Demon Slayer: Cuando la felicidad se desmorona, siempre huele a sangre

Criterios Ingo E. Kobe

Haciendo referencia al nombre de esta columna, hace un par de semanas en algún momento de ocio buscaba recomendaciones para ver algo nuevo y diferente. Era uno de esos fines de semanas en los que uno tiene ganas de algo, sin saber bien de qué y ya comenzaba a sentirme un poco harto de hacer zapping entre una plataforma y otra, sin encontrar una buena opción. Entonces recordé que meses atrás había leído algo acerca de aquella película basada en un animé que rompiera todos los récords de audiencia el año pasado y se me ocurrió que podría investigar un poco más acerca de esta opción.

Aunado a todo lo anteriormente mencionado, Ángel, una de mis ahora ex alumnas con las que comparto varios puntos de vista, opiniones e incluso gustos, me había hablado de su obsesión y fanatismo por “Demon Slayer” e incluso me llamó mucho la atención que llegó a publicar en su cuenta de Twitter lo mucho que celebraba el convencer a su padre de ver esta serie con ella. En conclusión, esta y otras personas que me habían recomendado esta serie animada fueron suficientes para aventurarme a ver esta maravilla.

“Tanjiro Kamado” es un adolescente que, por diversas situaciones del destino, se ha propuesto una misión… Lograr recuperar y restaurar la humanidad de su hermana “Nezuko” quien ha sido convertida en un demonio después de que “Muzan Kibutsuji” matara a todos los otros miembros de su familia incluyendo a su madre y a sus hermanos más pequeños. “Tanjiro” no concibe la idea de su hermana transformada en un demonio y no está dispuesto a abandonarla. Después de un breve encuentro con “Giyu Tomioka” (un asesino de demonios del que descubriremos más cosas a lo largo de esta historia), “Tanjiro” es reclutado para poder iniciar un exhaustivo y largo entrenamiento que tiene un fin. La idea de convertirse en un asesino de demonios persé es confusa y extraña para “Tanjiro” gracias al estado actual de su hermana, pero entiende que tal vez sea la única manera que tiene para poder ayudarla y de ser posible salvarla.

Si piensan que esta breve idea describiendo a esta gran serie animada suena complicada, poco atractiva o incluso algo terrorífica, les aseguro que esas no son en lo absoluto las palabras que utilizaría para definir mi experiencia al verla. Es una historia con muchos mensajes poderosos y profundos que van desde el significado de la familia y los amigos, hasta la importancia de encontrar nuestro propio camino y poder así descubrir nuestra misión en la vida.

El personaje principal es un ejemplo de ser humano y refleja a aquella persona que reacciona, siente y es empática con lo que está pasando a su alrededor. Con defectos y virtudes, pero viendo por los demás y buscando el bienestar común. El mundo sería un lugar mejor si todos compartiéramos la manera de pensar y actuar de “Tanjiro”. Me sorprende y emociona los diálogos internos que tiene siempre al concluir una batalla o derrotar a un oponente. Sin importar el mal que el demonio causó en el pasado, él siempre pide que sean perdonados mostrando una empatía en todo momento.

Me gustaría destacar también el tono de comedia que siempre caracteriza a estas series animadas que en este caso en particular está muy bien logrado. El dramatismo extremo e intenso que curiosamente despierta una gran valentía y coraje en mi personaje favorito “Zenitzu” o la rabia y el enojo sin sentido que demuestra siempre “Inosuke” (acompañado de una peculiar máscara) hacen que esta historia sea divertida y ligera. Pude disfrutar de una serie de animé como lo hacía en mi adolescencia.

No quisiera contarles más acerca de la historia de este animé basado en un manga, que después del éxito que tuvo con la primera temporada, se lanzó una película que sirve como enlace a la segunda entrega de esta serie que está próxima a estrenarse en octubre de este año. Así como yo anímense a verla y disfrutarla, les aseguró que se quedarán con ganas de saber qué le depara a nuestros aventureros (menos mal que la segunda temporada está a la vuelta de la esquina).

Envejecer, morir, es lo que le da sentido y belleza a una vida humana. Es porque envejecemos, es porque morimos que nuestra vida tiene valor y nobleza”.

Sígueme en Instagram como: 

@ingoekobe 

@popcastpop