Jackson: El Último Tribuno Del PRI

Criterios Josimar Alejo

El significado de la palabra “tribuno”, de acuerdo con la definición del diccionario de la lengua española, herramienta de la Real Academia Española de la Lengua, es “Orador político que mueve a la multitud con elocuencia fogosa y apasionada.”

Esa es para mí la descripción del último gran tribuno del Partido Revolucionario Institucional: Enrique Jackson. Él y Beatriz Paredes, desde mi perspectiva, fueron los dos pilares que mantuvieron vigente a ese partido político en sus momentos más complicados hasta antes de la era postpeñanietista. 

Nacido en Los Mochis, Sinaloa, fue legislador federal, tanto diputado como Senador, llegando incluso a presidir la Cámara Alta en diversas ocasiones. Politólogo de la UNAM (al parecer con carrera trunca). Hizo trayectoria en la burocracia federal para luego ser parte de la del Distrito Federal. En la capital del país, tanto a nivel nacional tuvo cargos partidistas. 

Como parlamentario logró ser durante la LVII Legislatura, vicecoordinador de grupo, lo que le llevó a tener relación con sus homólogos de otras entidades. Por su capacidad llegó a ser en dicha legislatura el primer presidente de la Junta de Coordinación Política, órgano de gobierno colegiado dentro de la cámara baja. 

Siendo senador del año 2000 al 2006 llegó a presidir la Cámara Alta en dos ocasiones. Durante esa etapa hizo precampaña (dentro de las definiciones partidistas primarias) en el proceso electoral federal de 2006, formando parte del TUCOM (“Todos Unidos Contra Madrazo”, grupo de gobernadores priistas y otros personajes como Jackson) que tenía como fin impulsar a un candidato a presidente de la república que no fuera el presidente en aquel entonces de dicho partido: Roberto Madrazo. 

¿Qué habría sucedido si Enrique Jackson hubiese sido el candidato del priismo? Seguramente habría obtenido mejores resultados que Madrazo quien cayó estrepitosamente el tercer lugar en las preferencias (el equivalente a lo que sucedió con la candidatura de Meade en la elección 2018). 

Luego de ello vendría poco a poco un declive en su carrera política teniendo encargos partidistas y de nuevo legislativos en el pasado sexenio (diputado federal plurinominal y asambleísta en el Constituyente de la Ciudad de México). No obstante ello, recobró fuerza y presencia mediática al incursionar como comentarista y analista político en diversos programas televisivos: por ejemplo, en el segmento “Debatitlán” del programa “El Mañanero”conducido por Brozo; “Es la hora de opinar” conducido por Leo Zuckerman. 

Apenas hace 2 años, por citar un ejemplo, en entrevista para Zuckerman hablaba en el marco de los 25 años de la muerte de Luis Donaldo Colosio, sobre el clima político enrarecido de la época. 

Podemos ver aún sus aportaciones en intervenciones del Constituyente de la Ciudad de México que quedaron para la posteridad en diversas redes y plataformas como Youtube. 

Su peculiar estilo y temple político le ganaron el reconocimiento de propios y extraños. El pasado 1 de diciembre murió a causa de un infarto a los 75 años. 

Jackson y su trayectoria resultan de llamar la atención porque, desde el punto de vista de varios estudiosos de la política, representó una especie liderazgo de excepción del PRI en una de sus mayores crisis. En su momento, parecía que el impulsaba una clase política distinta y con un estilo muy pragmático y si se pudiera decir “honesto” en su actuar. 

Esa imagen lo llevó a ser el portavoz del PRI en distintos escenarios. Con su muerte el partido al que perteneció pierde a una de las últimas figuras que representaba, tal vez, ese liderazgo, postura clara y firme ante las diversas coyunturas políticas. Su disidencia ante el oficialismo partidista fue, su capacidad de crítica y autocrítica, su objetividad, atributos que hoy ya no se ven, a simple vista, en el que fuera el partido hegemónico del siglo XX mexicano. 

josimar.alejo@criteriodiario.com