de preocupaciones de los médicos, psicólogos, psiquiatras y familiares; la clave está en aprovechar este distanciamiento, haciendo uso de las herramientas virtuales para seguir abogando por la dignidad que ya muchos han perdido. La humillación ha sido suficiente. En México se han perdido alrededor de 1 millón de empleos formales según la revista Forbes, también se habrá registrado que se alcanzaron 1, 255,974 casos de contagios por el COVID-19, con una tasa de letalidad situada en 9.1 %. Todos están ya cansados de cubre bocas, aunque hayan logrado combinarlo con sus ropas y uniformes. A medida que luchamos para salir de esta crisis intactos o por lo menos, poco dañados, el distanciamiento social y los bloqueos por parte del estado en nuestra vida cotidiana, nos pueden afectar lentamente y sin darnos cuenta. Pero, esto es lo que puedes hacer:

1. Comparte tu historia: Una de las herramientas más poderosas para los activistas, es la que todos poseemos, nuestras historias. Las historias nos conectan, nos ayudan a ver el mundo a través de los ojos de otros y abren nuestras mentes a nuevas experiencias y vivencias, unas que no conocíamos. También son una forma efectiva para que las comunidades no sean pasadas por alto y que más bien sean vistas, escuchadas, celebradas y comprendidas. Y como hoy te estoy invitando a luchar por los derechos humanos, elige un tema que te guste, moviliza a tus seguidores en las redes sociales, invítalos a compartir contenido de valor y profundo, contenido que los haga reflexionar más allá de los que están acostumbrados. Crea un efecto que domine en los círculos en los que te mueves. Luchar por el bien de todos y todas sin fronteras, devuelve la esperanza para recuperar la vida digna que muchos han perdido.

2. Proyección virtual: Esta es una forma muy efectiva y amigable de crear conciencia. Las comunidades se han quedado atrás intentando de entender problemas que no les son bien explicados. Sin embargo, Facebook, YouTube y plataformas como Netflix, nos han dado un tema de conversación en común. Una película o un video con fondo educativo, puede crear un cambio trascendente. Elige el medio que ya conoces, que tu comunidad entiende y promueve su uso para crecer en un tema, para entender un problema y para luchar por resolverlo. Actividades como esta crean conciencia y eso es lo que hace falta. 

3. Poesía o cuentos breves: Así como contar nuestras historias puede ser un método imparable, escribirlas y escucharlas nosotros mismos también puede impactar en nuestro día a día. Elige lo que más te guste, la poesía o los cuentos y dedícale un rato de reflexión a todo aquello que has vivido y sobrevivido. Usa el medio virtual para compartir tu reflexión, con que llegues a una persona será más que suficiente. Rara vez nos percatamos de los efectos que podemos causar en la gente. A medida que se comparten los poemas y las historias, puedes invitar a una discusión y compartir una acción que los participantes puedan realizar, relacionada con los derechos humanos que hayas discutido y la experiencia que hayas compartido.

4. Redacción de cartas: Por último, no te olvides de esta, mi actividad favorita. Entiendo que no todos hemos sido capacitados para escribir, sin embargo, todos somos capaces. Escribir cartas en tiempos de una pandemia mundial requiere cierta preparación, pero sigue siendo una forma poderosa de llamar la atención sobre cuestiones urgentes de derechos humanos, así como un medio para llegar a muchos. Invita a que tus conocidos y seguidores escriban una o más cartas que traten sobre un tema importante y necesario de concientizar. Las cartas pueden ser enviadas a cualquiera que siga con la actividad. Crea un espacio de confianza para que existan estas conexiones sociales mientras nos distanciamos físicamente. Esencialmente, esto busca conectar al mundo de una manera hermosa y olvidada, a través de las cartas. 

5. Hazte notar: todas las comunidades son parte de un círculo de autoridad a la que le tienen respeto y atención. Busca instituciones importantes, respetadas y activas, con las que puedas acercarte a resolver el problema que hayas notado. Escribe un correo o envía una carta, haz una llamada o acércate personalmente con precaución. No te quedes esperando un cambio sin haber puesto tú, los medios para lograrlo. Muchas autoridades ya están preparadas y cuentan con la experiencia suficiente para movilizar a la sociedad. Haz que tu opinión sea importante y haga ruido, procura compartirla a través de medios y herramientas sanas y profesionales. Infórmate y acércate a los que puedan ayudarte. 

Puede que lo que te recomiende hoy no sea la clave final o el secreto perfecto para hacer conciencia y traer un cambio, pero seguramente servirá para que tu alrededor se mantenga activo, interesado, entretenido e informado, que no pierdan la esperanza, sino que más bien, al involucrarse en un movimiento humano, se olviden de su propia humillación y comiencen a disfrutar el aislamiento y el proceso. No solo los políticos deben de desgastar sus esfuerzos, no solo los jefes o líderes sociales. Todos somos parte de una sociedad con necesidades urgentes y con grietas en la protección de derechos humanos. Seamos parte activa e importante mientras estamos en nuestras casas.

FB: Rocío Lozano

Instagram: @rociolozanos

Twitter: @rociolozanos