Una manifestación musical para enfrentar el poder abusivo y autoritario fue La nueva trova, que nació en Cuba para apoyar a los rebeldes que triunfaron en 1959 dirigidos por Fidel Castro, Camilo Cienfuegos y el Ché. La Revolución Cubana fue ejemplo e inspiración para muchos de los movimientos sociales, políticos y guerrilleros en el resto del mundo incluidos los mexicanos, que pensaron que era posible apoderarse de los medios de la producción mediante la guerrilla en la selva. Todo esto desde luego en el contexto de la Guerra Fría.
Muchos de los exponentes de la nueva trova se hicieron famosos y símbolos revolucionarios, tales como, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Vicente Feliú, quienes hicieron canciones emblemáticas y con mensajes revolucionarios de lucha profundos que fortalecieron el contenido ideológico de las corrientes de izquierda hasta hoy.
Durante los 64 posteriores a la revolución cubana, envejeció Fidel, su régimen y los trovadores; algunos de ellos se hicieron incluso críticos, como Pablo Milanés, el cual, mediante su música inmortalizó letras de contenido revolucionario, quizás por ello, y a tiempo actual, más gente ha escuchado su Son de Cuba a Puerto Rico, que sus declaraciones de prensa recientes distantes a esa tendencia revolucionaria. Es en este escenario, donde surge una siguiente generación de trovadores, tales como Frank Delgado, quien hizo trova con el mismo estilo musical de letras transcendentes de altísimo contenido social, pero esta vez, en contra del régimen castrista a quienes sus antecesores defendían con la fuerza de la convicción.
Frank Delgado nació un año después del triunfo de Fidel, se educó en las escuelas y en el régimen de la revolución, creció en la Cuba que exaltaba los logros revolucionarios, la educación pública y el sistema de salud, aspectos que sí se consolidaron en Cuba, pero que se vieron acompañados de un autoritarismo extremo impuesto por un régimen que no permitía la crítica y que fue incrementando el nivel de represión a medida que envejecía.
En su canción si el Che viviera, Frank Delgado describe a “San Ernesto de la izquierda” como un represor del sentimiento, una escoria que viviendo de su historia inmoviliza las ideas y un arquetipo de Fidel Castro, una imagen contraria a la del guerrillero heroico que mataron en Bolivia y que es imagen e incluso producto mercadológico de aquellos que pretenden, o al menos quieren, aparentar que buscan cambiar al mundo por uno más justo.
La nueva trova es la canción de lucha por excelencia, pero actualmente en una Cuba que pide a gritos en las calles Patria y vida a cambio del significativo Patria o Muerte, vanagloriar la imagen del Ché, no es lo que los cubanos que protestan exigen en las calles de su gobierno. Frank Delgado sigue vigente con la trova y la canción que lucha, pero ahora por un mundo más libre.
Bastó una generación de trovadores para cambiar el contenido ideológico revolucionarios. El arte es el reflejo del momento social y el momento social en Cuba exige libertad.
Aquí se las dejo.https://www.youtube.com/watch?v=r–cGSRq01A
