No dejes que nada se robe el color de tu vida
Esta semana leí un ensayo del padre de la Logoterapia, Viktor Frankld neurólogo, psiquiatra, sobreviviente del holocausto. Me ayudó mucho a reflexionar como tomamos las cosas que creemos que los demás nos hacen. También pase por una situación en la cual yo esperaba, era mi expectativa, que una persona reaccionara de tal o cual forma ante una situación; pero debemos recordar que el ser humano tiene la libertad de decidir cómo actuar y reaccionar ante determinados eventos, situaciones y sentimientos. Y que las personas no siempre reaccionaran como esperamos que lo hagan.
Muchas veces nosotros creamos expectativas ante las personas y creemos que ellas son como nosotros las imaginamos y esperamos reaccionen como nosotros imaginamos que lo harían en tal o cual circunstancia.
Quien no se ha hecho las siguientes preguntas: ¿Quién te hace sufrir? ¿Quién te rompe el corazón? ¿Quién te lastima? ¿Quién te roba la felicidad o te quita la tranquilidad? ¿Quién controla tu vida?…
Y las respuestas no se hacen esperar ¿Tus padres? ¿Tu pareja? ¿Un antiguo amor? ¿Tu suegra? ¿Tu jefe? ¿Tus hijos?… Armamos toda una lista de sospechosos o culpables. Es probablemente lo más fácil. De hecho, sólo es cuestión de pensar un poco e ir nombrando a todas aquellas personas que no te han dado lo que te mereces, te han tratado mal o simplemente se han ido de tu vida, dejándote un profundo dolor que hasta el día de hoy no entiendes porque estás viviendo un duelo y esto está provocando dolor en ti.
Pero no es necesario buscar nombres de posibles culpables. Es más sencilla de lo que parece la respuesta, y es que nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la paz. Nadie tiene la capacidad al menos que tú le permitas, le abras la puerta y le entregues el control de tu vida.
Cada día me convenzo más de que el hombre sufre no por lo que le pasa, sino por lo que interpreta. Creamos prototipos de personas y creemos que van a reacciona de tal o cual forma ante determinadas situaciones y cuando se presenta algo resulta que no hicieron nada de lo que nosotros imaginamos seria su reacción Muchas veces sufrimos por tratar de darle respuesta a preguntas que taladran nuestra mente como: ¿Por qué no me llamó? ¿No piensa buscarme? ¿Por qué no me dijo lo que yo quería escuchar? ¿Por qué hizo lo que más me molesta? ¿Por qué se me quedó viendo feo? y muchas otras que por razones de espacio voy a omitir.
No se sufre por la acción de la otra persona, sino por lo que sentimos, pensamos e interpretamos de lo que hizo, por consecuencia directa de haberle dado el control a alguien ajeno a nosotros. Nosotros permitimos ser lastimados.
Las frases que normalmente se dicen los enamorados como: “Mi amor, me haces tan feliz”, “Sin ti me muero”, “No puedo pasar la vida sin ti”, son completamente irreales y falsas. Y miren que yo las ocupo y no estoy en contra del amor, al contrario, me considero una persona bastante apasionada y romántica, sino porque realmente ninguna otra persona (hasta donde yo tengo entendido) tiene la capacidad de entrar en tu mente, modificar tus procesos bioquímicos y hacerte feliz o hacer que tu corazón deje de latir. No debemos dar ese poder a la gente con la que laboramos, convivimos día a día y amamos tener el control sobre nosotros y que sus reacciones nos amarguen y hagan que no seamos felices esperando demasiado de la demás gente, cuando todo está dentro de nosotros
Definitivamente nadie puede decidir por nosotros. Nadie puede obligarnos a sentir o a hacer algo que no queremos, tenemos que vivir en libertad. No podemos estar donde no nos necesiten ni donde no quieran nuestra compañía. Tal vez tampoco podamos controlar lo que pasa, pero sí decidir cómo reaccionar e interpretar aquello que nos sucede.
Cuando sientas o que pienses que alguien te lastima, te hace sufrir o controla tu vida, recuerda: No es él, no es ella… ERES TÚ quien lo permite y está en tus manos volver a recuperar el control.
Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: La última de las libertades humanas la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino- para decidir su propio camino.
Debe uno de no formarse expectativas de las personas ya que al no recibir lo que esperamos provocamos una gran desilusión y entramos en Duelo ya que perdemos la imagen que nos hicimos de tal o cual persona en el momento de que no reaccionan como esperábamos o como idealizamos pudiera hacerlo.
Hay que aprender a no depender de nadie, alienta a tus demonios a ser más fuertes para que nada ni nadie puedan quebrarte
Si quieres vivir una vida feliz átala a una meta, no a una persona o a un objeto.
Página en FB www.facebook.com/tanatologiaadiosalduelo
Instagram @marthatanatologa