Se dice Terraza, no “Roof Garden”

Criterios Enrique Acuña González

Si en algún momento te has topado con el anuncio de una casa nueva en venta, dentro de todas las características que se mencionan, una de las que más demanda generan es el famosísimo “Roof Garden”. Desde hace aproximadamente 10 años, al menos en Puebla, la oferta de casas se ha centrado en un área que pareciera tan indispensable, que podría sustituir a otras habitaciones de uso público como la sala de televisión. Me he topado incluso con casas que no tienen jardín, pero cuentan con “Roof Garden”. Si consideramos la traducción literal, el roof garden es un jardín en tu azotea, por lo que tiene sentido no tener un jardín tradicional en la planta baja y disfrutarlo mejor en el techo de tu edificio. La triste realidad es que un roof garden en México no es ni jardín ni azotea.  ¿De dónde salió esta nueva habitación tan de moda? Aquí te lo cuento.

Hace algunas publicaciones, hablábamos de los modismos que se han incorporado erróneamente en el léxico inmobiliario. En esa ocasión les contaba la historia y características de un loft. ¿Te lo perdiste? Aquí te dejo la liga.

No es la primera vez, ni la última en la que pase que una solución innovadora se vuelva tendencia y luego objeto de deseo por las clases acomodadas, para luego convertirse en símbolo de estatus entre los círculos aspiracionistas de la sociedad. No me malinterpretes, a diferencia del Presidente, yo creo que tener sueños y un objetivo alto que seguir, es lo que nos impulsa a ser mejores. Así es como tratamos de mantener nuestros muebles y combinaciones de pintura conforme a la moda actual, de eso vive el diseño de interiores. Conceptos como el “loft” y la tendencia “vintage” son claros ejemplos de usos sobre explotados de ideas excelentes a problemas casi siempre económicos. En el caso del “roof garden“, la solución es hacia un problema de recursos, pero más bien ambientales en vez de monetarios.

Originalmente los jardines en las azoteas resolvían un problema de esparcimiento. Durante la revolución industrial de finales del siglo XIX, recordemos que las grandes ciudades empezaban a ser verticales de una forma más sencilla y segura gracias al gran manejo y explotación del acero en las estructuras. Cuando en la antigüedad el área de reunión pública era un parque o la plaza del centro, en las grandes urbes todo era ocupado por grandes edificios que concentraban un gran número de familias. Entonces a algunos visionarios se les ocurre darle un uso al último piso del edificio agregando un jardín que emulara la plaza para que sus inquilinos no tuvieran que desplazarse muchísimas más calles hacia los parques o jardines, que poco a poco, empezaban a desaparecer.

Tiempo después, en los años 70s los edificios con mayor plusvalía resultaban ser los que incluyeran un jardín en su azotea, a lo que empezó a relacionarse con el poder adquisitivo de sus habitantes. Para finales de los 80s se empezaba a hablar sobre los efectos climáticos de las ciudades y las consecuencias para la raza humana. Una de ellas eran las enormes islas de calor que representaban esos kilómetros cuadrados de acero, cemento y asfalto en las grandes ciudades del mundo. Resultó que la solución ya se había implementado sin querer en algunos edificios, y empezaron a usar a su favor todas las bondades de tener un jardín en tu azotea. Reduce la concentración de dióxido de carbono, reduce la temperatura superficial de las azoteas, mantiene fresco al edificio, mejora la calidad de vida de sus inquilinos y les otorga, además, un espacio de esparcimiento sin arriesgarse a salir al espacio público (recordemos que en los años 80s y 90s la ciudad de Nueva York, por ejemplo, era una de las más peligrosas e inseguras del mundo).

Desde ese entonces hasta la actualidad se ha impulsado la implementación de “azoteas verdes” con el afán de contrarrestar las emisiones de carbono hacia la atmósfera. Las bondades ecológicas son bastante amplias, y no creo que haya personas que sean tan inconscientes como para rechazar una idea tan genial. ¿Cuál es el problema? El costo. Implementar y sobre todo mantener un jardín en tu azotea representa una gran inversión. Pero la idea de tener un lugar elevado desde el cual puedas disfrutar del horizonte de tu colonia, un atardecer, un buen libro o una reunión social era demasiado tentadora. Entonces las grandes mentes inmobiliarias con sus grandes conocimientos de mercadotecnia crean una palabra para satisfacer ese deseo y estatus, sin tomar en cuenta ninguna característica original del “roof garden”.

Tomemos en cuenta que los lotes habitacionales, sobre todo en los fraccionamientos, son cada vez más pequeños para adaptarse a la capacidad compra del mercado mexicano. Pero el mercado también quiere más espacio y sobre todo uno que le permita hacer una buena carnita asada los fines de semana. Es así como surgen las casas de 3 pisos. La familia tradicional necesitaría 3 recámaras además de las habitaciones tradicionales de una casa, y la demanda solicita privacidad por lo que casi siempre se tendría un baño para cada recámara, o cuando menos dos baños completos. Pero para acomodar todo eso en un terreno de 120m2 no hay otra opción que empezar a ser verticales. ¿Cómo le vendes a la gente que tiene que subir 3 pisos para llegar a su área abierta? Le pones un nombre extranjero y simbólico del estatus del dueño: “roof garden”.

La realidad es que los terceros pisos en las casas habitación modernas han resuelto necesidades de formas muy ingeniosas. Pero lo que hay ahí no es la azotea, ni es un jardín. Es un tercer piso con áreas abiertas. Una terraza. Pero esa es una característica que ya pasó de moda. Y aún así existen familias que le dan buen uso al nombre de su “roof garden” y le implementan macetas con árboles, huertos urbanos o jardineras. Todo se agradece y embellece las terrazas del tercer piso de sus casas. Eso son, así se les dice: terrazas. Aún así no los culpo si quieren decir que “el fin se arma una carnita asada en el roof”. Buenas ideas mal nombradas.

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