Por: Redacción Criterio Diario / Foto: Getty Images
Cuando menos 250 personas en el estado de Puebla fallecieron luego de que por la epidemia de COVID-19 se suspendieron las cirugías de trasplante de riñón a pesar de que algunas ya contaban con donador, indicó Beatriz Adriana Rodríguez Bernal, presidente de la Asociación de Enfermos y Trasplantados Renales de Puebla.
Agregó que la Secretaría de Salud no ha retomado las cirugías de trasplantes en el Hospital General del Sur. Otras instituciones como el ISSSTE, ISSSTEP e IMSS, ya lo hicieron.
“Incluso pacientes del Seguro Social que ya tenían fecha de trasplante y se suspende debido al tema de pandemia, lamentablemente perdieron la vida, unos el año pasado, otros este año y lo más triste es que no sabemos para cuándo se vaya a reactivar este tema”.
Por otra parte, Adriana Rodríguez señaló que los pacientes siguen padeciendo desabasto de medicamentos, como Sirolimus, debido a que no hay suficiente producción a nivel mundial, ya que las farmacéuticas se enfocan en medicamentos para el tratamiento del COVID. El Sirolimus ayuda a la salud de quienes que ya recibieron un riñón y su precio ronda en los 11 mil pesos.
“Para no dejar a los pacientes sin el abasto, lo que estamos haciendo es entre las organizaciones tratar de ayudarnos intercambiando medicamentos, algunas piden cuotas de recuperación”, comentó.
La presidente de la asociación añadió que en Puebla hay una lista de mil 700 personas en espera de ser trasplantadas, mil 745 de ellas requieren un riñón y el resto otros órganos, como son hígado, corazón o pulmón. La estadística a nivel nacional refiere que un paciente tiene que aguardar cuando menos un año para la cirugía, si es que ya cuenta con donador; pero si no es así transcurren hasta cinco o 15 años.
Beatriz Adriana Rodríguez expuso que la Secretaría de Salud debería que destinar más presupuesto, a fin de cubrir los estudios que se requieren tanto para donadores como receptores ya que los costos llegan a ser de hasta 65 mil pesos para cada uno, pues se requiere de estudios, exámenes de laboratorio y trámites ante notario. También pidió asignar recursos para la contratación de nefrólogos, ya que estos especialistas rechazan trabajar en el sector público porque los bajos salarios y las jornadas de trabajo extensas, por lo que prefieren atender en instituciones privadas.