El mundo digital se ha caracterizado por cambiar la forma en la que normalmente hacíamos las cosas. Para muchos parece que fue hace mucho tiempo la última vez que hicieron una compra en una plaza comercial. No los culpo, ya que la actual contingencia ha restringido mucho estos espacios públicos y como buena especie humana nos hemos tenido que adaptar para satisfacer nuestras necesidades consumistas. Ya no es noticia que las ventas en línea hayan crecido en cifras de hasta tres dígitos como consecuencia a la actual pandemia, acelerando la interacción que tenemos con el universo digital a pasos agigantados. La transición de lo físico a lo digital se estaba empezando a dar desde el 2015 más o menos, y se estimaba que por ahí del 2030 la mayoría de las transacciones se harán 100% en línea. Pero no contaban con que nos iban a mantener encerrados en nuestras casas por más de un año y que necesitábamos comprar cosas, ya sea por necesidad o por puro ocio.
Aun así, hay sectores y negocios que por más digitalización que haya en el mundo, tienen una gran parte de sus procesos a una escala local o regional y uno de ellos es la construcción. Aterrizándolo un poco, como constructores y arquitectos no podemos enviar una casa en paquetería desde Puebla para que se haga en Sinaloa. Ni pensar en una alternativa internacional. La construcción en particular depende de muchos factores que son exclusivamente locales. A pesar de formar parte del mismo país, no es lo mismo construir en Veracruz que en Tlaxcala. Cada Estado y Municipio tiene sus reglamentos de construcción, los factores climáticos y de suelo son super diferentes, los costos de mano de obra varían mucho y como consecuencia los tiempos de ejecución y calidad del trabajo, también tienen rangos muy variables entre zonas diferentes del país.
Ya habíamos platicado que para realizar una construcción exitosa es muy necesario hacer una planificación a conciencia de lo que se necesita para construir tu casa. Y siempre vamos a sugerir que para esa labor LO HAGAN DE LA MANO DE UN ARQUITECTO, ya que es el especialista en la planificación de todas las necesidades previas y futuras al construir tu nuevo hogar. La labor de un arquitecto en ese aspecto cae más en el sector de los servicios, no tanto en la producción como lo es la construcción. Y como tal, la arquitectura sí puede traspasar fronteras estatales e internacionales, ofreciendo soluciones para las necesidades de cualquier persona en cualquier parte del mundo. Obviamente un arquitecto con la experiencia de haber construido de forma local es mucho más confiable que uno externo, pero no significa que sea imposible que un profesionista de Sonora proyecte una casa para Chiapas.
En los inicios del internet, por allá de los años 90´s, las grandes mentes sociales le daban una gran bienvenida a esta súper revolución que cambiaría el mundo por completo. Todo mundo celebraba el tener a la mano la información de todo el mundo en cuestión de segundos, la comunicación con gente del otro lado del planeta sin necesidad de esperar una carta en tu casa y muchísimos más beneficios que pronosticaban una mejora para la inteligencia y la educación de la raza humana. El internet era sinónimo de progreso. Pero no contábamos con que la raza humana haría cosas como Facebook, TikTok, Twitter o Instagram que, podrán tener algunos beneficios, pero definitivamente no están volviendo más educados e inteligentes a sus usuarios. Al contrario, en la actualidad lo más seguro es que en tu muro de Facebook el 80% del contenido sea publicidad, memes y publicaciones de los grupos a los que perteneces que normalmente son de venta u ocio; nada que pueda alimentar esa mente sedienta de información y cultura.
Este fenómeno ha venido a cambiar la forma en la que interactuamos con los profesionistas de la actualidad. Si alguno de ustedes tiene un amigo doctor, seguramente lo han escuchado quejarse de las páginas de internet que más bien son foros de discusión en donde una persona publica sus síntomas y miles de “especialistas” le dan un diagnóstico que normalmente no es acertado. O peor tantito, todos tenemos a un amigo hombre que Googlea sus síntomas para darse cuenta que lo que tiene es cáncer cervicouterino. Antes pensaba que eso sólo le podría pasar a un doctor, no había forma de que alcanzara a los demás profesionistas. Gracias a esta pandemia, he sido desmentido de formas muy dolorosas.
Como experiencia personal, formo parte de diversos grupos en donde por la redacción del nombre de dicho grupo uno pensaría que se tratarían temas relacionados a la construcción y la arquitectura, de vez en cuando alguno que otro chiste o meme, y obviamente proveedores o contratistas que ofrecen sus servicios para hacer alianzas con los constructores que participamos en esos foros. Pero para mi asombro (porque no fue sorpresa que algo así pasara), los grupos estaban más llenos de gente que buscaba arquitectos GRATIS. Muy astutos, además, porque incitan a que la comunidad “opine” sobre una posible intervención en algo que normalmente dice así:
“Amigos, qué me recomiendan que haga en un terreno de 8×15? Tengo algunas ideas, pero quiero leerlos a ustedes”
A lo cual le siguen mínimo 100 mensajes de los cuales la mitad son de arquitectos preguntando por más información, otro 30% insultando al autor por pedir asesoría sin costo, y el último 20% ofendiendo a los arquitectos por querer cobrar por hacer un proyecto. Ya sabemos como son las redes sociales, entre más odio, más viral.
Así como un doctor no puede decirte lo que tienes cuando le dices que te da tos, un arquitecto no puede resolver nada de la forma correcta con las puras medidas del terreno. Esta columna más que una queja es una recomendación: no aceptes servicios gratis de nadie que diga ser arquitecto, no existen las soluciones mágicas. No digo que contrates a un arquitecto para construir tu casa, la puedes construir tu solo si quieres. Pero siempre de la mano de un experto, que estoy seguro te va a acompañar en todo el proceso para que quedes muy satisfecho con el resultado.
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