“No te mueras con tus muertos”
Santa Teresa de Jesús
No existe una varita o palabra mágica para superar o suprimir el miedo a morir o el dolor de perder a un ser querido. Yo sólo quisiera compartir contigo algunas cosas simples, para que te duelas sanamente y hagas más llevadero tu dolor, ante la muerte de los tuyos. Es normal que te duela y te deprimas por un tiempo, pero no que no puedas vivir por perder un ser querido. Que te dejes morir porque murió tu madre, tu padre o tu hermano, tu esposo o tu esposa, tu hijo o tu amigo. Mucha gente quiere ayudarte y no verte mal pero esto sólo si tú quieres, permite que se te ayude a sufrir sanamente, para seguir viviendo; porque como decía Santa Teresa “No te mueras con tus muertos” y he visto a muchos morir por sus muertos
Tus muertos ya murieron y en tu mente ya lo sabes. Pero tú sigues vivo y tu corazón necesita tiempo para saber y aceptar que ya partieron. Tu dolor aparece al ver que hay un lugar vacio en la mesa familiar, lo que llamamos “la silla vacía”. Resurge la necesidad de ver al padre, la madre, el abuelo, el hermano, la pareja, el amigo, o cualquier otro ser querido, que ya partió. Nuestro corazón humano es así siempre vive de a poco lo que la razón sabe de golpe.
Para nuestra mente los muertos mueren una vez; para el corazón mueren muchas veces. Recuperaras a tus muertos cuando aceptes que partieron; sólo los recuperas en su regreso, cuando aceptaste su partida. No tendremos la alegría del reencuentro, sin sufrir el dolor de la partida. Llora, vive tu duelo se vale sufrir, sentir esa ausencia lo que no es válido que te quedes ahí por tiempo indefinido, sintiendo dolor y pena. Es normal que sigas todos los pasos del proceso del duelo, tienes que vivirlo para superarlo y tomar o retomar nuevamente tu vida, sin ese ser querido que partió.
Es normal negar lo que estás viviendo, sentir rabia y enojarte y hasta rebelarte ante lo vivido, negociar lo que estás viviendo y sintiendo, deprimirte y sentir ese dolor, sumirte en la pena pero sin perder de vista que cuando más obscuro esta, más pronto está por llegar el amanecer. No te tortures dando o buscando explicaciones por sentirte mal o culpable ante tus muertos. Nuestros muertos ya descansan y ahora nos toca honrar su memoria y vivir en homenaje a ellos. Retomar nuestra nueva vida, no los vamos a olvidar vamos a continuar su legado. ¡Muéstrales más bien, que como el árbol podado en el invierno, lejos de morirte, retoñas vistiendo tu desnudez devolviendo frutos por heridas!
Debes buscar un sentido a tu vida, ya que mientras no tengas una respuesta, para qué murieron ellos, tampoco sabes para qué vives tú. Pregunta menos y acepta más. En tu corazón duermen la vida y la esperanza esperando que tú las despiertes para seguir viviendo esperanzado.
Suelta las amarras y deja partir a tus muertos sin amarras por su camino, hacia su meta, y aprende la lección que ellos te dejan, honra a tus muertos con una vida digna.
El morir nos da miedo, es natural en todos los seres humanos y pensantes. Piensa: ¿qué esperas para ti cuando hayas muerto? Piensa: ¿cómo quisieras tú que tus seres queridos vivan tu partida? Aprende de tus muertos una lección para la vida. Aprende de tu pérdida a disfrutar a los que ahora están contigo, aunque en pandemia es difícil tener ese contacto, pero llama por teléfono para saber como están, diles cuanto los amas y lo importantes que son para ti.
Parte del dolor que te golpea, cuando despides a tus muertos, se debe a una pregunta que golpea en tu interior, interrogando por el sentido de la vida. Si respondes de verdad, sincera y frontalmente.
Es normal actualmente tener miedo a contagiarnos y morir, todos nacemos para morir y debemos aprender a disfrutar la vida. Gozar el hecho de estar vivos, día con día agradecer lo que tenemos por ejemplo el poder disfrutar el sol, el aire y a todos nuestros seres queridos.
Tener miedo a nuestra muerte, es humano pero no podemos ir por la vida sintiendo miedo y viviendo con la idea de que vamos a morir. Todos vamos a morir algún día pero mientras ese momento llega disfruta, goza, ama y aprende. Esta vida es una enseñanza cada día. Abre tus alas y vuela alto honrando la memoria de tus muertos y de tus ancestros, que no sea en vano su vida.
Gracias a la muerte de tus muertos tú vivirás.
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