Diciembre y no estás

Criterios Martha Vargas Vázquez

Se extraña a los ausentes.

Llego el último mes del año y con el un cumulo de sentimientos encontrados, de que se había proyectado al inicio del año o en el Diciembre pasado y no lo estamos logrando. Es el mes del balance general de las metas y planes. Es el mes donde mayor ingreso económico obtiene las personas y cuando uno desea regalar dar mil cosas a nuestros seres queridos. Así como comprar cosas que hacen falta en casa. Pero en el momento que reflexionamos referente a los planes y metas no logrados, que vemos la gente que trascendió durante el año y que ya no estará con nosotros en estas fechas de paz y amor.

Siempre es bueno reflexionar, sobre los desaciertos, los errores, las malas actitudes, y las cosas que no se están haciendo bien. Diciembre se presta para todo eso.

Y al darnos cuenta que muchas metas que no se lograron y que tenemos perdidas de seres queridos entramos en Duelo y provoca ese dolor y frustración. Pero de este tipo de duelo salimos más fácilmente ya que el mismo ambiente de las fechas nos hace replantear los planes para el nuevo año y pensar que se podrán hacer el siguiente año.

Todos los años, en estas fechas, empiezo a repasar mentalmente el año que está por terminar, las cosas que me gustaron y las que no, las cosas que se podrían mejorar… y vuelvo a imaginar cómo sería mi vida con unas pequeñas mejoras.

Este 2021 pinta a estar menos restringido que el año pasado, muchos hemos retomado nuestras actividades normales, guardando las medidas de distancia y de sanitización para poder volver a una convivencia con mayor número de gente. Esto ayuda a cambiar o superar la perdida de esa libertad, puedo decir que esto ayuda a evitar la depresión y el duelo en que nos encontrábamos el año pasado.

Luego de casi dos años de pandemia, de muerte, de enfermedad, de pobreza, poco a poco el mundo intenta recuperarse, y sobreponerse a lo angustioso del virus. La llegada de las vacunas fue el regalo de navidad adelantado, para muchos, sobre todo porque está comprobado científicamente que redujeron las muertes desde que se ha ido alcanzando la inmunidad de rebaño. Hoy si bien, todavía se mantienen vigentes las medidas de autocuidado como el tapabocas y el lavado de manos la tranquilidad es mayor.

Los que tengan pérdidas de seres queridos en este año deben planear como honrar la memoria de ese ser que trascendió y que ha dejado la silla vacía para Navidad. Existen varias cosas que podemos hacer para honrar su memoria y poder pasar estas fechas de la mejor manera posible.

Se puede organizar una comida días antes de la Navidad con los seres mas allegados y recordar cada uno los mejores momentos que vivio con el ser que trascendió.

Si nuestro ser querido tenía por costumbre en estas fechas llevar donaciones a orfanatos o asilos, podemos continuar con esa tradición y apoyar a la gente que lo necesita.

También podemos prender una vela en memoria de él o ella y recordarlo con su mejor sonrisa.

Podemos hacer una caja de recuerdos con fotos y objetos personales de nuestro ser que trascendió y en una reunión con los más cercanos sacarla y recordar cada uno alguna anécdota de esa persona con ellos.

Es importante realizar ese ejercicio antes de la Navidad ya que si lo realizamos la noche del 24 o en la comida del 25 estaremos tristes y deprimidos durante el festejo. Al realizar alguno de estos ejercicios con anterioridad permite que el día del festejo estemos más tranquilos.

Las luces navideñas, el arbolito, las comidas, las incontables reuniones, novenas, las maratones de películas de Papá Noel, no deben ser tarea para después. El tiempo se va y no regresa, y justamente quienes tenemos una concepción cristiana de la navidad, creemos que esta época se trata de perdonar, de unir lazos, de reconocer faltas, pero también de compartir con la familia y los amigos cercanos que quizás el otro año falten.

Mi llamado, hoy iniciando el mes, es el mismo que hago cuando llega el mes que más me gusta: tolerancia, comprensión, unión familiar, y sobre todo perdón. A veces nos cuesta mucho perdonar y sobre todo ponernos en los zapatos de los demás y ahí me incluyo, pero es necesario hacerlo.

No podremos borrar las muertes por conductores borrachos, ni los niños quemados con pólvora, ni nada de eso feo que se repite  cada  año, pero lo que sí podemos hacer es evitar ser malos ciudadanos, generar conciencia, y sobre todo cuidarnos y cuidar a los demás. Que viva diciembre, diciembre bonito, con sus aguinaldos y sus villancicos.

Huele a fiesta pero también a nostalgia.

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