En Estados Unidos viven más de 35 millones de mexicanos, cada uno con una historia diferente, pero compartiendo con el resto de los compatriotas, una razón fuertemente arraigada en su anhelo y convicción de vida, esta es, la de mejorar sus condiciones de existencia y con ello, la de su familia, lo cual supone, encontrar trabajo que pagado en dólares cada hora, representa dinero para su hogar, pero también, sobrellevar con resignación la discriminación, el rechazo social, la falta de identidad cultural, social, y familiar, y adquirir un estatus jurídico y ciudadano a la margen del temor normalizado o cotidiano de ser deportado y privado de sus derechos.
Estados Unidos se formó por migrantes de todo el mundo, siendo actualmente, “un compuesto de personas del mundo”, donde convergen mezclas culturales e idiosincráticas junto con costumbres religiones que son también la dinámica de funcionamiento del país que son hoy. Aún con todo ello, y aunque el Presidente Biden ha descrito a Norteamérica como una nación de inmigrantes, el trato a estos es persistentemente, cuestionable, ya que aunque se acepta y es visible que inclusive, por necesidad, los migrantes latinos y en especial los mexicanos, han sido y continúan siendo su fuerza de trabajo en muchos sectores de la economía, la diferencia racial es determinante.
En este contexto, 30 millones de mexicanos han desarrollado su vida en condiciones adversas, creando su propia identidad y sincretismo, y han relatado su propia historia migratoria, que aunque muchos comparten con similitudes, unas han sido tan representativas que han logrado ser inspiraciones de subgéneros musicales, trabajos artísticos de pintura y escultura, como también, de novelas y literatura, solo por mencionar los quizás más populares, tenemos 3 buenos ejemplos:
- La Jaula de Oro, Los Tigres del Norte: cuenta la historia de un migrante que vive con la tensión permanente de ser deportado y al que le pesa que sus hijos piensen como norteamericanos y que se niegan a hablar español, pese a que su fisionomía sea la de un mexicano. Al mismo tiempo se pregunta si vale la pena el dinero ganado viviendo en esas condiciones:
“De qué me sirve el dinero
Si estoy como prisionero
Dentro de esta gran nación
Cuando me acuerdo hasta lloro
Aunque la jaula sea de oro
No deja de ser prisión”
- Frijolero, Molotov: cuenta desde la perspectiva de un migrante el sentir respecto a la discriminación que vive día con día, a la falta de empatía de los gringos y a que se le vea desde la perspectiva de los chichés de los White trash:
“Podrás imaginarte desde afuera
Ser un mexicano cruzando la frontera
Pensando en tu familia mientras que pasas
Dejando todo lo que conoces atrás
Si tuvieras tú que esquivar las balas
De unos cuantos gringos rancheros
Las seguirás diciendo good for nothing wetback?
Si tuvieras tú que empezar de cero”
- El Inmigrante, Revolver Cannabis: que cuenta una historia de éxito, cómo se cumple el sueño americano después de un cruce peligroso, la solidaridad de la familia que recibe en Estados Unidos y cómo le “ganó” a los gringos narcotraficando:
“Empecé Moviendo El Jale De Phoenix A San Francisco
Luego Jalaba Hasta Tarde Bien Escondidos Los Kilos
La Moneda Fue Girando Y Al Paso De Algunos Meses
el Mercedes Fui Estrenando
Solo Tuve Que Chingarle Nada Salió Regalado Nunca
He Traicionado A Nadie Ni Venderle Mi Alma Al Diablo
Todo Gracias Al De Arriba
Hoy Estoy Alivianado No Falta Pa Las Tortillas
Los Verdes Siguen Llegando Ya Me Traje Ala Familia
Y Cumplí El Sueño Americano
Los Gringos Me La Pelearon
Y No Es Mentira Compa”
Todo el respeto y admiración para quienes han tenido la valentía de cruzar las fronteras y sobreponerse a las adversidades que muchos artistas como Los Tigres del Norte, Molotov y Revolver Cannabis han visibilizado, quedando quizás sin voces ni en historias conocidas, miles de experiencias de las que nadie habla o ya no puede hacerlo.