Las urgencias

Angelica Lobato Torres Criterios

Tengo una regresión a mi primera o segunda infancia, y estoy viendo la repetición del programa “ER” (Sala de urgencias en México); como buen programa de televisión, deja ver casos desde los más sencillos hasta los más disparatados, pero creo en las urgencias de un hospital llegan esa clase de casos todo el tiempo, porque si hay algo que tenemos que aceptar es que todas las personas tienen un grado, más alto o más bajo, de estupidez.

Mi mamá me dijo alguna vez que yo debí haber estudiado derecho o medicina, ya que en situaciones de urgencia suelo ser bastante racional aunque una vez solucionado o con un final trágico, ya me derrumbo en mis pedazos; pero si la vida real es como esa de los programas… no hubiera durado en más de una temporada.

Los libros de medicina son interesantes pero al mismo tiempo, como ya lo dije y es mi lema de vida: “la ignorancia es bendición”; creo saber demasiado cuando alguien tiene que ir al hospital, solo hace que la eterna espera sea más larga, recuerden amigos, si te pueden hacer esperar es que la situación no es tan urgente, sean amables con los enfermeros y médicos.

Pero no, no hubiera podido ser médico en México, de mis conocidos solo conozco a una persona que lo logró y gritaba “soy una persona responsable”, que no quiere decir que no soy responsable, pero no lo suficiente para tener en mis manos y en mis conocimientos la vida de otra persona.

“Técnicas Y Procedimientos Para Enfermería En Urgencias Pediátricas”, “Manual De Urgencias En Cirugía Oral Y Maxilofacial”, “Manejo De Infecciones En Urgencias”, “Errores Comunes En Medicina De Urgencias” son un pequeño ejemplo de libros que llegue a vender y que no supe si eran para que los estudiantes de medicina pero para mí podrían haber sido libros de terror al saber que había muchas cosas que te pueden pasar para que tengas que llegar a la sala de urgencias.

Pero los verdaderos héroes de las urgencia medicas son las enfermeras, los camilleros, los técnicos de rayos, la gente de limpieza… los que tienen que aguantar toda la “camotiza”, los malos tratos y los reclamos; “Atención Prehospitalaria. Guía De Referencia Del Paramédico Y Del Técnico En Urgencias” de Cristian Román Cabrera debería de ser de conocimiento general, para que nosotros los pacientes y acompañantes de pacientes tengamos una ligera noción del trabajo y reglas que estas personas tienen que hacer con los recursos que tienen para lograr que todos sean atendidos.

“Hombres Y Mujeres De Blanco. Un Estudio Socio antropológico De Un Hospital De Urgencias Médicas” de Víctor Paya y Pedro Alberto Bracamonte es un libro que deberían de darte en la entrada de un hospital para que tengamos una idea de todo lo que tiene que pasar una persona para convertirse en un médico capaz no solo de curar sino de soportar toda la carga emocional que hay en un hospital, el tener que dar buenas o malas noticias y cómo reaccionar ante la forma en que la gente toma las noticias.

Pero los héroes sin cara y a los que definitivamente no se les reconoce lo que logran son a los administradores de los hospitales, públicos y privados, si seguramente muchos roban, pero estoy segura que para que el dinero llegue a ellos, ya varios tomaron su tajada y tienen que lograr mucho con el dinero que realmente se destina para el hospital. Cuántas veces hemos escuchado a alguien en el hospital decir: “sin mis impuestos no te pagan”, cuando es una cantidad mínima la que se destina a los hospitales, los médicos no ganan mal, pero la mayoría de los médicos de la salud publica trabajan de forma privada también, los aparatos que hay son viejos o están descompuestos por la manera exagerada en la que tienen que ser usados.

Los baños no están sucios porque la gente de mantenimiento no quiera limpiarlos, la gente los deja así; no hay insectos por casualidad, sino porque la gente mete comida cuando está clarísimo en las normas que no debe hacerlo, esos grandes problemas de los que la gente se queja generalmente son causados por la misma gente.

Muchos creen que los hospitales son como restaurantes, en que ellos como “clientes” siempre tienen la razón y gracias a series como ER o Grey’s Anatomy, es más, hasta por los hospitales de las telenovelas, creemos que casi estarán ahí esperando a que lleguemos para que todos los doctores del hospital nos atiendan y un día después estemos como nuevos.